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49.-
Nélida
Castiglioni
-
salvanelida@hotmail.com
Baradero 198
"Mi cuadra" era la cortada
de Rafaela entre Dolores y
Baradero, en el 198 de esta
última vivía yo Nelly, la
hija mayor de Doña Nelly y
Don César, y Martita, la mas
chica.
Mis vecinos, mi familia
ampliada y ensamblada, eran:
Don Taboada (quien se
encargaba de encender las
luminarias) y su esposa
Mamacotón; Los Salerno (con
Marta y Pedro) y Los Brusco
(con la recordada Adrianita,
y sus hermanos Florencio y
Leonardo). También estaban
Los Fafián, quienes tenían
una fábrica de Anilinas (Don
Fafián, obvio, y Doña Luisa,
y Alberto y Beby, y Chichín
y el Nene). También estaban
los Perotti, Jorge y
Orlandito, hijos de Doña
Magdalena y Don Orlando
(apuesto carnicero del
Mercado Vélez Sarsfield), y
la abuela, proveedora de los
muñecos para la fogata.
Y como no acordarme del tano
Cameli, de Sergio y de Oscar
Perrone, de Manuel García,
el flaco Peries, o Chuchurro.
Ellos y otros mas habitan
los recuerdos de una época
en que festejábamos juntos
cumpleaños, comuniones, la
"fogarata" de San Pedro y
San Pablo (la más grande y
hermosa, la nuestra), las
fiestas de fin de año y los
carnavales (embarcados en
una guerra con agua, que no
conocía tregua ni edad). El
autito de la policía, o la
llegada de la motito con el
sidecar (por la denuncia de
algún vecino), abroquelaba a
los chicos, y a las mamás en
defensa de sus "angelitos",
quienes no permitían que la
"cana" amonestara a nadie,
de las reprimendas se
encargaban ellas, bastaba
más. Recuerdo que también
estaban Carregal, Hugo y
Cacho Ilvento (que tocaba el
piano), y los "Jeusikaraian",
los armenios.
Amo a esas personas y a los
recuerdo que las involucran,
con sus mas y sus menos,
pero donde el vecino estaba,
y te daba una mano. Como
cuando fue lo de "la polio",
y tanto padres como hijos,
brocha en mano y balde de
cal, pintaron los árboles y
los cordones de blanco, por
ellos y por los otros.