TAMBIÉN SE
CONOCERÁN LOS NIVELES DE RUIDO EXISTENTES
Medirán la
calidad del aire
06/01/2009
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El Ministerio de
Ambiente y Espacio Público a través de su Agencia de Control
Ambiental anunciaron que a partir del mes de febrero quedará
operativo un Sistema de Monitoreo de Aire y Ruido que
permitirá conocer el grado de contaminación que padecen los
porteños que habitan los distintos barrios de la ciudad.
cuatro de las estaciones serán emplazadas en distintos
puntos de nuestra geografía barrial: una de ellas estará en
Segurola 744 (y Juan B. Justo), otra en Chivilicoy 453, la
tercera San Pedrito 49 y la cuarta en Remedios 3748. Los
valores de los muestreos serán de dominio público.
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Con los datos
provenientes de las estaciones se podrá trabajar con números
concretos. Los porteños sabremos no sólo cual es la calidad
de nuestro aire sino también cuales son los contaminantes
que amenazan en mayor grado nuestra salud. A opinión de los
expertos, las partículas más nocivas son las provenientes
del "humo negro". |
Este proviene de los
motores de combustión interna que mueven a nuestros autos y
camiones, en especial de aquellos que queman gasoil.
Una de las estrategia
posibles para disminuir estas emisiones sería la de
reemplazar el combustible que se quema, disminuyendo el
consumo de gasoil y apoyando la conversión de los motores de
manera que sean alimentados por gas licuado. La contracara
de este método reside en que los motores a gas provocan una
mayor emisión de gases de efecto invernadero. Entre dos
males habría que elegir el menor...
Este dilema en realidad
podría abrirse si consideramos otros medios de transporte
masivo más limpios: el tren, el subte o la menos creible
puesta en escena del
"Bicing" o sistema de
trasporte público en bicicletas.
Las estaciones de
medición que se ubicarán en los distintos barrios de la
ciudad permitirán conocer con precisión los niveles de
ciertos gases
perjudiciales para la salud como los óxidos de nitrógeno
(NO, NO2 y Nox), el monóxido de carbono (CO), el metano y
benceno, el material particulado en suspensión (PM10), y
variables atmosféricas como ser la velocidad y dirección de
viento, la temperatura y la presión atmosférica.
Las estaciones
contarán también con decibelímetros o sonómetros, aparatos
que miden el nivel de ruido ambiente.
La normativa establece
la cantidad de ruido "normal" para cada ámbito específico
(residencial, escuela, hospital, etc), y en general la
ciudad controla (de manera individual) el nivel de ruido que
genera el transporte público (colectivos), aunque no se
presta demasiada atención al diseño de sus recorridos. Esto
crea un contrasentido ya que en determinadas arterias se
suma el ruido (normal para cada móvil) proveniente de
distintas fuentes (autos, taxis y colectivos) haciendo casi
intolerable la presencia prolongada de las personas en el
lugar. La ecuación se complica si a esto le sumamos que la
incumbencia de la ciudad en el tema transporte es limitada.
El nudo que liga este embrollo difícilmente podrá ser
deshecho si el chisporroteo político entre la nación y la
ciudad se mantiene en los niveles actuales. Lamentablemente
nada hace augurar un cambio de escenario en lo inmediato.
Carlos Davis
Fuente:
Prensa Ministerio de Ambiente y Espacio Público - GCABA