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35.-
José María
Escudero Rodríguez
pepeescudero42@hotmail.com
Lacarra 535 - (ET 17
Cornelio Saavedra)
Cuando me
bajaba del anden norte (estación Floresta) veía al Club
Floresta, con su famoso frontón. Bajando hacia Chivilcoy
había un quiosko y a su lado el "Apio Grill", una suerte
de panchería que los hacía muy buenos.
Recuerdo
el trayecto hacia la escuela. Cruzábamos las vías y
enfrente estaba el viejo Mercado (donde a veces nos
regalaban alguna fruta). Tomando Yerbal, cruzábamos
Segurola y empalmábamos con la cuadrita de Mercedes.
Cruzábamos Rivadavia y agarrábamos Laguna (hoy Dip,
Benedetti) que era como un sórdido callejón ya que
pasando Falcón estaba el colegio de internos
discapacitados (demolido, luego dio lugar a la placita
"Che Guevara").
Llegando a Alberdi
doblábamos a la derecha y al llegar a Lacarra nos
encontrábamos con el
café de la esquina y los monoblocks enfrente.
Aunque
siempre viví en Merlo, "al barrio" lo sentía como
propio. Triste me alejé de él cuando abandoné el colegio
en el '58... Sólo lo pude caminar sin congojas cuando
quince años después retomé los estudios y me recibí de
Bachiller para luego entrar en Odontología y recibirme a
los treinta y nueve.
¿Recuerdos?,
todos... En esa época íbamos al mediodía, con las
chirolas justas, a comer pizza a lo de Don Paco, en
Bolaños y Lacarra (imágenes de aquella antigua esquina,
hoy convertida en heladería, ilustran la nota), o a la
Pizzería Universal, la que quedaba (aún hoy subsiste
inmortalizada a través del tema "Moscato, pizza y fainá"
del grupo Memphis la Blusera) en Rivadavia, entre el
cine Júpiter (creo) y la pizzería Antártida (luego "La
Cuyana") que estaba en la esquina de Olivera.
Recuerdo
todo lo que sentía como un chico de provincia que era
metiéndome en un barrio pujante, con tranvías,
autobuses(los primeros Mack, con puertas automáticas, o
los Leylan, o los Berliet) de donde bajaban mis
compañeros...
También
estaba la fonda "La Paloma" en M. Acosta y Alberdi, el
"Café Tarzán" en Lacarra y Directorio, y
fundamentalmente el Parque Avellaneda, con sus
misterios, el trencito, los pájaros, la antigua
residencia Olivera...
Frente a
la escuela había una librería (que aún se conserva) en
la cual mirábamos extasiados la primera "Nestler", un
"regla de cálculo" (instrumento de precisión portatil
que servía para realizar cálculos en una época en que la
calculadora electrónica ni siquiera se soñaba) que aún
tengo.
De las personas que
me marcaron recuerdo al profesor
Suarez, al Sr. Catucci (Jefe de Celadores), al celador
Rivero y al profesor de Dibujo Técnico Sergio Villa
Otero.
Lógicamente también
estaban los personajes
del barrio: Semillita (actor cómico) al cual veíamos
pasar, y al entrañable "CHUENGA" que vendía los
caramelos que el mismo fabricaba y que publicitaba por
su nombre con la inscripción que llevaba en su remera.