DENUNCIAN
XENOFOVIA
El Corralón
Municipal: un poco de historia...
En la manzana
comprendida entre las calles Gaona – Morón – Gualeguaychú y
Sanabria se encontraba el Corralón Municipal que pertenecía a
la Sección Villas de la entonces Municipalidad de la Ciudad de
Buenos Aires. Ahí se guardaban las chatas que servían para
recolectar la basura y los carros que usaba el barrendero.
Por Francis
Lagrecca
Taller de Historia de Floresta, publicado en el Boletín Mayo
2005, Asamblea de Floresta.
· En el
espacio en que hoy se encuentra la plaza de La Victoria estaba
la herrería. El ayudante veterinario José Maugeri, que vivía
en la calle Mercedes, también terminaba su horario de trabajo
pero iba a la tarde a atender a los animales. Había alrededor
de cien caballos pesados. También había caballos percherones
que se usaban para sacar a los carros cuando se empantanaban,
ya que había muchas calles de barro.
·
Recolección de residuos: cada chata tenía un recolector. Se
sumaba, en forma ilegal, una ciruja que se subía al carro en
la esquina de Mercedes y Gaona y que separaba el papel, el
vidrio y el hueso que era utilizado para hacer alguna gelatina
fotográfica, y por supuesto, se apropiaba se cualquier objeto
de valor que por error había sido arrojado con los residuos.
El recolector tenía un fuentón grande con dos manijas en el
que volcaba el tacho que cada familia dejaba en su vereda y a
su vez éste lo tiraba sobre la chata que estaba detenida en
una esquina. La mayoría de los barrenderos era de nacionalidad
italiana y la gente de barrio les decían mussolinos.
El corralón y
el barrio
Algunos
recuerdan que había olor, ya que si bien la basura la llevaban
directo al bajo Flores, en donde estaba la quema, y allí la
volcaban, algunos residuos quedaban y fermentaban. Todos los
días manguereaban las chatas y el piso del corralón estaba
permanentemente mojado. Para algunos esto demostraba limpieza
y afirmaban que no había malos olores, mientras que para otros
era una tarea que se hacía en forma superficial.
¿Lugar
insalubre? Para el barrio el corralón era un negocio y muchos
de los que allí trabajaban habían alquilado en las
inmediaciones, sobre la calle Mercedes y también sobre
Gualeguaychú. Además, hay que recordar que cuando el arroyo
Maldonado (hoy Av. Juan B. Justo) inundaba la zona, el
corralón ayudaba a la evacuación y albergaba a los inundados.
También cuando un carro se caía al arroyo, los bomberos venían
a sacar al caballo, no al carro y aquí también desde el
corralón se prestaban los caballos cuarteadores que tiraban de
la soga.
La
importancia que este predio tuvo y tiene en la comunidad de
Floresta se ve hoy en el esfuerzo realizado por los vecinos
con el fin de recuperarlo para la comunidad. Ya en la década
del 70, cuando con afán privatizador se dejaron abandonados
los camiones Dodge, pertenecientes a la Municipalidad, con la
excusa de que no funcionaban, para darle la concesión de la
recolección a la empresa Maipú se expresó la disconformidad.
Un grupo de trabajadores, cuyo delegado era Luis Labagna, hoy
coordinador del Centro Cultural de Floresta, en oposición al
gremio, decidió la toma del establecimiento y lograron que se
vuelva a municipalizar el servicio.
Fuente:
Asamblea de Floresta
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