DESAPARECIDOS,
SAQUEOS, MUERTE Y DEPREDACIÓN
Más
testimonios sobre Automotores Orletti
y el plan Condor
14/08/2005
- La trama
secreta de los desaparecidos que fueron trasladados a Uruguay
. El robo de botines y la aberrante venta de vientres forman
parte de esta historia.
Telma Luzzani
Los delitos que
empiezan a salir a la luz, como las cuentas secretas de
Pinochet o los negocios del hijo de Massera, son la capa
superficial de los millonarios saqueos, robos y negociados que
hicieron, apañados por la lucha antisubversiva, militares y
policías de todos los rangos, durante las dictaduras del Cono
Sur.
El caso de
María Claudia García Irureta Goyena de Gelman estaría
vinculado a uno de los más repugnantes: la venta de vientres.
Investigaciones realizadas por el periodista uruguayo Roger
Rodríguez —cuyos trabajos permitieron recuperar al niño Simón
Riquelo y posteriormente reabrir ante la justicia el caso de
María Claudia— apuntan a la existencia de un Plan Cóndor de
robo de vientres o de bebés, mezclado con otros delitos. Otra
hipótesis fuerte de la actual investigación del uruguayo
indica además que la presión de militares argentinos fue
determinante para que los uruguayos decidieran ejecutar a
todos los prisioneros del vuelo del 5 de octubre de 1976 o
"segundo vuelo".
Esto dijo
Rodríguez a Clarín: "En torno al campo de concentración
Automotores Orletti, en el barrio de Floresta, hubo
un botín de guerra millonario. En la base había dos bandas: el
argentino Aníbal Gordon de la Triple A y la OCOA (Organización
Coordinadora de Operaciones Antisubversivas), que dependía del
Ejército uruguayo. Ambas estaban vinculadas a servicios de
inteligencia pero tenían cierto nivel de autonomía. El botín
eran el dinero y los niños. Así como entraban a una casa y se
llevaban todo, estas bandas habrían retenido importantes sumas
de dinero que tenían Montoneros, ERP, el Partido para la
Victoria del Pueblo (PVP) y el MIR chileno".
En quince
días Rodríguez dará a conocer nuevos datos, algunos de los
cuales adelantó ayer a Clarín. "Hay dos testigos que cuentan
que en el segundo vuelo de Argentina a Uruguay, el Ejército,
además de prisioneros (como María Claudia) trajo valijas
repletas de dinero. Era tanto, dicen, que no sabían cómo
esconderlo". Por esa razón, se cree que la aeronáutica en el
informe entregado el lunes a Tabaré Vázquez trata de
despegarse y dice que sólo hizo de taxi aéreo y no vio nada de
lo que traía el Ejército aquel nefasto 5 de octubre.
"El dinero
del secuestro de Hart, un empresario lanero argentino
—ejemplifica el periodista— nunca volvió a la familia Hart o
al estado argentino o uruguayo. Es posible que ese dinero
"trasladado" haya sido además la razón de una pelea que hubo
entre militares uruguayos y argentinos en noviembre de 1976. Y
eso explica por qué Gordon era riquísimo y jamás volvió a la
Argentina".
Pero
además, en este siniestro laberinto delictivo, no se puede
dejar de vincular la trama del dinero con el tráfico de bebés,
insiste el periodista. "María Claudia era parte del botín.
Ella cae con Marcelo Gelman en agosto de 1976. A él y al resto
del grupo los matan y los desaparecen hundiéndolos con toneles
de hierro en el Delta del Tigre. ¿Por qué a ella no? Porque
esperaba un bebé y su vientre estaba adjudicado", dice, y
llena de aire el pecho para reponerse de tanto espanto.
El poeta
Juan Gelman, suegro de María Claudia, ya lo había escrito:
"Era una niña de 19 años que no ofrecía el menor interés
político para la dictadura uruguaya. Esperaron que diera a
luz, la dejaron dos meses con la beba y luego la asesinaron
para robarle a mi nieta y entregarla a una pareja de la
policía. Bajo nuestras dictaduras se cometieron muchos
crímenes y éste me parece particularmente ominoso. Se trató de
aprovechar el marco creado por el Plan Cóndor y como
consecuencia de él, robar un vientre."
El reparto
de bebés de Orletti incluyó a Simón Riquelo (recuperado tras
26 años gracias a la investigación de Rafael Michelini y
Rodríguez); Mariana Zaffaroni, apropiada por un agente del
SIDE, Miguel Angel Furci, quien declaró: "Me la dieron en la
puerta de un avión" (el 2º vuelo); Carla Rutilo, traída de
Bolivia y apropiada por Eduardo Ruffo, de la SIDE y otros
casos.
"Según mi
informante —agrega Rodríguez a Clarín— no fue María Claudia la
única argentina de ese vuelo. Habría 4 ó 5 más. Esto se
sugirió ahora oficialmente cuando se admitió que los del
segundo vuelo estaban enterrados en el Batallón 14. No se sabe
quiénes son. Eso es parte de una nueva investigación que hay
que hacer."
