Asi, nos encontramos con
eventos organizados por la
Junta de Historia y Cultura
de La Floresta, por el
Rotary Club de Floresta y
Vélez Sarsfield,
por escuelas de la zona,
Radio Splendid, Centro
Cultural Baldomero Fernández
Moreno, Club All Boys, CGPC
10, Centro de Educación no
Formal “Gualeguaychú",
Parroquia
Nuestra Señora de la
Candelaria, UTE, CTERA,
OSPLAD, vecinos del ex
Corralón Municipal, grupo de
teatro comunitario "El Epico
de Floresta", La Bocina, la
Posta Capital,
Club Social y Deportivo
Mitre, Asociación de
Comerciantes,
Profesionales e Industriales
de Floresta Norte y Vélez
Sársfield, Dirección General
de Patrimonio del GCBA,
CESAC 36, Polideportivo
Pomar, Polideportivo Parque
Avellaneda, Vecinos
Autoconvocados de Floresta y
Vélez Sársfield, Escuela de
Danzas Jorge Donn y el Club
La Floresta.
Podríamos decir sin temor a
equivocarnos que todos los
acontecimientos deportivos,
artísticos y culturales que
se llevarán a cabo durante
el próximo mes constituyen
un megaevento único en la
historia del barrio.
Si bien muchos de los que
llegaron aquella mañana de
agosto del año 1857 a bordo
del primer tren tirado por
La Porteña habrán intuido
que junto con el tren
llegaba el progreso, pocos,
quizá ninguno de ellos, haya
tenido conciencia plena de
que en ese pequeño gran acto
estaban colocando la piedra
basal de una población que
con el correr del tiempo
sentiría el orgullo de la
pertenencia, el
afianzamiento de una
identidad que
irrevocablemente la
distinguiría del Partido de
Flores que la contuvo y la
vio nacer.
Floresta creció, como buen
pueblo de suburbio que fue,
alrededor de su plaza
principal (la plaza Vélez
Sarfield); cerca de la
iglesia que reunía los
domingos a sus primeros
habitantes (la Parroquia
Nuestra Sra. de la
Candelaria); a metros de la
estación que los comunicaba
con la urbe (la estación
Floresta)
Y así, casi sin darse
cuenta, el barrio se fue
expandiendo a fuerza de
loteos, con la pujanza de
los que llegaban con las
ilusiones intactas,
dispuestos a luchar una
vida, a escribir una
historia, a echar raices en
una tierra nueva,
desconocida, dura,
tranquila, trabajosa, llena
de promesas.
Ciento cincuenta años
después Floresta sigue
siendo una opción de vida,
un lugar en el mundo, una
comunidad orgullosa de su
historia y de su presente,
un puñado de almas que vibra
en sus calles y plazas, que
siente sus colores, que mira
hacia el futuro con la
esperanza intacta, con la
mirada puesta en lo que
vendrá...
¡¡¡ Salud Vecinos !!!
- ¡¡¡ Felicidades
Floresta !!!
Carlos Davis