Vecinos proponen
actividades para lograr su reapertura integral
Biblioteca
Rafael Obligado
11/10/2023
- Un grupo de
vecinas y vecinos de la biblioteca pública Rafael Obligado,
situada en el barrio de Villa Santa Rita, presentó ante el
gobierno porteño una propuesta con más de 20 actividades
culturales vinculadas a la literatura, para reactivar el
funcionamiento de ese espacio que permaneció cerrado por más
de tres años. La iniciativa fue enviada a la Dirección
General de Promoción del Libro, Bibliotecas y la Cultura, a
cargo de Carla Artunduaga, y abarca a la biblioteca del
Pasaje Crainqueville 2.200, que reabrió parcialmente sus
puertas en junio pasado, tras un extenso cierre por la
pandemia, pero solamente para el servicio de retiro de
libros.
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La intención
de un grupo de Vecinos del Barrio Santa Rita es la de lograr
que la biblioteca de su barrio se reactive a través de la
implementación de un programa con más de 22 propuestas
gratuitas abiertas a la comunidad, a cargo de 14 talleristas.
La idea es apostar a “enriquecer la oferta cultural en
nuestro barrio”. |
Según contaron a Télam, el
edificio donde funciona la
biblioteca que fue
inaugurada en 1940, registra
problemas de
infraestructura, generados
en los años de clausura, por
lo cual solo está habilitado
un sector de la planta baja
y permanece sin acceso el
primer piso, una sala de
lectura y un sector
destinado a clases de apoyo
escolar.
Si bien el gobierno
porteño inició un plan de arreglos, las vecinas y vecinos
manifestaron que “las reparaciones están tomando más tiempo
que el deseado y aún no hay confirmación de apertura
integral”.
La biblioteca está
situada en un pasaje del denominado barrio Nazca, que
pertenece a Villa Santa Rita, y forma un grupo de
residencias con las mismas características arquitectónicas
que tiene su origen en la década de 1920 cuando la compañía
Construcciones Modernas levantó cinco complejos de "Casas
Baratas" en diversas zonas de la Ciudad de Buenos Aires.
Según recordaron los
vecinos, cada uno de los cinco lugares elegidos por
entonces, entre los cuales también estuvieron polígonos de
los barrios de Liniers y Floresta, debían contar con una
plaza destinada al esparcimiento, así como también una
biblioteca pública.
Así fue como el 4 de
setiembre de 1940 abrió sus puertas el Centro de Lectura
Rafael Obligado para la consulta de libros, así como también
se convirtió, tiempo después, en un espacio para las clases
de apoyo escolar, lo cual revitalizó el lugar que había
mermado su actividad debido los avances tecnológicos que
impactaron en la cantidad de visitas.
Fuente:
TELAM