Impulsan una causa
en uruguay tras el hallazgo del ex Ccdtye
"El
Jardín" de Bacacay
31/05/2021
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Familiares de ciudadanos uruguayos asesinados y
desaparecidos en Argentina durante el Plan Cóndor impulsan
una querella en el país vecino para dar con los autores
materiales de esos crímenes, los cuales podrían estar
relacionados con un centro clandestino de detención del
barrio porteño de Floresta. Esa prisión ilegal funcionó en
Bacacay 3570 de la ciudad de Buenos Aires, cerca del
emblemático centro de detención Automotores Orletti, y fue
descubierto el año pasado. "Consideramos que la línea de
investigación debería apuntar a los agentes estatales de
Uruguay que actuaron en Argentina", afirmó el letrado luego
de las denuncias.
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Las víctimas son los legisladores Zelmar Michelini y Héctor
Gutiérrez Ruiz y el matrimonio de militantes políticos que
formaban William Whitelaw y Rosario Barredo, todos ellos
uruguayos refugiados en Argentina que el 20 de mayo de 1976
aparecieron muertos en un auto en el bajo Flores, atados y
con varios balazos en sus cuerpos. |
A estos
asesinatos se suma la desaparición del médico uruguayo
Manuel Liberoff, quienes al igual que sus cuatro
compatriotas pudieron haber pasado por el centro de Bacacay,
conocido como "La Cueva" o "el Jardín", según una línea de
investigación que se sigue en el Juzgado Federal 3 a cargo
de Daniel Rafecas.
De esta causa
también formarían parte los secuestros e intentos de
apropiación que sufrieron hijos de Whitelaw, María Victoria,
que al momento de los hechos tenía un año y medio, y Máximo,
de dos meses-.
Además, el
caso de Gabriela Schroeder, hija de la pareja que Barredo
había formado anteriormente con Gabriel Schroeder, militante
de la organización Tupamaros asesinado el 14 de abril de
1972.
Whitelaw y
Barredo fueron secuestrados juntos con sus hijos el 13 de
mayo de 1976, en el domicilio que habitaban en la calle
Matorras 310.
El
secuestro y la investigación
Michelini y
Rodríguez Ruiz fueron capturados el 18 de mayo y Liberoff
entre la noche del 19 y el 20, y todos esos delitos fueron
ejecutados por agentes del Servicio de Información y Defensa
(SID), de Uruguay, en coordinación con agentes de la exSIDE
y el Ejército Argentino que operaban en Automotores Orletti,
lugar que estaba bajo órdenes del general Otto Paladino y
capitaneado por agente parapolicial Aníbal Gordon.
Orletti
funcionó entre mayo y noviembre de 1976, y fue el destino
final de muchos ciudadanos uruguayos detenidos en Argentina
en el marco del Plan Cóndor, la coordinación represiva de
las dictaduras militares del Cono Sur de los años '70.
En julio del
año pasado, a partir de documentos desclasificados del
gobierno de los Estados Unidos, se pudo dar con la ubicación
del centro de Bacacay 3570, que habría funcionado con
anterioridad y en paralelo a Orletti.
A partir de
este hallazgo, Rafecas, a cargo de la instrucción por los
delitos que se cometieron en el primer cuerpo de Ejército,
llamó a declarar a Gabriela Schroeder, quien desde Uruguay,
y a través de medios electrónicos rememoró las alternativas
del secuestro de su familia, que vivenció cuando tenía
cuatro años.
Gabriela y sus
hermanos estuvieron secuestrados entre el 13 y el 29 de
mayo, fueron llevados a un lugar, donde ella recuerda que
estuvo con Willy (su padre de crianza), su madre Rosario y
sus hermanos.
En ese lugar,
se despidió de sus padres y luego fue llevada a un
departamento y una casa, donde había cosas que estaban en la
vivienda donde vivía y pudo reencontrarse con sus
hermanitos.
"Creo que
intentaron apropiarse de mí, y de mis hermanos, pero la
actitud que tuve frente a mis captores en esos días, en los
que preguntaba por mis padres y mis hermanos, y el accionar
de mi abuelo, Juan Pablo Schroeder y mi tío Gustavo,
permitieron que volviera con mi familia a Uruguay", señaló
Gabriela a Télam.
Gabriela
recuerda que junto con sus hermanos fue dejada en un
hospital y luego en una comisaría, donde su abuelo y su tío
pudieron recuperar a los tres chicos.
En su
declaración dio detalles sobre el primer lugar donde estuvo,
y afirmó haber escuchado un tren, un dato que da indicios
sobre su cautiverio en Bacacay 3570, muy cercano a las vías
del ferrocarril Sarmiento.
"Declaré
primero en el juicio de la causa (Jorge) Olivera Róvere (por
los delitos cometidos en la órbita del Primer Cuerpo de
Ejército), conté las alternativas del secuestro de mis
padres y hermanos, pero mis recuerdos no coinciden con los
planos que me mostraron de Orletti", afirmó.
En octubre
pasado, Gabriela presentó una denuncia ante la Fiscalía de
Lesa Humanidad de Uruguay, a cargo de Ricardo Perciballe,
para que se investigue la autoría material del secuestro de
sus padres.
Este año se
sumaron a la querella la familia Liberoff, cuyos integrantes
declararon en el juzgado de Rafecas tras el hallazgo de
Bacacay 3570, y también de Michelini y Gutiérrez Ruiz.
Las tres
denuncias se unificaron en una sola causa que es patrocinada
por el abogado Pablo Chargoñia, quien trabaja con una línea
de investigación que apunta a José Nino Gavazzo, Jorge
Alberto Silveira Quesada, Ernesto Avelino Ramas Pereira,
Ricardo José Medina Blanco, José Ricardo Arab Fernández y
Gilberto Vázquez Bisio, represores uruguayos del SID que
actuaron en Argentina en la órbita de Orletti.
"Consideramos
que la línea de investigación debería apuntar a los agentes
del SID. Se trata de delitos cometidos en Argentina por
agentes estatales de Uruguay", remarcó el letrado a Télam.
Por estos
hechos fueron condenados como autores intelectuales el
dictador Juan María Bordaberry y su canciller, Juan Carlos
Blanco, y tras el hallazgo de Bacacay 3570 se presenta la
oportunidad de avanzar sobre los represores del SID
uruguayo.
"La
investigación está avanzada y además de los secuestros
investigamos móviles económicos, como apropiación de fondos
de organizaciones políticas y sustracción de bienes
personales de las personas que fueron secuestradas", afirmó
a esta agencia el fiscal Perciballe.
Fuente:
Telam
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