Otra punta
de investigación asegura que fueron los militares argentinos
quienes ordenaron el asesinato de los prisioneros del 2ø
vuelo. Esta es la trama: a mediados de 1976, Wilson Ferreira
Aldunate, entonces candidato presidencial por el Partido
Nacional uruguayo, había viajado a EE.UU. y denunciado ante el
Congreso que en Uruguay se violaban los derechos humanos y que
había 5.000 presos políticos. Carter decidió aplicar la
enmienda Koch y retirar la ayuda a Uruguay. Para frenar esto,
las FF.AA. uruguayas montaron una farsa, una supuesta invasión
de subversivos que quería copar el país. ¿Qué hicieron? Los
prisioneros trasladados en el "primer vuelo" de julio de 1976
estaban en el centro de tortura del Servicio de Infor mación
de Defensa (SID). Los llevaron a un chalet de nombre "Susy" en
Canelones y fingieron que los atrapaban y abortaban el plan
terrorista. Pensaron que Washington no cortaría la ayuda, pero
lo hizo.
Lo que
sucedió fue que los "subversivos del Operativo Chalet Susy"
fueron presos y quedaron "blanqueados" internacionalmente.
Esto fue entre el 27 y el 29 de octubre de 1976. Ahí los
militares argentinos se dieron cuenta de que los del "primer
vuelo" no habían sido ejecutados y habrían presionado para que
mataran a los del segundo para que no quedaran "enemigos vivos
a la espalda", es decir, testigos. Esto podría haber sido
también motivo de la pelea entre los militares de ambos
países.
Gente del
primer vuelo y del segundo coincidieron entre el 5 y el 27 de
octubre en el SID. Y muchos años después, los del Chalet Susy
fueron los 20 testigos de cargo que hicieron que muchos
militares argentinos, como los del Batallón 601 de Suárez
Mason o los de La Plata fueran presos.
Notas relacionadas
.
Derechos Humanos
- 14/11/2005
Hubo cubanos desaparecidos en Automotores
Orletti
Testigos afirman que en este lugar
vieron por última vez a dos diplomáticos cubanos incorporados a la
larga lista de desaparecidos durante la dictadura. Un emisario de la
CIA llegó a Automotores Orletti para torturar a estos dos jóvenes:
Jesús Cejas Arias, de 22 años, y Crescencio Galañega, de 26, quienes
habían sido capturados el 9 de agosto de 1976 en el barrio de
Belgrano. Ambos integraban el grupo de jóvenes que custodiaba al
embajador cubano en Buenos Aires, Emilio Aragonés, a quien ya habían
tratado de asesinar.
Derechos Humanos
- 21/09/2005
Orletti: testimonian ex detenidos uruguayos
Ex detenidos uruguayos que están
dando su testimonio ante la justicia argentina dijeron el miércoles
que no lo hacen en Uruguay por las trabas legales que impiden en ese
país el castigo a los violadores de los derechos humanos en
dictadura. En un comunicado de prensa, la Comisión de Derechos
Humanos de uruguayos en Argentina, lamentó que los sobrevivientes de
esa nacionalidad deban testificar ante la justicia argentina "debido
a las trabas que en Uruguay impone la Ley 15.848 de 'Caducidad de la
Pretensión Punitiva del Estado".
Derechos Humanos -
06/09/2005
Automotores Orletti
Síntesis
referida al siniestro centro de detención clandestina ubicado en
pleno barrio Porteño de Floresta. Aspecto, descripción del lugar,
modo de operación. Fuente: Nunca más.
Derechos humanos
- 12/05/2205
Quieren proteger a un
ex centro clandestino de detención
Este jueves 12 la Legislatura le dio una aprobación inicial al
proyecto de protección especial edilicia, del inmueble donde
funcionó Automotores Orletti, uno de los centros clandestinos
utilizados durante la última dictadura militar.
Judiciales - 09/02/2005
Juicio a Scilingo: sobrevivientes de centros de detención relataron
su cautiverio
Tres
sobrevivientes de centros clandestinos de detención de la última
dictadura militar relataron hoy su cautiverio en el juicio oral que
se sigue al ex militar Adolfo Scilingo. Entre ellos estuvo el
testimonio del
periodista uruguayo Enrique Rodríguez Larreta, quien rememoró su
secuestro durante quince días en julio de 1976 en Automotores
Orletti, un viejo taller del barrio porteño de Floresta.
Legislatura -
20/11/2001
Mural en Automotores Orletti
La
Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sanciona con
fuerza de Ley: Realícese un mural en el paredón sito frente a
la calle Venancio Flores 3519/21, casi esquina Emilio Lamarca,
frente a las vías del Ferrocarril General Sarmiento, en el
Barrio Porteño de Floresta, donde otrora funcionara el Centro
de Detención Clandestino "Automotores Orletti".