La histórica fachada del Otto Wulff, el edificio que mira a la gente con 680 ojos y 60 metros de altura, será restaurada y puesta en valor. Ubicado en Belgrano y Perú, el icónico edificio fue construido en 1914. Su puesta en valor incluirá ocho esculturas, los balcones y las dos cúpulas. Además, se instalarán luminarias led en su exterior.

El proyecto de la puesta en valor del edificio Otto Wulff cuenta entre sus objetivos:

  Conservar el patrimonio e identidad del Casco Histórico.
  Puesta en valor de nuestro Patrimonio Urbano.
  Recuperar el material original de la fachada.
  Aumentar a la Consolidación del circuito turístico, cultural y comercial del área.

  Casco Histórico

La puesta en valor del Otto Wulff se encuentra en el marco del Plan Integral del Casco Histórico, un proyecto que consiste en la puesta en valor del polígono integrado por las calles Av. Brasil, Bernardo de Irigoyen, Av. de Mayo y Av. Paseo Colón. Este plan se divide en tres zonas de intervención y los trabajos se realizan en diferentes momentos, entre 2020 y 2023.

  Detalles de la obra

  Limpieza general de la fachada: con una máquina de hidrolavado, se realizará el lavado del exterior del edificio. Esta máquina permite regular la presión del agua y proteger las partes fundamentales de la fachada original que están en buen estado.

  Mejor Iluminación: se instalarán nuevas luminarias led para aumentar la iluminación de la fachada y del entorno.

  Recuperación del material original de la fachada: se removerá la pintura que hay actualmente en el exterior para ver el estado del material original que se encuentra por debajo, que luego será repuesto de forma manual en la fachada.

a) Restauración de las ocho esculturas de la fachada (tres sobre la calle Belgrano y cinco sobre Perú), los balcones y sus dos cúpulas (una con la figura del sol y la otra con una corona).

b) Puesta en valor de 1.410 m2 de espacio público a través de la renovación de las veredas y calles en Av. Belgrano y Perú.

  Recorte de vegetación en la fachada: se realizará el recorte de plantas crecidas en la fachada (pueden ser por humedad y presencia de agua) que producen roturas en el exterior de la misma. Este proceso se llama tratamiento de vegetación invasiva.

  Historia del Otto Wulff

  La construcción se inició en 1912 y fue inaugurado en 1914 (tiene 107 años).
  Hoy en día el edificio es patrimonio arquitectónico protegido, lo que significa que se debe resguardar el exterior y los elementos del edificio en buenas condiciones.
  Fue llamada también “La Casa de la Virreina Vieja”, construida en 1782 justo en la esquina de San José y Santo Domingo (hoy Perú y Belgrano).
  Fue una de las tantas obras realizadas en el país por el arquitecto Morten F. Rönnow y es una de las pocas construcciones realizadas en ese año en hormigón armado.
  En su fachada se destacan figuras humanas de 5 metros de altura que parecen sostener, desde el segundo piso, el resto de la edificación.
  Las ocho figuras que rodean el edificio representan a los trabajadores que participaron en la construcción: un albañil, un carpintero, un electricista, un herrero, un pintor, un forjador, un escultor y un aparejador.
  En su fachada se observan imágenes del primer emperador chino de la dinastía Yuan, búhos, ojos de Horus, pingüinos, cóndores, sapos, mulitas, cobras, víboras, bebés gateando, yaguaretés, abejas y panales, libélulas.
  Entre todas esas figuras hay más de 680 ojos en toda su fachada
  Wulff fue propietario del edificio sólo 4 años. En 1918 le vendió la propiedad a la familia Harteneck y comenzó a viajar por el mundo.

Carlos Davis

Fuente: Prensa Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana del GCABA