Como artista, se presentó con varios
nombres: Alberto Dual, Carlos Duval y
finalmente Alberto Castillo. Grabó 300
discos y rodó 19 películas. Cantó en las
orquestas de Julio De Caro (1934), Augusto
Pedro Berto (1935) y Mariano Rodas (1937).
No siempre su
camino fue claro. Hubo una época en la que decidió ejercer
su título de médico (Ginecólogo), pero al cabo de un corto
tiempo asumió que resultaría imposible debido a su extendida
popularidad.
El 6 de junio
de 1945 contrajo matrimonio con Ofelia Oneto, unión de la
que nacieron tres hijos, Alberto Jorge, Viviana Ofelia y
Gustavo Alberto.
Para entonces,
Castillo era ya un auténtico ídolo popular, y varios "tics"
sobre el escenario lo singularizaban de otros cantantes de
la época. El agregar el ritmo negro del candombe en sus
presentaciones tangueras terminó de particularizar al ídolo
y de darle una trascendencia que abarcaría ambas orillas del
Río de la Plata. Uno de esos temas negros, "Siga el Baile"
(de Carlos Warren y Edgardo Donato), lo relanzó entre los
más jóvenes en el año 1993, junto al grupo "Los Auténticos
Decadentes". De manera increíble el tema volvió a ser suceso
50 años después de su lanzamiento.
Alberto
Castillo murió en Buenos Aires debido a una neumonía. El
calendario decia: 23 de julio de 2002
Un pibe
del barrio
Una ex vecina,
Nora A.
Altamiranda Tambutti,
nos cuenta a través de un mail algunos recuerdos de aquellas
épocas pasadas...
Alberto
Castillo vivía en la Avenida Juan Bautista Alberdi, entre
Olivera y Medina, cerca de la panadería "La Europea". La
sombrerería de su padre estaba allí, frente al pasaje El
Sereno. El padre de Alberto le hacía los sombreros a mi
abuelo, y este hacía referencia a aquél diciendo que era "marqueyano".
Esto me costó entenderlo hasta que un día, buscando en la
geografía italiana, descubrí que existía una región llamada
las "Marcas", en el centro de Italia, lugar del que
seguramente provenían los padres de Alberto.
Su mamá
invitaba a la mía, que era niña por aquel entonces, con
papas fritas, mientras Alberto detrás de una puerta repetía
sus lecciones una y otra vez.
Mi abuelo y su
padre "parlaban" en italiano, ya que mi abuelo, si bien
argentino, hablaba varios dialectos de Italia. Estas
historias me las contaba mi mamá, que era 5 años menor que
don Alberto De Lucca, nuestro conocido Alberto Castillo.
Homenaje
A través de
estos recuerdos deseamos rendirle un modesto homenaje a
quien supiera llevar la música del Río de la Plata a todos
los rincones del Planeta que visitara; mencionando, cada vez
que la oportunidad lo permitía, sus orígenes humildes en el
barrio de Floresta, cuna que lo vio triunfar con orgullo.
Carlos Davis
Fuente:
SDP Noticias
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Nora
A. Altamiranda Tambutti