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3.-
Jorge
Müller
-
silviamuller2005@yahoo.com.ar
Fernández y Bonifacio
Barrio Marcelo T de Alvear,
lugar donde transcurrió mi
muy feliz infancia. La casa
de mis padres, hermosa
esquina con entrada peatonal
sobre José Bonifacio 4207 y
entrada de coches por
Fernández 491. Mis
inmediatos vecinos por J.
Bonifacio 4213 eran los
Runza quienes tenían tres
hijas mujeres, Rosa, Porota
y Sara, y un varón Salvador
(El Toto).
A la derecha, por Fernández,
estaban los Bianchini, don
Tomás y doña Juana, con sus
hijos Victorio, Enrique y
Margarita, a continuación
seguía Delia Saravia con sus
hijos Delia y Jorge. Más
adelante en casa grande de
dos pisos estaba la familia
de don Camilo Fernández,
Presidente Fundador del Club
Alvear, y sus hijas,
Hortencia, Jova, Lola, Olga
y Julia casada con Piraña,
el repartidor de diarios del
barrio, en su juventud había
sido futbolista de 1ª Ovide.
También tenían dos varones
Manolo y El Pibe.
A continuación estaba la
casa de Manuel Morgado,
Oficial de Policía. En
Alberdi 4230 estaban los
D´amico, Julio y sus dos
hermanos Pegui y Julio. En
la otra manzana, por
Bonifacio, vivían los
Campana, tenían una hija que
le decíamos “La Bólida”,
enamorada de Roberto, mi
hermano.
Le seguía, por Fernández, la
familia Balseiro con tres
hijas mujeres y un varón,
luego venía “El Negro”
Davis, bastante mayor que
yo. Después estaban los
Pinto, su hija, Cristina, se
casaría con mi hermano,
Pedrín.
En Alberdi 4160, los
Gordillo, Tomás, Raúl y el
Bebe. Tomás, contratista de
obra, hizo la Autopista a
Ezeiza y Raúl, creador del
deporte “El Pato”, la pelota
de seis manijas y su
reglamento. El campo de
patos Martín Güemes estaba
entre J. E. Rodó y
Directorio, frente al Parque
Avellaneda. Yo, que era loco
de los caballos, a los 17
años jugaba al Pato con
Martín, hijo de Raúl
Gordillo. Cuando fui grande
y trabajaba en el Diario
Crítica me vinieron a ver,
les presenté al director,
Santiago Nudelman, fueron al
congreso e hicieron a “El
Pato”, Deporte Nacional.
Continuando con mis vecinos,
en los Monoblocks de
enfrente, vivía la Familia
Navas con sus tres hijas
Luci, Lili y Marta. Luci se
casó y fue madre de la
actriz Silvia Pérez.
Más adelante, por la misma
acera, vivían los Bordenabe,
al papá le decíamos “Pijita
de Oro” porque tenía unas
hijas hermosas, vedetes del
Maipo y el Tabarís. Dorita y
Blanquita.
EN J. B. Alberdi 4300 había
una mercería del padre de
“el rusito” Héctor Sturman,
famoso actor, creador del
personaje “TILIN TILIN”,
trabajó en teatro con
Narciso Ibáñez Menta en las
obras “F. B.” y “El carro de
basura”, era mi compañero de
andanzas. Fuimos juntos a la
escuela primaria, luego se
fue España y nunca volvió,
falleció allá.
Los cines de mi barrio eran:
“El Júpiter” y el “Canadian”.
Recuerdo siempre que fui con
un vecino, Héctor M.
Sarmiento, a la inauguración
del Gran Cine Rivadavia, yo
cumplía 17 años. Al a salida
del cine, salían dos lindas
chicas y Héctor me dice
sigámoslas, a mi me tocaba
la rubia, a él la morocha.
Así lo hicimos, yo le
hablaba a la rubia, de 13
años, pero muy linda, cuando
se dio vuelta y me miró,
perdí, era Marta Latorre,
quien sería mi esposa.
Fui a la escuela primaria Nº
21, consejo escolar 12, sita
en la calle Rodó 4400 casi
esquina Moreto. Mi mejor
maestra, que nunca voy a
olvidar fue la de tercer
grado, Sra. de Gioldi,
esposa del famoso socialista
Américo Gioldi. En 5º grado,
Maiztegui, era farmacéutico,
en 6º, Samuel Eichelbaum. El
director, quien no recuerdo
el apellido, fue el autor
del libro “Las pilchas
gauchas”, el vice, era don
Felipe Maldonado.
En esos tiempos, de Av.
Olivera al mil y pico que
estaba el arroyo Cildañez,
venía el Vasco Tallarico,
arreando 5 o 6 vacas con sus
terneros con bozal para que
no mamen y ordeñaba en la
puerta de la casa de mi
madre, quien le compraba una
olla de varios litros y al
asentarse arriba quedaba una
capa de crema que usaba para
postres o tortas, también a
esta crema con hielo
alrededor, la cortar, la
amasaba y hacía manteca.
Íbamos a comprar hielo a la
fábrica que estaba en
Escalada y J. B. Alberdi,
también pasaba el hielero
con su carro, que te vendía
por ¼ de barra o más, la
siguiente heladera que
tuvimos fue a Kerosene...