“El punto de partida
es definir la obesidad como una enfermedad”
Día Mundial de
la Obesidad
05/03/2022
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En el día de
ayer, 4 de marzo, se celebró en todo el mundo el "Día
de la Obesidad", una jornada que busca darle visibilidad a
esta enfermedad que crea múltiples problemas, transtornos y
complicaciones a quien la padecen. Según la última Encuesta
Nacional de Factores de Riesgo de 2019, una de cada cuatro
personas padece obesidad en nuestro país.
La obesidad es una enfermedad compleja desencadenada por
causas interrelacionadas, pero a pesar de estas
complejidades, la mayor parte del discurso público actual es
simplista y culpa únicamente al individuo.
En esta nota, la Lic. María Laura Oliva, docente de
la Licenciatura en Nutrición de la Universidad Austral,
nos
comparte algunos
conceptos.
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"La obesidad no es
simplemente una consecuencia inevitable de una sociedad cada
vez más sedentaria y con malas elecciones alimentarias; es
una condición de la vida moderna pero que se podría atenuar,
generando un gran beneficio tanto para la salud individual
como colectiva", comenta la Dra. y docente
María Laura Oliva. |
Definir la obesidad como una enfermedad es el punto de
partida para tratarla, entenderla y prevenirla, ya que
aumenta la responsabilidad del estado y la sociedad para
aplicar intervenciones y promover una salud óptima. Las
intervenciones preventivas y como parte integral del proceso
de tratamiento, ayudan a reducir el riesgo de volver a ganar
peso.
La obesidad es una enfermedad compleja desencadenada por
causas interrelacionadas, desde la genética hasta los
sistemas alimentarios disfuncionales. A pesar de estas
complejidades, la mayor parte del discurso público actual es
simplista, se centra en el mantra "come
menos, muévete más" y culpa
únicamente al individuo.
En este sentido, es importante visibilizar el estigma del
peso que sufren las personas con obesidad, es decir, los
actos discriminatorios e ideológicos debido a su peso y
tamaño. Las creencias e ideologías estigmatizantes pueden
dar lugar a actos estigmatizantes. Entender a la obesidad
como una enfermedad puede cambiar el discurso público sobre
la culpa del enfermo y las percepciones en los profesionales
de la salud, fomentando una mayor empatía con los pacientes.
El prejuicio sobre el peso también existe en los medios de
comunicación y el marketing. Los productos para adelgazar se
centran en la responsabilidad personal, lo que perpetúa aún
más la creencia de que el aumento o la pérdida de peso está
totalmente en manos del individuo. Este encuadre de la
obesidad como una responsabilidad puramente personal también
se puede ver en las campañas de salud pública que se enfocan
únicamente en el esfuerzo por los cambios de comportamiento.
Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de
2019, una de cada cuatro personas padece obesidad en nuestro
país. Los profesionales de la nutrición, pilar fundamental
de la prevención y tratamiento de la obesidad, consideramos
que para guiar a las personas que la padecen y modificar
estas cifras alarmantes, debemos enfatizar en aquellas
políticas que abordan los determinantes comerciales de la
salud. Algunas estrategias recomendadas a nivel mundial
aconsejan priorizar las medidas regulatorias y fiscales
basadas en la población, que incluyen: restricciones de la
comercialización de alimentos y bebidas dirigida a niños,
impuestos a las bebidas azucaradas, etiquetado frontal del
paquete, limitar el tamaño de la porción y el paquete y
acceso a un espacio seguro para la actividad física.
A nivel individual, es primordial concebir la obesidad desde
su naturaleza, circunscribiéndola a la persona y su entorno,
permitiendo que se haga partícipe. Así, buscar
intervenciones personalizadas, humanizadas, con respaldo
científico, que le permitan a la persona optar por un estilo
de vida más saludable en un entorno más amigable y seguro.
Las políticas públicas son necesarias para ayudar a
disminuir el creciente número de personas con obesidad,
permitiendo al individuo tomar la decisión de hacer un
cambio a estilo de vida más saludable.
Por Lic.
María Laura Oliva
Docente Licenciatura en Nutrición
Facultad de Ciencias Biomédicas
Universidad Austral
Fuente:
Prensa Universidad Austral