consejos
nutricionales
en épocas de bajas temperaturas
El
frío y la alimentación
26/06/2021
- Llegó el invierno, y con él aparecen algunos cambios en la
alimentación y la actividad física que no favorecen a
nuestro sistema inmunológico. Por dicho motivo debemos
prestar especial atención a la calidad y composición de los
alimentos que consumimos. La Licenciada María José Amiunes (MP
3540), nutricionista especializada en pacientes con
enfermedades de riesgo cardiovascular (colesterol alto,
diabetes, hipertensión) nos brinda
algunos consejos que debemos seguir para mantenernos sanos y
fuertes. El ejercicio es un aliado para mantener la buena
salud: "movernos no solo tiene un impacto positivo en
nuestra salud física, sino también en la mental y
emocional".
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Al comenzar el
frío estamos más tiempo en casa, los días se vuelven más
cortos y la actividad física empieza a disminuir. Movernos
todos los días un poco tiene efectos positivos en nuestro
peso, huesos y articulaciones, en la absorción de minerales
y en la conservación de masa muscular que previene muchas
enfermedades. |
Movernos no
solo tiene un impacto positivo en nuestra salud física, sino
también mental y emocional. Por ese motivo, te sugiero poder
moverte como mínimo 30 minutos diarios en este invierno.
Y los cambios
también suceden en la alimentación y nuestras elecciones en
la comida. Venimos de comer ensaladas, frutas, tomar mucha
agua, comer liviano, y de repente el cuerpo parece que nos
pide más calorías, más combustible para pasar estos días y
esa ensaladita no alcanza.
En realidad
las frutas y verduras siempre son la mejor opción en
cualquier estación del año: tienen vitaminas, minerales,
antioxidantes, fitoquímicos y fibra, que mejora muchísimo
nuestra salud y refuerza nuestro sistema inmunológico.
Sin embargo,
las comidas frías cuestan más en esta época para algunas
personas; por eso, te propongo que puedas incorporar
verduras a través de sopas caseras, además podés cocinar
vegetales al wok, al vapor, a la plancha o al horno. Podés
realizar ensaladas tibias, donde incorpores una verdura
cruda, por ejemplo hojas de rúcula, lechuga o tomates, y
alguna verdura cocida calentita como brócoli, zapallo o
repollitos de Bruselas por ejemplo. Podés incorporar
verduras en guisos, wok, estofados, ricos y salsas, tartas,
revueltos, soufflé.
Las frutas
también suelen ser un grupo de alimentos desplazados en esta
época del año, por eso te sugiero tener una frutera visible
y las frutas siempre disponibles para que sean opción de
toda la familia. También podés incorporarlas en jugos,
licuados con leche o agua o bebidas vegetales, en ensaladas
agridulces. También podes realizar budines, pancakes o
compota de frutas, como postre para matar antojo dulce.
Las verduras
de estación en invierno son: acelga, achicoria, apio,
batata, berro, brócoli, cardo, coliflor, cebolla de verdeo,
chaucha, escarola, espinaca, hinojo, nabo, nabiza, puerro,
rábano, radicheta, remolacha, repollo, repollitos de
Bruselas, zanahoria, zapallo, calabaza.
Y las frutas
de estación son: banana, ciruela, durazno, limón, mandarina,
melón, membrillo, naranja, palta, pelón, pera, pomelo.
Siempre es más
saludable elegir alimentos de época.
El agua es
otro alimento un tanto olvidado en el invierno; el frío nos
hace olvidar la sensación de sed y no consumimos lo
indicado. Podés sumar infusiones calentitas a lo largo del
día, como mate cebado, té de hierbas. Pero nada reemplaza el
consumo de agua potable, de 2 a 3 litros todos los días. Te
recomiendo tener alguna botellita viable y cerca, para no
olvidarte. No esperes a tener sed para ingerir agua, ya que
la sed es el primer signo de deshidratación.
Además, algo
que sucede en el invierno es pasar más tiempo adentro y
menos expuestos al sol. Es necesario exponernos al sol, en
horarios adecuados para mejorar y favorecer la absorción de
la vitamina D.
Lic. María
José Amiunes
(MP 3540)
Fuente:
Telam
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