UNA
AUDIENCIA PUBLICA ARREGLADA
Canales aliviadores del arroyo Maldonado
07/07/2005
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Una vez más el Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires monta una escena para cumplir con la Ley
123, que obliga a realizar audiencias públicas
para la realización de obras que generan impactos
sobre el ambiente.
El
día 29 de junio asistí al Club Paternal para
presenciar este evento y me encontré con una
concurrencia de alrededor de 150 personas, con
predominio de funcionarios y punteros del gobierno
de Ibarra enfrentados con asociaciones vecinales,
científicos, técnicos y vecinos afectados por la
obra que se pretende realizar para intentar
impedir la inundación de los barrios ubicados
sobre la cuenca del Arroyo Maldonado (Floresta,
Paternal, Chacarita, Palermo), localizado debajo
de la avenida Juan B. Justo.
Desconozco si esta obra se va a llevar a cabo,
porque es frecuente que nuestros gobernantes
firmen convenios de préstamos con el Banco Mundial
y se paguen comisiones, intereses, multas (por
atrasos o falta de ejecución) y hasta cuotas de
amortización sin que el proyecto se concrete.
En
esta oportunidad se trata de un crédito de
aproximadamente 200 millones de dólares contraído
por el Poder Ejecutivo y avalado por la
Legislatura porteña con el objeto de construir una
serie de reservorios conectados por canales que,
aparentemente, mitigarían la inundación propia de
un río que ha sido canalizado en la segunda década
del siglo XX.
En
el año 2001, coincidiendo con la campaña
electoral, se hizo una reunión similar con la
pretensión de lograr el apoyo de los vecinos a una
obra que consistía en realizar inmensos
reservorios de difícil mantenimiento. Ahora han
lucubrado algunas modificaciones al anterior
proyecto y nos lo vuelven a presentar.
Difícil es impedir la inundación propia de un río
que se encuentra estrechamente entubado en una
zona de altos valores de precipitaciones pluviales
cuando, además, suele haber viento del sudeste y,
considerando que, cada vez aumenta más la densidad
de población, por falta de planificación y por la
enajenación de las tierras públicas, con la
consiguiente impermeabilización del suelo, lo que
impide la infiltración natural de las aguas de
lluvia.
Cabe
destacar la activa participación de la Asociación
de Preservación de los Espacios Verdes Urbanos (APEVU),
representada por algunas de las organizaciones
vecinales que la componen, como la Asociación de
Amigos del Lago, Asociación de Vecinos por el Lago
Pacífico y otras, oponiéndose al faraónico
proyecto que, sin garantizar el impedimento de la
inundación, pondría en riesgo el acuífero Puelche
y los suelos de nuestra ciudad.
Pienso que los vecinos que habitamos cerca de la
avenida Juan B. Justo merecemos una solución al
problema de las inundaciones; para ello tendríamos
que abarcar el problema en su totalidad, desde el
inicio del río hasta su desembocadura, y analizar
diversas alternativas, que no se remitan solamente
a la obra de ingeniería sino a una gestión
integrada de la cuenca del río.
Por
el contrario, con este proyecto se presume
simplemente un negocio. ¿Estará el negocio en
contraer este préstamo, en la adjudicación de la
obra civil a alguna empresa amiga del cemento o en
el costoso mantenimiento que implicaría la
limpieza y reparación de la obra? Quizás esté en
todas estas etapas.
Alicia de Palermo
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Notas relacionadas
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Infraestructura -
07/07/2005
Obras de Mitigación de
Inundaciones en la Cuenca del Maldonado
El gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires está ejecutando el Programa de
Gestión del Riesgo Hídrico (PGRH), que cuenta con
financiamiento aprobado por el Banco Mundial a
través del Préstamo BIRF 7289/AR y autorizado por
la Legislatura a través de la Ley 1660. El PGRH
incluye el diseño y ejecución de medidas
estructurales y no estructurales para toda la
ciudad, lo cual se describe en el anexo I de la
Ley 1660.