Una muestra en la
Biblioteca Nacional rescata el surrealismo argentino
Surrealismo Argentino
09/11/2023
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La
exposición "Una ola de sueños. Experiencias del surrealismo
en Argentina", que abrió sus puertas en el tercer piso de la
Biblioteca Nacional, despliega ejemplares de libros,
revistas, dibujos y documentos personales de distintos
poetas y artistas locales que dan cuenta de la trayectoria
del movimiento surrealista en nuestro país, sus inicios, sus
retiradas y resurgimientos sucesivos. Entre
el material exhibido podemos ver un ejemplar de la
revista Idilio, de 1949, que exhibe uno de aquellos
fotomontajes que hacía Grete Stern para narrar los sueños de
las lectoras, en este caso de una mujer parada sobre un
planeta en el espacio sideral, un libro de poemas de Aldo
Pellegrini, el promotor más importante de este movimiento
en nuestro país.
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En la muestra
podemos disfrutar de otras joyitas tales como el guión de
"El perro andaluz" con texto y dibujos de Luis Buñuel y
Salvador Dalí. "No diga: es absurdo. Sería absurdo" o "Abre
la puerta, la única puerta. La puerta del sueño", son
algunas de las frases en agigantada tipografía que se pueden
leer sobre la pared de la sala del tercer piso. |
En
la exhibición montada en territorio de la Biblioteca
Nacional también podemos apreciar
ilustraciones
del diseñador Máximo Fiori que entre hombres con cabezas de
animales, seres marinos, niños dentro de flores y especies
mitológicas custodian los documentos que hacen a la
exposición.
La muestra se
propone recorrer la trayectoria del surrealismo en Argentina
y la del grupo que lo promovió (con
el poeta Aldo Pellegrini a la cabeza, que fue el promotor
más importante en la poesía del surrealismo en nuestro país)
pero también recuperar las características estéticas e
ideológicas de esta vanguardia, a través del acervo de la
Biblioteca y el aporte de archivos y colecciones privadas.
"A fines de la
década del 20, a la luz de la experiencia surrealista
francesa iniciada en 1924 por André Breton, un grupo de
jóvenes estudiantes de medicina, con Aldo Pellegrini a la
cabeza, ensayó tempranamente un programa surrealista
argentino en las páginas de la revista Que (1928 y 1930).
Pasarían veinte años hasta que, en 1948, aquel gesto
inaugural de escasa repercusión reflotara con decidido vigor
en la escena local, en una serie de revistas, editoriales y
poemarios de expresa filiación surrealista", se lee apenas
ingresar a la muestra que toma su nombre, justamente de uno
de los manifiestos inaugurales del surrealismo francés.
"En 1926,
luego de leer el manifiesto francés de 1924, Aldo Pellegrini
-que dedicó su vida a este movimiento-, conforma un grupo
con estudiantes de medicina con el que empezaron a hacer
experimentos de escritura automática, relatos de sueños.
Este es el primer capítulo de la historia del surrealismo en
Argentina", cuenta a Télam el licenciado en Letras Mauro
Haddad, curador de la exposición junto con Candela Perichon.
Luego de las
publicaciones surrealistas que aparecen en Argentina en 1928
y 1930 "hay un salto hasta el año 1948 -cuando resurge el
movimiento- en los que parece que no hubiera pasado nada. Lo
que pasó, es que las décadas del 30 y 40, hubo muchas
publicaciones periódicas como Sur o Proa, en las que se
publicaron noticias sobre el surrealismo, es decir, se
produjo la recepción del surrealismo francés en esas dos
décadas. Y se institucionaliza el psicoanálisis en
Argentina, donde está la base de muchas ideas del
surrealismo", relata Haddad.
Estos veinte
años, en palabras del curador, "fueron generando las
condiciones de recepción del movimiento -que tuvo cierta
resistencia al principio- para que después pudiera servir
ese grupo más consolidado en la década del 40, cuando
resurge el movimiento surrealista. Ya se había conformado el
Grupo Orión a fines de los 30, aparece la revista Ciclo
dirigida por Enrique Pichón Riviere, diseñada por el artista
Tomás Maldonado, las pinturas de Battle Planas, se publican
poemas de Oliverio Girondo", enumera.
