luego de su
puesta en valor
Visitas a la
Confitería del Molino
11/07/2022
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La Confitería del Molino reabrió sus puertas al público
luego de concluidos los trabajos de restauración que le
devolvieron el brillo que lució en sus mejores épocas. El
viernes 8 de julio, el histórico bar de la Ciudad volvió a
recibir a los vecinos y vecinas luego de la puesta en valor
de su fachada, cubierta
y cúpula. De la obra, que se inició hace cuatro años,
participó el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana
porteño, junto al Gobierno Nacional y al Congreso de la
Nación. La confitería del Molino fue inaugurada en 1917 y
declarada Monumento Histórico 80 años después. Las visitas
son gratuitas pero requieren de inscripción previa via web.
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Las visitas
son con entrada gratuita e inscripción
previa y en recorridos de 40 minutos, durante los
cuales se podrá acceder a la planta baja, el primer piso, el
subsuelo y la azotea. Los cupos para la primer visita se
agotaron rápidamente. El próximo 18 de julio se abrirá una
nueva convocatoria para visitar la Confitería el 21 del
mismo mes. |
El Gobierno porteño, a
través del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana,
se ocupó de la puesta en valor de la fachada, cubierta y
cúpula. La primera se limpió mediante nebulización, un
proceso que logra un lavado profundo sin dañar la
estructura, además de la colocación de material similar al
original para construir los dibujos de los balcones y la
reposición del faltante. A su vez, se mejoró la iluminación
exterior.
Para la
cubierta, por su parte, más allá del trabajo de limpieza, se
realizó la nivelación de los pisos, así como el recambio de
baldosas, revoques y carpintería.
La
restauración de la cúpula implicó la reposición de piezas
cerámicas, ornamentaciones, carpintería y revoques.
Asimismo, fueron colocados los leones alados, que no estaban
cuando se inició la obra y se trabajó con fotos históricas
(algunas provistas por vecinos de la zona) y tecnología de
modelado 3D para su recuperación.
Historia de la Confitería del Molino
La Confitería
del Molino fue inaugurada en 1917 por Constatino Rossi y
Cayetano Brenna, ambos reposteros italianos, y bautizada de
esa manera porque enfrente, en la Plaza del Congreso,
funcionó el primer molino harinero de Buenos Aires.
La
construcción del edificio, de 5000 metros cuadrados y uno de
los más altos de la Ciudad, fue hecha con todo el material
importado de Italia y le fue encargada al arquitecto
Francesco Gianotti, quien también estuvo a cargo de la
Galería Güemes, en la calle Florida.
En 1930,
durante la dictadura que derrocó al presidente Hipólito
Irigoyen, la Confitería fue incendiada y reconstruida un año
después. La muerte de Brenna, en 1938, significó el fin de
la Belle Époque. Desde entonces, pasó por distintas manos
hasta que se produjo su quiebra, en 1978.
Mediante un
decreto, en 1997, cuando cerró sus puertas, fue declarada
Monumento Histórico Nacional y, tres años más tarde, fue
considerada Patrimonio Histórico del Art Nouveau y la
vanguardia de la Belle Époque por la UNESCO.
En 2014, el
Congreso Nacional sancionó la ley 27.009 y se procedió a la
expropiación de la Confitería del Molino. Desde 2018, el
órgano legislativo, así como el Gobierno nacional y la
Ciudad de Buenos Aires, iniciaron la restauración del
inmueble que este viernes reabre sus puertas.
Carlos Davis
Fuente:
Pre
nsa
Ministerio de Espacio
Público e Higiene Urbana de la CABA