LA CULTURA Y EL
PATRIMONIO
"Calesitas de Buenos Aires"
en el barrio
06/03/2010
- El
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de su
Ministerio de Cultura, desarrolla el programa "Calesitas de
Buenos Aires" que consiste en una serie de actividades
culturales diseñadas especialmente para las calesitas
porteñas. En esta ocasión los niños y adultos del barrio
podrán
disfrutar del espectáculo de plástica "Pintacuadros con
Calesita" concurriendo en el día de hoy a las 11:15 hs a la
calesita de Parque Avellaneda, Avenida Directorio al 4000.
El próximo viernes 12 de marzo, a las 18.30 hs, se
presentará la obra “Dando vueltas" en la calesita de
Segurola y Venancio Flores.
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"Pintacuadros
con Calesita" es un entretenimiento que consiste básicamente
en un taller de pintura en el cual se juega con los colores
y se recrear una de las obras más famosas del pintor
argentino Jorge Dándolo, la cual tiene a la calesita como
protagonista. El espectáculo dura 15 minutos y cuenta con la
actuación de Carolina Barrera. |
En "Dando Vueltas"
Filip Von Rueda llega a bordo de sus rodados excéntricos
para invitar a su público a acompañarlo en un viaje de
ingenio y sorpresas. El camino estará lleno de música,
malabares y equilibrios.
El espectáculo
dura 15 minutos, cuenta con
arreglos especiales de
Mariano Mere y Oscar Mediavilla y el protagonismo de Facundo
Gabriel Cosentino.
La propuesta busca
revalorizar y mantener vigente el hábito de "jugar" en la
calesita, ese antiguo entretenimiento infantil, que forma
parte del patrimonio histórico de la ciudad.
Las primeras
calesitas
Eran tiempos
de juegos en los patios de las casas, en las veredas, en las
plazas... Eran épocas despreocupadas donde el peligro no
existía, o parecía estar más lejos. Donde los viejos tomaban
el fresco en la vereda sin temor a ser asaltados. Eran los
tiempos de la inocencia, eran las épocas de esplendor de las
calesitas porteñas
En realidad, las
primeras calesitas que giraron en el país lo hicieron allá
por el 1870. Cuentan que la primera estaba en las cercanías
de lo que ahora es el Teatro Colón.
Las primeras calesitas
eran importadas, y recién en el año 1891 comenzaron a
fabricarse en el país. Tenían burros, leones, chanchos y
bancos de madera tallados a mano, giraban gracias a la
fuerza de un caballo y no eran de uso exclusivo de los
niños. Luego vendrían las de motor a nafta y después las
eléctricas.
Contaron en su origen
con la tradicional música del organito (en realidad
importantes órganos mecánicos) y estuvieron emplazados en
distintos paseos, barrios y lugares de la ciudad de Buenos
Aires.
Las calesitas de
Floresta
En nuestro barrio
apenas quedan tres. Una de ellas es la de Parque Avellaneda, que se
encuentra emplazada a metros de la Av. Directorio y
Fernández. Es la más antigua ya que desde el año 1968 nos
acompaña en su actual ubicación. Dicen los viejos vecinos,
conocedores de su historia, que antes de llegar al parque
estuvo girando y girando en la provincia de misiones hasta
que Daniel Guedes la compró y trasladó al segundo pulmón
verde de la Ciudad. Anteriormente se la podía encontrar
frente a la monumental pileta, en las inmediaciones de la
Chacra de los Remedios. Tiene nueve metros de diámetro.
Cercana a la estación
Floresta estaba
la calesita de Don Luis.
Desaparecida ésta, el barrio recuperó para alegría de sus
pibes, el giro de los caballitos de madera y el movimiento
esquivo de la sortija. Corría el año 2002 y su ubicación
había variado algunas decenas de metros. La nueva calesita
se aposentó en la esquina de Venancio Flores y Segurola,
junto a la vía que alguna vez recibió el paso orgulloso de
La Porteña.
La otra calesita queda
adentro de una galería, sobre Álvarez Jonte, entre Benito
Juarez y Allende, en el parque infantil "Don José".
Carlos Davis
Fuente:
Prensa Ministerio de Cultura GCABA - Aires Buenos Aires - Notas de archivo propio