EL AHORRO DE LA
ENERGÍA EMPIEZA POR LA CLIMATIZACIÓN
Día del Ahorro
de Energía
23/10/2022
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La
energía es un factor determinante para la climatización y el
confort en la habitabilidad de una vivienda. Es indiscutible
que el uso de los aparatos de climatización
(para frío o calor) permite
dar mayor confort al interior de las viviendas; sin embargo,
esta adecuación resulta ser un
gasto económico excesivo, tanto por la inicial instalación
como por su posterior consumo y necesario mantenimiento. Con
el verano a la vuelta de la esquina, resulta indispensable
empezar tomar los recaudos para no llegar a consumos
extremos de energía sin perder el confort térmico. El 21 de
octubre, Día del Ahorro de Energía, fue una
buena fecha para reflexionar
sobre el confort, la economía y el ambiente.
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El 50% del
consumo de energía en los hogares de la Argentina está
dedicado a la climatización de los ambientes.
Por esta razón, la mejora del aislamiento térmico de
la envolvente es uno de los puntos más importantes para
reducir la demanda de energía para calefacción
y para el acondicionamiento en general. |
Las temperaturas
interiores de la vivienda deben ser equilibradas para
proteger a los residentes de los efectos nocivos del frío o
el calor. Según el Barómetro de Hogares Verdes y Saludables.
estudio realizado por Argentina Green Building Council (AGBC)
- ONG líder a nivel regional en el desarrollo y gestión de
estrategias que buscan acelerar la sustentabilidad y
fomentar la transformación en el sector de la construcción
del país (con el propósito de conocer
la calidad de los hogares en el país y el cumplimiento de
los requisitos necesarios para contribuir positivamente en
la salud de las personas), el 36% de
los encuestados perciben disconfort térmico tanto en verano
como en invierno.
“La conservación de una
temperatura de confort supone que las construcciones no sean
costosas de calentar ni de enfriar, ni tengan moho y hongos
en las paredes o condensación en las ventanas”, comenta
Guillermo Simón Padrós, CEO de AGBC. La incidencia de la
aislación térmica de la envolvente en el confort térmico de
una vivienda es muy alta, ya que mejora la calidad de vida
de los ocupantes y optimiza el ahorro de energía reduciendo
la factura. Parte de los resultados obtenidos del estudio
mostraron que casi el 23% de los encuestados tiene los
ambientes muy fríos en invierno y el 14% muy calurosos en
verano.
Los controles de
temperatura en los sistemas de calefacción, refrigeración y
ventilación deben ser fáciles de usar y comprender, lo que
permite a los ocupantes ajustar las temperaturas y las tasas de
ventilación para adaptarse a sus preferencias.
Solo el 36% de los
consultados reportó tener equipos con termostatos. Además, la
mitad de las personas que tienen un equipo de aire
acondicionado, respondieron usarlo alternativamente para
calefaccionar la vivienda, lo que refleja que el sistema
primario de calefacción instalado no satisface la temperatura de
confort térmica.
Finalmente, el 13% de los
encuestados respondieron tener sistemas de medición individual
de consumo de calefacción, lo cual permite distribuir los costos
de este servicio en base a los consumos reales, posibilita la
gestión energética, tener menor requerimiento de gas y menores
costos de instalación.
En cuanto a la eficiencia
para calentar un ambiente, los sistemas de aire acondicionado
frio-calor mini split (los más usados en viviendas) son mejores
que otros sistemas de calefacción por aire, como caloventores,
en una relación de 3 a 1. La pérdida de calor producida en las
uniones de elementos constructivos (puentes térmicos) y en las
fugas de aire (hermeticidad) se podría evitar con sistemas de
ventanas de aluminio (con ruptura de puente térmico) y con
vidrio doble; de los encuestados, solo el 21,8% tiene doble
vidrio hermético.
“La suba de tarifas es un
tema de agenda para toda la sociedad y la rehabilitación
energética de viviendas se convierte en la fórmula para reducir
nuestras facturas de energía, mejorar nuestra salud, confort y
bienestar”, agrega Simón Padrós. “La renovación es una
oportunidad para una gran cantidad de argentinos que no pueden
permitirse mantener su hogar adecuadamente confortable y
saludable”, finaliza.
Frente a este contexto y
particularmente en Argentina, resulta inevitable preguntarse si
los hogares están preparados para habitarse y si cuentan con la
eficiencia energética adecuada. La eficiencia energética puede
definirse como la optimización del consumo energético para
alcanzar unos niveles determinados de confort y de servicio, por
ejemplo, ajustando el consumo de electricidad a las necesidades
reales de los usuarios o implementando mecanismos para ahorrar
energía evitando pérdidas durante el proceso. El diseño de la
envolvente es la clave de la eficiencia energética. Las pequeñas
infiltraciones de aire a través de las ventanas, percibidas en
un 70,4% da cuenta de la ineficacia de las aberturas instaladas
en buena parte de las viviendas, teniendo en cuenta que en
conjunto las ventanas, paredes, techos y pisos representan más
dos terceras partes del total de las infiltraciones de una
vivienda
En un país, disponer de un
nivel adecuado de eficiencia energética permite aumentar la
seguridad de que existirá un abastecimiento de energía
suficiente para toda la población.