protagonistas de
una historia silenciada
Las
mujeres de mayo
26/05/2021
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Lejos de una única imagen de mujer, sintetizada en Mariquita
Sánchez de Thompson, las mujeres que tuvieron un rol
destacado en los procesos revolucionario e independentista
fueron heterogéneas. No obstante, o incluso por causa de ello,
casi todas las que se dedicaron a la acción política, social
y urbana durante los albores del siglo XIX persiguieron,
además de la libertad de la Patria naciente, su propia
libertad y su igualdad respecto a los varones. Hablamos de
Juana Manuela Gorriti (la primera novelista), María Remedios
del Valle (madre de la patria), Julieta Lanteri (pionera en
la lucha feminista), la dama Melchora Sarratea y Macacha
Güemes (hermana de Martín Güemes).
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Juana Manuela Gorriti nació en 1816. Proveniente de
una familia patricia, su padre fue el general José Francisco
Gorriti del gobierno de Salta. Con la derrota de su padre se
exiliaron en Bolivia, donde se casó con Isidoro Belzú, que
llegó a presidente de ese país y fue asesinado en las
guerras civiles del continente. |
Sin embargo, en un gesto de audacia incalculable, Juana
Manuela había abandonado a su marido antes de su muerte para
seguir su pasión por la literatura en Perú con sus hijas. A
través de sus textos visibilizó a sujetos subalternos de las
sociedades latinoamericanas del siglo XIX como las mujeres,
los indios y los negros.
"La quena"
(1845), su primera novela, es considerada el primer texto
narrativo publicado por un autor nacido en el actual
territorio argentino.
Con
posterioridad publicó "El guante negro", "La hija del
mazorquero", "Un drama en el Adriático", "El lecho nupcial",
"La duquesa de Alba", "Sueños y realidades", "Vida militar y
política del general don Dionisio Puch", "Panorama de la
vida", "Peregrinación a la tierra natal" y "Lo íntimo",
entre otros trabajos.
Fue muy
respetada por el mundo intelectual peruano y cuando se
produjo la caída de Juan Manuel Rosas, Gorriti empezó a
ganar reconocimiento en Buenos Aires. Sus novelas giran en
torno de las viudas de la Independencia, reflejando los
padecimientos generados por la disputa contra España y las
luchas internas posteriores. Tras la muerte de sus hijas y
sus hermanos, volvió a Buenos Aires para cobrar una pensión.
Falleció en 1892.
María Remedios
del Valle, Madre de la patria
María Remedios
del Valle: afrodescendiente, nació en 1766 en la capital del
Virreinato del Río de la Plata, luchó en las invasiones
inglesas y tras la Revolución de Mayo partió junto con su
marido e hijos a la expedición destinada al Alto Perú al
mando de Ortiz de Ocampo. Combatió en el Ejército del Norte
comandado por Manuel Belgrano.
Participó en
los principales combates y en las batallas de Tucumán, Salta
y Ayohúma, entre otras.
Su marido e
hijos no sobrevivieron a las guerras. Ella continuó
atendiendo a los heridos y arriesgando la vida. Fue nombrada
capitana por Belgrano. Siete veces estuvo a punto de ser
fusilada.
Terminada la
guerra, en las calles de Buenos Aires, el general Juan José
Viamonte la reconoció: estaba pidiendo limosna, harapienta.
Desde su banca
en la Legislatura pidió que se hiciera justicia y se le
otorgara la pensión por los servicios prestados, lo cual
recién se produjo tras siete años de insistencia, en 1828.
Falleció en
1847. Fue declarada de manera póstuma como "Madre de la
patria".
Julieta
Lanteri, pionera en la lucha feminista
Nacida en
Italia, Lanteri llegó a la Argentina en 1879 cuando tenía
seis años junto a su familia y se radicó en Buenos Aires,
donde vivió en una casa que su padre heredó de su primera
mujer. Farmacéutica, médica y pionera en el movimiento
feminista, fue la primera ciudadana que logró votar en una
elección en la cual todo el padrón estaba compuesto por
hombres y llegó incluso a ofrecerse como voluntaria para el
servicio militar, en un intento por reafirmar el derecho de
las mujeres al sufragio, causa a la que dedicó toda su vida.
Cursó el
secundario en el Colegio Nacional de Plata, que era una
institución exclusiva para hombres, y se convirtió allí en
la primera mujer en obtener el título de Bachiller.
En 1910, el
año en el cual se desarrollaron los festejos del Primer
Centenario, Lanteri se desempeñó como secretaria y formuló
una postura sobre la prostitución. Un año más tarde, y en
medio de la discusiones sobre la Ley Sáenz Peña de voto
universal y secreto, se presentó ante la Justicia para que
le reconocieran su derecho a sufragar, y para sorpresa de
muchos, le fue otorgada la posibilidad de emitir su voluntad
en los comicios de esos año.
Fue la primera
mujer incorporada al padrón electoral en América Latina.
Durante su carrera fundó junto a Cecilia Grierson la
Asociación de Mujeres Argentinas en 1904. Dos años más tarde
se recibió de médica, siendo la quinta mujer en conseguirlo
en la Argentina. Publicó artículos en revistas de
divulgación científica, en congresos y en sus prácticas
políticas.
Impulsó varios
congresos, entre ellos, el Primer Congreso Femenino
Internacional, el Primer Congreso del Niño a nivel mundial,
la Liga Por los derechos de la Mujer y la Liga por los
Derechos del Niño, además de participar en la Liga contra la
trata de blancas. En 1920, organizó un simulacro del voto
femenino sobre el cual Alfonsina Storni escribió una crónica
del que fue un hecho verdaderamente revolucionario para la
época.
La dama
Melchora Sarratea
Melchora
Sarratea, al igual que otras damas de la alta sociedad
porteña como Ana Riglos, Casilda Igarzabal y Mariquita
Sánchez de Thompson, entre otras, organizaba tertulias y
reuniones políticas en su casa, en las que participaba sin
ser una simple anfitriona.
Esas reuniones
imitaban los "salonnière" de las francesas que abrían sus
espacios a intelectuales y políticos en el siglo XVIII.
Las damas
participaban en los debates que se realizaban en estos
salones privados mientras se gestaban las ideas
independentistas. Es también una de las mujeres que continuó
participando en la vida política a pesar de la oposición
masculina.
Macacha Güemes
María
Magdalena Dámasa "Macacha" Güemes (Salta 1787-1866), hermana
del caudillo Martín Güemes, provenía de una acomodada
familia de la élite de esa provincia.
Desde 1810
ambos hermanos apoyaron a la revolución organizando milicias
de apoyo a los ejércitos del Alto Perú.
En su
participación en la gesta llevaron adelante la estrategia de
"guerra de guerrillas", conocidos como "los infernales" del
caudillo, asesinado años después. Machaca ofició de mano
derecha de su hermano, y como parte de la gesta
independentista en el norte cumplió tareas militares,
organizativas, auxilió heridos en el campo de batalla, y
llevó misiones de espionaje junto a otras mujeres contra los
realistas.
Participó
activamente en la vida política de Salta, y apoyó la
oposición a la hegemonía del puerto de Buenos Aires. A su
hermano lo apodaban el Padre de los Pobres y a ella "Madre
del Pobrerío".
Carlos Davis
Fuente:
Telam
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