"Me sobrepasa.
No puedo ser responsable
de todas las vidas
que tiene"
"Garage
Olimpo"
30/08/2023
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Basada en
su experiencia y en el relato de exdetenidos-desaparecidos,
Marco Bechis estrenó "Garage Olimpo" en 1999 y 24 años
después regresa a la Argentina para presentar su primera
novela "La soledad de un subversivo" y entre otras
actividades volverá a presenciar la proyección de la
película por la que recorrió festivales, cosechó premios y
lo siguen convocando desde escuelas y espacios culturales.
Protagonizada por Chiara Caselli, Dominique Sanda, Antonella
Costa, Enrique Piñeyro (también coproductor del film) y
Carlos Echevarría, la película tiene como protagonista a
María, una militante que será secuestrada en el centro
clandestino de detención denominado "Garage Olimpo".
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"Ya no es mía,
es una película que me sobrepasa, no puedo ser responsable
de todas las vidas que tiene. La hice pero después empezó a
caminar sola. Evidentemente tenía buenas características",
dice Bechis sobre la que es un de sus películas y se suma
una lista en la que también están "Alambrado", e "Il rumore
della memoria", entre otras. |
"Garage Olimpo" se proyectará hoy, miércoles, en el Malba
(Av. Presidente Figueroa Alcorta 3415) después de la
presentación de la novela que será a las 18.30 hs con
entrada libre y gratuita y en la que el autor estará
acompañado por la escritora Mariana Eva Pérez, la
investigadora Daniela Slipak y el historiador Federico
Lorenz
-T:
¿Imaginaste el camino inverso: si la novela puede dialogar
con "Garage Olimpo", hacer una película a partir de esta
novela?
-M.B.: Tengo
un guión. Algunos me aconsejaron hacer una serie sobre este
libro.
-T: ¿Estás
dispuesto a dirigirla?
-M.B.: Si me
lo proponen, vemos. Lo que escribí es un guión sobre la
segunda parte del libro y cuenta la historia de un
sobreviviente como yo pero que le pasaron cosas diferentes a
las que me pasaron a mí. Tuve la suerte de no denunciar a
nadie, estuve desenganchado, no era orgánico a ninguna
estructura, aunque convivía con gente que estaba en esa. En
cambio este personaje era un cuadro y cuando lo agarran,
bajo tortura, habla y a raíz de sus informaciones caen
otros. Entonces su historia es mucho más compleja porque
tiene más que el peso de haber sobrevivido y los demás no.
Mi pregunta es dónde está el límite entre el traidor y la
víctima. Para mí somos todos victimas, pero eso hay que
analizarlo mejor en una película.
-T: Pasaron 24
años del estreno de "Garage Olimpo", ¿qué balance hacés?
-M.B.: Me
entusiasma la proyección en el Malba porque será en
celuloide y es como ver un cuadro en un museo, en vez de
mirar un libro con un cuadro. Con esa película me pasa que
ya no es mía, es una película que me sobrepasa, no puedo ser
responsable de todas las vidas que tiene. La hice pero
después empezó a caminar sola. Evidentemente tenía buenas
características. En Italia me pasa que me llaman mucho de
las escuelas, la gente que la ve es como si hubiese sido
hecha ayer. Eso es un misterio para mí pero tiene que ver
con el lenguaje porque mi pregunta fue nadie hizo un
documental sobre un campo de concentración, no se puede
filmar lo que pasa allí. No hubo de los campos nazis, ni
hubo en la Argentina. Entonces haber planteado la película
como un documental pero con la técnica de la ficción fue muy
importante.
-T: ¿Cómo fue
ese proceso?
-M.B.: Tenía
que encontrar un dispositivo cinematográfico que fuera
nuevo. Si yo agarraba el guión, elegía a los actores y
actuaban estudiando el guión escrito, hubiese salido otra
cosa. En cambio, me inventé un sistema. Primero elegí
actores que me parecían buenos y no tenían nada que ver con
la popularidad. Les dije a los 12 actores elegidos que,
antes de tener el guión, había un proceso de preparación de
personajes que estaba a cargo de un exmontonero que había
sido marino y tenía formación militar. Durante un mes y
medio este señor los obligó a marchar, a tener preparación
militar, les enseñaba cómo entrar a una casa, cómo agarrar a
un tipo. Cuando empezó la película, en la escena del
secuestro de María normalmente un director dice "ponete vos
allá, vos acá", yo pregunté a los que actuaban como
integrantes de la patota "¿por dónde entran?", ellos no
sabían nada del guión pero ya eran una patota y explicaban
el uso del espacio. Entonces dije "pongo la cámara acá". Esa
técnica me ayudó a neutralizar el carisma de esos
personajes, quería que no fueran carismáticos siendo grandes
actores para ellos fue el doble de difícil.
Fuente:
Telam
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