Martes 3/5, 16 hs
-
Galería Güemes
- Cupo 20 personas -
El punto de
encuentro se enviará
por correo
electrónico - A
cargo de: Arq.
Delfina Patron
Arrussi - Para
inscribirnos debemos
hacer
click aqui.
Jueves 5/5, 16 hs -
Fundación Cassará
- Cupo 30 personas -
El punto de
encuentro se enviará
por correo
electrónico - A
cargo de: Guía de
Turismo Daniel Vega
- Para inscribirnos
debemos hacer
click aqui.
Miércoles 11/5, 16
hs -
Barranca Paseo del
Bajo
- Cupo 30 personas -
El punto de
encuentro se enviará
por correo
electrónico - A
cargo de: Arq.
Néstor Zakim y
Arq.Mónica Sanjurjo
- Para inscribirnos
debemos hacer
click aqui.
Viernes 13/5, 16 hs
-
Basílica Santa Rosa
de Lima
- Cupo 30 personas -
El punto de
encuentro se enviará
por correo
electrónico - A
cargo de: Guía de
Turismo Daniel Vega
- Para inscribirnos
debemos hacer
click aqui.
Martes 17/5, 16 hs -
Galería Güemes
- Cupo 20 personas -
El punto de
encuentro se enviará
por correo
electrónico - A
cargo de: Arq.
Delfina Patron
Arrussi - Para
inscribirnos debemos
hacer
click aqui.
Viernes 27/5, 16
hs -
Chalecito Díaz
- Cupo 20 personas -
El punto de
encuentro se enviará
por correo
electrónico - A
cargo de: Arq.Néstor
Zakim y Arq.Mónica
Sanjurjo - Para
inscribirnos debemos
hacer
click aqui.
Solo podrá asistir
quien haya
completado la
inscripción.
Historia de la
Galería Güemes
La Galería Güemes, al
igual que otras Galerías de fin del siglo XIX y principios
del XX, fue concebida al estilo de los grandes espacios
europeos, que eran lugares de encuentro, de esparcimiento y
donde, además de las compras, sucedían acontecimientos
sociales; eran los predecesores de los actuales shoppings.
El edificio Galería
Güemes es considerado uno de los primeros rascacielos de
Buenos Aires con sus 87 metros de altura. Al
visitante de aquellos años lo sorprendía la variedad de usos
y funciones que albergaba en su interior. En el subsuelo un
teatro y un importante salón de eventos y restaurante. En la
planta baja la Galería con locales comerciales y variada
gastronomía. Desde el primer piso oficinas, y a partir del
6º nivel se encontraban los departamentos totalmente
amueblados que se alquilaban temporalmente. Al llegar al
piso 14º se encontraba uno frente a la confitería que tenía
vistas a la ciudad y donde sonaban los acordes de una
orquesta que tocaba desde un balcón interno del salón.
Cuatro niveles más arriba el mirador, punto más alto de la
ciudad durante varios años con una vista única de 360 grados
en pleno centro de la ciudad.
Todo ello acompañado
por alardes técnicos como ascensores capaces de recorrer 140
metros en 60 segundos, sistemas contra incendios que
bombeaban hasta 24 mil litros por hora y que eran activados
a través de alarmas eléctricas ubicadas en la planta baja y
los subsuelos. Los distintos sectores contaban con
refrigeración, calefacción y ventilación forzada, y hasta
fue comidilla por indiscreto el tablero luminoso que
informaba acerca de la ocupación de las oficinas.
Un sistema de tubos
neumáticos servía de correo interno del edificio.
No menos impacto causó
la combinación de iluminación natural y artificial de la
bóveda y la broncería del pasaje, o los detalles de
broncería de los escaparates y de las puertas de los
ascensores.
El teatro contaba con
butacas montadas sobre una losa de hormigón armado que, a su
vez tenía apoyo pivotante capaz de cambiar la pendiente de
la sala.
El conjunto causaba una
impresión verdaderamente futurista teniendo en cuenta que
corría el año 1915.
Los promotores de la
obra fueron los salteños Emilio San Miguel y David Ovejero,
dueños de gran fortuna y propietarios de la casona de 1830
que había en el terreno sobre Florida. Al principio se pensó
en realizar la obra tan sólo sobre esta calle, pero luego se
sumó al proyecto el Banco Supervielle, propietario del lote
que miraba a San Martín. Se optó entonces por un
edificio-pasaje que conectara ambas calles mediante una
Galería de 116 metros.
El emprendimiento fue
encomendado al arquitecto italiano Francisco Terencio
Gianotti. La Galería Güemes fue considerada una de las obras
cumbres de Art Noveau.
La construcción comenzó
en 1913, y debió afrontar no pocos problemas, pues sus
propietarios quedaron en bancarrota por el costo de la obra
que subió de 10 a 15 millones de pesos fuertes, situación
agravada cuando un submarino alemán hundió el barco que
traía los mármoles italianos para la fachada sobre Florida y
otros costosos elementos para su terminación.
El nombre del edificio,
rinde homenaje al máxime héroe de la provincia de Salta,
General Martín Miguel de Güemes. El 15 de Diciembre de 1915,
la inauguración fue organizada por el Círculo de la Prensa y
a ella asistieron el Presidente de la Nación Dr. Victorino
de la Plaza (de origen Salteño), otras autoridades y
descendientes del General Güemes.
