FIESTA DE LA
ABUNDANCIA Y LA PROSPERIDAD
Se celebró la
"Alasita" en el Parque Avellaneda
03/02/2006
- El 24 de enero
se celebró en Parque Avellaneda la tradicional fiesta de la
Alasita. La conmemoración, propia de la comunidad boliviana,
estuvo enmarcada por un clima de fervor religioso popular ya
que la misma tiene su sustento en el culto a la deidad
conocida como "Ekeko", símbolo de la prosperidad y la
abundancia para los antiguos Kollas.
Los festejos, que
incluyeron comidas, muestras artesanales, música y danzas
tradicionales, se llevaron a cabo en cinco diferentes zonas de
la Ciudad de Buenos Aires, entre las cuales las de mayor
relevancia fueron las realizadas en el Parque Indoamericano y
Parque Avellaneda.
Se calcula que entre las
10:00 hs y las 16:00 hs unos 10.000 visitantes acompañaron los
festejos de lo que ya parece ser una fecha más dentro del
calendario porteño de eventos.
Significado del
festejo
La “Alasita” es la fiesta
de la abundancia significa “comprame”, variación a su vez del
verbo althaña (en aymara) comprar.
Esta fiesta se celebra en
honor del diminuto ídolo denominado “Ekeko”. Cada 24 de enero
(fiesta de la Virgen de La Paz) se inaugura esta fiesta con la
apertura de una feria en la que se exponen gran cantidad y
variedad de productos en miniatura elaborados a base de
hojalata, yeso, madera, cuero y otros.
La creencia de los que
participan del evento, mezcla de “religioso” y
“supersticioso”, está centrada en la esperanza de que todo lo
adquirido en miniatura se convierta en realidad, durante el
año. Por esta razón mucha gente compra miniaturas que tienen
que ver con casas, billetes, alimentos, títulos de propiedad,
títulos académicos, ropa, herramientas de trabajo,
electrodomésticos, muebles y una cantidad casi interminable de
objetos que se ofrecen a la venta en los puestos callejeros.
Otro aspecto importante
en la fiesta es la “ch’ alla” de lo adquirido. La ch’alla es
un ritual celebrado por un “yatiri” (sabio aymara) quien
sahuma los objetos adquiridos con esencias andinas.
Posteriormente un sacerdote católico realiza la ceremonia de
la bendición de los objetos a través de una misa corta.
Extensión de la feria
A medida que los nativos
bolivianos fueron viajando y estableciéndose en otros países
la fiesta de la Alasita fue extendiendo su radio de
influencia.
Quizá nos sorprenda verla
materializada en el Parque de nuestro barrio, ¿pero alguno
creería que en lugares tan remotos y extraños a esta tradición
como en Estocolmo (Suecia) el mismo festejo se lleva a cabo
con idéntico fervor?.
Sea como fuere, la
Alasita llegó para quedarse en la Ciudad de Buenos Aires.
Tomemos nota entonces: 24 de enero, fiesta de la Virgen de La
Paz, día de culto al dios Ekeko.
Carlos Davis

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