la Ciudad sumó 61
guardaparques durante la pandemia
Nuevos
guardaparques
28/02/2022
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La ciudad
de Buenos Aires sigue adelante con su plan de protección de
los espacios verdes a través del equipo de guardaparques
porteños. La cifra de agentes se duplicó en los últimos años
y el rol de estos cuidadores en las áreas de convivencia es
celebrado por vecinos y vecinas. Este personal especializado
supervisa el cuidado y mantenimiento de las infraestructuras
y la seguridad de niños y adultos en casi 200 espacios
verdes. Lejos de perderse, este oficio se consolida en el mapa
porteño, a través de la incorporación y capacitación del
personal, que fue integrado al sistema de seguridad con la
sanción de la Ley 5688, que los califica como agentes de
calle de la Ciudad.
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Los agentes son anfitriones y protagonistas de las
historias de las plazas. Atentos al respeto de las normas de
convivencia y en comunicación permanente con el Sistema
Integral de Seguridad, estos servidores públicos trabajan
para que los espacios verdes sean ámbitos seguros, amigables
y accesibles para los ciudadanos. |
“Los guardaparques verifican el uso responsable de todos
los espacios como así también el normal funcionamiento de
los juegos y toda la infraestructura puesta para el disfrute
de los vecinos”. afirmó Julia Domeniconi, secretaria de
Atención Ciudadana y Gestión Comunal. “La tarea que realizan
es fundamental, no sólo porque cuidan los espacios verdes
sino también porque están pendientes de la seguridad de
nuestros vecinos” concluyó Domeniconi.
La Subsecretaría de Gestión Comunal coordina con las
comunas el funcionamiento de este servicio a la comunidad.
“Mensualmente se asiste a los guardaparques en sus espacios,
se valoran las aptitudes de servicio, se realizan
relevamientos oculares, se coordinan y acompañan diferentes
eventos que se realizan en el espacio, y se promueven
capacitaciones”, agregó Máximo Da Rocha, supervisor general
del conjunto de las tareas.
Los agentes trabajan en horarios rotativos a lo largo de
la semana, de mañana y de tarde. Valeria Derrico, de 51
años, lleva cuatro como guardaparques. Se mueve por cinco
espacios verdes del barrio de San Cristóbal, en la Comuna 3:
las plazoletas Brontes, Elizalde y Canaro, el canil de
Rincón y Cochabamba y el interbloque de edificios ubicado en
Pavón y Sarandí. Por su experiencia, afirma: “Si bien nos
movemos por los mismos lugares, cada día es diferente. La
gente se acerca mucho a hablar y a contarnos sus
inquietudes, y los chicos que frecuentan la plaza son muy
cariñosos”.
Muchos de los cuidadores pasan a desempeñar una labor
social en el intercambio diario con los vecinos. “En muchos
casos, conocen los nombres de quienes frecuentan las plazas
y hasta se los hace partícipes cuando algunos fallecen. En
muchos casos son reconocidos por los familiares e invitados
a despedir al difunto. Eso es algo que viven muy seguido”,
cuenta el supervisor. Y destaca: “Esto es muy particular,
puesto que no muchas veces se logra este tipo de vínculo
entre un servidor público y el vecino”.
A sus 30 años, Germán Baragiola lleva cinco como
guardaparques y se encarga de inspeccionar los espacios
verdes de la Comuna 7 distribuidos entre Flores y Parque
Chacabuco. “Me gusta esta posibilidad de poder estar al aire
libre, conocer diferentes plazas que quizás nunca habría
visitado, el contacto con las personas y resolver sus
inquietudes. Muchas anécdotas me han sucedido en estos años,
algunas con situaciones de riesgo, pero en las que pude
asistir a los vecinos. Y eso es algo que te llena
muchísimo”, expresa el joven agente.
“Los guardaparques tienen la responsabilidad de dar aviso
inmediato cada vez que se produce una situación de riesgo,
por ejemplo si existe una rama con peligro de caída o un
cable fuera de lugar. También aportan ideas y reciben las
sugerencias de los vecinos para mejorar la limpieza o dar
aviso a alguien si lleva su perro suelto. La finalidad es
lograr que se respeten las normas en armonía y concientizar
a la gente”, destaca Florencia Valia, directora general de
Espacios Verdes de la Ciudad.
La Ciudad desarrolla un plan que tiene como objetivo
cubrir la mayor cantidad de plazas con este servicio que
cuida tanto a los espacios como así también a los vecinos,
puesto que los guardaparques representan una de las
principales figuras a las que recurren los porteños en un
espacio verde. Son un nexo directo indispensable entre las
necesidades del vecino y las autoridades comunales.
Los guardaparques disponen de telefonía móvil que les
permite estar conectados en tiempo real a través de los
sistemas de geolocalización (GPS) y geogestión (AGPS). Con
esta herramienta, envían alarmas que registran de manera
inmediata su ubicación y reclamo, y permiten que el personal
autorizado les brinde una respuesta o eleve el pedido al 911
en los casos en que sea necesario. Bajo este esquema se
articula la labor de los guardaparques con el resto de las
fuerzas de seguridad.