Fundación Pablo Cassará
El
18 de junio de 1984, en la ciudad de
Buenos Aires, se crea, en memoria de Don
Pablo Cassará, la entidad de bien
público Fundación Pablo Cassará con el
objeto de realizar una obra de interés
general destinada al desarrollo de la
medicina y las ciencias biológicas,
colaborando para ello con la
investigación, la enseñanza y
capacitación.
Los
directivos tuvieron como primer
propósito contribuir al desarrollo de la
medicina para ayudar a las clases menos
favorecidas y como segundo propósito el
de impartir la enseñanza de la medicina
y ciencias biológicas a todos los que
conformaron las nuevas generaciones
médicas y científicas colaborando para
ello con la investigación y capacitación
médicas.
El
edificio en donde funciona uno de los
Institutos de la fundación en sus
orígenes fue un hotel, luego funcionó la
compañía de seguros Los Andes y en sus
últimos días antes de permanecer
abandonado fue una pensión precaria. Se
trata de una tipología de patio central,
con coronación con mansarda y cúpula
aguja. El edificio estaba totalmente
destruido, pero aun así se trataron de
conservar la mayor cantidad de
elementos. Se retiraron todas las
carpinterías para acondicionarlas, se
recuperó la símil piedra parís del
exterior y se recuperaron los pisos de
madera donde se encontraron, debajo de
ellos, zapatos cosidos de obreros,
augurio de prosperidad para la nueva
construcción. Se recuperaron los
antiguos vitraux y las puertas estilo
Art Nouveau. En la terraza se incorporó
una parte de vidrio para permitir la
entrada de la luz hacia los pisos
inferiores. Sobre una de las paredes se
encontró un mural de venecitas del
artista de Barracas, Santamaria,
denominado “Cúpulas” que recrea las
cúpulas gloriosas de Avenida de Mayo.
Mirador Paseo del
bajo
Siguiendo el eje del
Puente de la Mujer,
sobre la traza de la
megaobra conocida
como Paseo del Bajo,
existe un sector
escalonado que desde
su parte superior se
obtiene una valiosa
observación del
barrio de Puerto
Madero, sus
rascacielos, los
antiguos diques, la
navegación de barcos
deportivos, la
Fragata-Museo Pte.
Sarmiento y el
diseño audaz del
Puente de la Mujer y
girando, el
contrafrente de Casa
Rosada y por detrás
el horizonte
tapizado por los
altos edificios del
Microcentro. Se
percibe además la
envergadura del
Paseo del Bajo, una
autovía costera de
7Km. de longitud,
imprescindible para
comprender la
importancia del
tránsito vehicular
de todo tipo que
absorbe la
mencionada autovía.
Se rescata el viejo
belvedere-mirador
que fue demolido y
que a principios del
siglo XX permitía
observar el río
desde pocos metros
de la Casa Rosada.
Basílica Santa
Rosa de Lima
La Basílica Santuario
Nacional de Santa Rosa de Lima es un templo católico
(inaugurado en octubre de 1934) que se encuentra en el cruce
de la Avenida Belgrano con la calle Pasco. Fue obra del
arquitecto Alejandro Christophersen, quien le dio un estilo
que él catalogó como "románico-bizantino de Perigord"
habiéndose inspirado en la Catedral de Saint Front en
Perigueux, Francia. Esta elección se debió, en parte, a que
fue voluntad de sus principales donantes, como María Unzué
de Alvear.
La cúpula está
sostenida por 18 columnas de mármol Cipollino griego de
tonalidad verde, haciendo juego con los zócalos y frisos
revestidos en mármol Tynos. Destinada a recibir un fresco en
su bóveda, originalmente fue de revestimiento de piedra. La
cúpula termina en una linterna en forma de torre que provee
de luz al templo. También las pilastras y columnas de sostén
de las galerías y el coro fueron realizadas en Cipollino.
El Chalecito
En plena avenida 9 de
Julio, en la cima del edificio ubicado en Sarmiento al 1113
se alza una de las curiosidades porteñas que más sorprende:
un chalet. Un chalet de estilo marplatense, pero ubicado en
el techo de una de esas construcciones típicas del
microcentro.
Hacia fines del siglo
XIX, Rafael Díaz, un joven inmigrante que después de haber
trabajado de mozo era vendedor en una mercería de la calle
Chacabuco, trabajaba todo el día y dormía junto al mostrador
del negocio o sobre él. Pasaron los años, y Díaz, con su
esfuerzo, escaló la pirámide social y se convirtió en el
dueño de una mueblería que ocupaba el edificio de Sarmiento
1113/17. En 1927, la frutilla del postre: inauguró un chalet
–similar a uno que había visto en la Mar del Plata de la
belle époque– construido en la azotea o, para que suene más
glamoroso, en la cima: dos plantas (más de 200 metros
cuadrados) y altillo. Un chalet algo raro, sobre todo por su
ubicación. Las razones son prosaicas: Díaz vivía en Banfield
y viajaba en tren hasta el centro todos los días; no podía
volver a su casa cada mediodía para comer y tirarse un rato.
En el chalet, su segundo hogar, pudo almorzar y dormir la
siesta. Por las noches, volvía a Banfield en tren.
Carlos Davis
Fuente:
Programa
Miradores de Buenos Aires - Sitio Oficial Galerías Güemes -
Diario Clarin - Notas de archivo propio