Fue en 1939,
cuando el Grupo Orion, integrado por poetas y pintores,
organizó en Buenos Aires una exposición de pinturas
vinculadas al movimiento surrealista que, aunque tuvo escasa
repercusión en los medios, dejó su influencia en las
generaciones siguientes.
A fines de los
40 y en los sucesivos años 50 y 60 surgieron muchas otras
revistas surrealistas como Ciclo, A partir de Cero, Letra y
Línea, Boa, Cero, La Rueda y Talismán: "Mientras la segunda
posguerra fracturaba al surrealismo francés, enfrentando a
sus líderes, y la crítica auguraba su agotamiento, llegaba
el tiempo para su proyección en América", se lee en la sala
expositiva.
Estas revistas
fueron creadas y editadas por un grupo de poetas que además
iban en paralelo produciendo su obra poética, como Aldo
Pellegrini, Enrique Molina, Francisco Madariaga, Julio
Llinás, Juan José Ceselli, Juan Antonio Vasco, Carlos
Latorre, Olga Orozco y Vicente Zito Lema, quien fue muy
importante además a la hora de recuperar la figura de Jacobo
Fijman -a quien compraban con Antonin Artaud-, para muchos
otro de los precursores del movimiento artístico a nivel
nacional.
"El principio
fundamental que rige la creación surrealista es el de la
libertad absoluta, por lo que en el proceso de la obra de
arte entra en juego la más libre de todas las facultades del
hombre: la imaginación", escribió Aldo Pellegrini en el
catálogo de la muestra "Surrealismo en Argentina", que tuvo
lugar en el Instituto Di Tella en 1967, un ejemplar exhibido
en sala que también da cuenta de cómo la influencia del
movimiento se extendió entre la literatura y las artes
visuales hasta finales de los 60.
La muestra
incluye también dibujos de Juan Batlle Planas, de Juan
Andralis -una de las figuras más singulares del surrealismo
argentino- y de Miguel Ángel Bustos, algunos de los cuales
nunca antes fueron exhibidos al público, y una serie de
cartas -transcriptas sobre la pared-, documentos personales
e ilustraciones que dan cuenta del vínculo entre los
principales referentes del grupo surrealista argentino, un
movimiento que en su avanzada llegó a salpicar a figuras
como Alejandra Pizarnik o Julio Cortázar, cuyos ejemplares
también se exhiben aquí.
Una de las
vitrinas, por ejemplo, está dedicada a la editorial
Argonauta, un proyecto editorial que rescató y publicó a
algunos de los precursores del surrealismo francés en
nuestro país; en otra hay ejemplares de libros del Conde de
Lautréamont, el poeta montevideano que representó un
antecedente importante para los surrealistas locales, o
algunos collages de la época, la técnica privilegiada del
movimiento por permitir la yuxtaposición en el mismo plano
de elementos disímiles.
"Todas las
noches -escribieron los curadores- plegamos nuestros
párpados y proyectamos en las paredes de nuestros cerebros
que sueñan imágenes involuntarias y antiguas. Esos
materiales inconscientes fueron para el surrealismo el
manantial de la más pura poesía. Esta exposición propone
recuperar las manifestaciones artísticas que hicieron de la
búsqueda de esas imágenes -y de las palabras que intentaron
atraparlas- el punto de partida para sus creaciones".
La exhibición
"Una ola de sueños. Experiencias del surrealismo en
Argentina" se puede visitar hasta el 31 de marzo de 2024, de
lunes a viernes de 9 a 21 hs y
sábados y domingos de 12 a 19 hs en
la sala Juan L. Ortiz de la Biblioteca Nacional, Agüero
2502, con entrada libre y gratuita.
Mercedes Ezquiaga
Fuente:
Telam
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