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3.-
Esmeralda Müller
-
esmetico@hotmail.com
- Parte VIII
Fernández y Bonifacio
La escuela de mi hermana
mayor "LA ÑATA, y luego la
mía, y finalmente la de mi
hija (hoy médica y alcaldesa
en Viedma), se llamaba Ntra.
Sra. de los Milagros y
estaba situada en la esquina
de Mariano Acosta 195.
Llevábamos un sombrero tipo
cacerolita que doblado
escondíamos pues al pasar
por la esquina de la "Casal
Calviño" los chicos nos
decían: -nena ponete la
cacerola-, y al llegar a la
escuela la sacábamos hecha
un bollo porque la hermana
portera nos vigilaba y así
todo un adefesio arrugado
iba a parar a nuestras
cabezas. Eso y el horrible
uniforme no llegaban a
opacar la belleza de las
chicas, las cuales recibían
piropos enrojecidas de
vergüenza. Asi que cambiaban
el trayecto y se iban por
Bolaños doblando por una
callecita que las conducía a
los fondos del colegio.
Algunas chicas se pintaban
las uñas con pétalos de
rosas y peinaban sus
hermosos cabellos con
trenzas y vinchas azules. En
la escuela usábamos tinteros
involcables sobre una
carpeta de secante y
cartulina . Los pisos
brillantes eran fregados por
las monjitas arrodilladas,
nos obligaban a limpiar
nuestros zapatos antes de
entrar y a rezar antes y
después de cada clase tres
jaculatorias, un avemaría y
un gloria.
Si faltaba una profesora...,
a la capilla a rezar o a
confesarnos. La directora
era Rosaura Alfano, nos
hacia poner en fila y ¡¡ no
volaba una mosca !!.
Había niñas ricas y muy
mimadas, recuerdo a una
Dorita que no aguantó que le
pusieran un uno, así que fue
a la sala de profesoras tomó
la cartera de la victimaria
y se la metió en el inodoro.
La Directora nos reunió, nos
habló de tal manera que
Dorita la víctima "del uno"
se entregó llorando. Murió
del corazón a poco de
casarse.
Recuerdo que una vez había
hecho un plan de clase y me
lo rechazaron. Como era cosa
rara en mí pedí ayuda a una
compañera que tenía un
hermano profesor, yo,
mientras tanto hice otro. La
profesora dudosa aún me
pidió el plan rechazado,
señorita, le dije, lo hice
un bollo, no importa démelo,
y se lo di sin más... Al
rato a la dirección, ¿ pero
por qué ?. La profe había
escrito -"! esta profe está
loca de remate el plan está
bien". Lloré pero me lo
aguanté, así éramos, nos
arreglábamos las injusticias
solas, sin ir con cuentos a
nuestros papis. Pasó un
tiempo y la profe me dijo yo
sabía que Ud. no había
escrito eso tan ofensivo. Ni
lo leí, estaba entre líneas,
pero me costó una bajada de
nota y un trauma que aún me
dura. Sé que por aquellos
tiempos no había perdón para
las culpables. Los castigos
eran atemorizantes. Ahora
las atemorizadas son las
docentes!!. Tal vez alguien
lea y recuerde ésto ¿eh
Padula o Sosa?, o tal vez
Alfano la sobrina de
Rosaura. Gracias no saben
las comunicaciones que
recibí de otros países que
leen y recuerdan.