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49.-
Leonardo Oscar Tidona
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Parte I
leotidona@gmail.com
Dolores y Rafaela
Con mucha emoción lei las
notas sobre el barrio de
Floresta, en el cual viví
desde 1945 hasta el 1970.
Despues me mudé a Haedo y
Villa Adelina. Actualmente,
hace 32 años que estoy en
Puerto Madryn.
Llegué con mis padres,
Salvadora y Manuel, al
barrio a los 9 años y allí
conocí a los chicos con los
que iba a compartir mi vida
por muchos años. Ellos eran
el "Negro" Perdiguero,
Roberto D'Agotino, Oscar
"Cacho" Cardarelli y su
hermano Guillermo, Norberto
"Tito" Santos, Carlitos y
Delia Ramonet, Edgardo "Pirucho"
Scazola, Emilio y Bebe
Basílico, Ricardo y Roberto
Serpero, y otros que mi
memoria no recuerda.
Con los varones eran
inevitables los picados en
la calle (para la bronca de
algunos vecinos),
generalmente con una pelota
echa de papeles y envuelta
con una media, o una Pulpito
chica. Cuando juntábamos
plata nos comprábamos la más
grande, que valía 30
centavos...
Los domingos íbamos a jugar
al parque Avellaneda, y
éramos refelices cuando
conseguíamos una pelota de
cuero Nro. 5, de esas que
tenían tiento. También,
paseábamos con el trencito
por todo ese hermoso parque
de prolijos caminos de color
rojo, cubierto de grandes
árboles que daban una sombra
refrescante.
Durante la tardecita o la
noche nos reuníamos para
jugar a la mancha, a las
escondidas y, según la
época, jugábamos con las
figuritas, o con el balero o
el trompo.
Llegados los carnavales
formábamos una murga con
cantos algo picantes y, se
los cantábamos a los
vecinos, que tomaban fresco
sentados en las puertas de
sus casas.
Para san Pedro y San Pablo,
construíamos una enorme
fogata en el medio de la
calle, con maderas, ramas y
muebles viejos de los
vecinos.