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48.-
Laura
Pierre -
(lpierre23@gmail.com)
Pasaje Particular
Al barrio de Floresta lo
descubrí hace 6 años,
exactamente a partir del día
15 de Febrero de 2003,
cuando nos fuimos a vivir
allí después de vivir en los
barrios más cercanos al
centro de la ciudad.
En realidad, nuestra casa
está sobre el Pasaje
Particular que limita a la
plaza Che Guevara (ex Ramón
L.Falcón) yendo hacia la
avenida Juan Bautista
Alberdi. Pasaje que pocos
conocen y que constituye "el
lugar" de mis hijos y por
supuesto también el nuestro.
Pasaje que encierra
historias y que se asemeja a
un "pequeño barrio-oasis" en
esta apretada Buenos Aires.
Me gusta saber la historia
del lugar en donde vivimos,
por eso, averiguando,
leyendo, investigando,
descubrí que para muchos
servicios, el Pasaje
Particular aparece como el
Nº 170 de la calle Benedetti
y que luego aparece el
número de cada una de las
casas. Por ejemplo, Pasaje
Particular Nº170 de
Benedetti Nº 39.
Como mencioné antes, es un
pequeño barrio oasis en
donde los zorzales, los
benteveos, las torcacitas,
el fresco aroma de la
glicina y de los tilos, el
antiguo empedrado
entremezclado con pasto, son
parte de la vida diaria. Ni
hablar del disfrute que
significa para los chicos el
"cruzar" a la plaza y jugar
en el arenero, a la pelota,
tomar la leche con el amigo
vecino, guardar los restos
de pancitos para las
palomas, tomar mate los más
grandes sentados en la
puerta, adornar un árbol
para Navidad y hacer un
brindis a las 0:05 horas
entre todos los que vivimos
allí. Y podría seguir con
otros ejemplos!!!!
A una cuadra del Pasaje,
todo cambia: los sonidos y
los aromas. Pero si hay algo
que no se perdió en los
alrededores es el saludo al
vecino, el conocerse y saber
que pertenecemos al barrio.
No nos importa que nos
digan: ¿Floresta? ¡qué
lejos!, o tener que viajar
más tiempo para llegar al
centro si después de un día
agotador nos espera esta
forma de vida que tantas
satisfacciones nos da y que
se está perdiendo con el
avance del asfalto y la
construcción de los
edificios-torre. No,
realmente no nos importa.
Pasaje Particular
de Carlos Pierre
(del libro Pasión por Buenos
Aires)
Pasaje Particular, sin
identidad
Pero con el encendido rostro
De sus habitantes alejados
Del murmullo de la ciudad
Obstinado pasto en el
empedrado
Que lleva a un cerrado
horizonte
Sin más salida que una
araucaria
Y un elástico ciprésQue
apuntan su verdor al cielo.
A su costado, añejos árboles
Con su intacta memoria
Sobre la plaza poblada de
niños:
Hamacas, toboganes
Y su nuevo nombre, Che
Guevara.
Atestiguan longevas palmeras
Ese tiempo que eleva su
señorío
Celestes glicinas y pródigas
moras
Ensueñan desbordante alegría
Un joven tilo perfuma el
verano.
Atención a las campanadas
De la Catedral Católica
Ucrania
A sus cinco cúpulas
La mayor alude a Jesucristo
Las otras cuatro a sus
evangelistas.
En la copiosa arboleda
cotorras,
Zorzales, calandrias,
benteveos,
Palomas torcazas y monteras,
Tordos y chingolitos,
Los infaltables gorriones
Que vuelan infinitamente
Entre las jóvenes ramas de
mis nietos.