Durante la pandemia,
el Malba invirtió U$D 25 millones en 21 obras
El Malba amplió
su colección
27/08/2021
- Mientras la
pandemia significó para muchos museos un momento de
parálisis o restricción en la expansión de su acervo, para
el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba)
representó una posibilidad de engrosar su colección a partir
de la incorporación de 21 obras, adquiridas tras una
inversión total de 25 millones de dólares
realizada por el empresario Eduardo Costantini,
fundador del espacio que el mes próximo celebrará los 20
años de su creación. Las dos obras mas
valiosas recientemente incorporadas son "Omi Obini"
del cubano Wifredo Lam y "Armonía
(Autorretrato sugerente)" de la española
Remedios Varo.
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Las
dos mayores incorporaciones que el
Malba concretó desde mediados del año pasado son "Omi Obini"
(1943), del artista cubano Wifredo Lam y "Armonía
(Autorretrato sugerente)" (1956), de la española exiliada en
México, Remedios Varo. Ambas fueron adquiridas en el marco
de la primera subasta “livestream” de Sothebys |
Por la
primer obra se pagó U$D
9.6 millones y por la segunda
U$D 6.2 millones.
De esta manera, Costantini
también logró reunir las obras maestras que donó para la
fundación del Malba y hoy son una marca del museo como las
pinturas de Frida Khalo, Diego Rivera, Xul Solar, Tarsila do
Amaral y Antonio Berni, entre muchos otros.
En la misma subasta, el
empresario y fundador de Nordelta también compró "Autorretrato"
(1951) de la poeta y pintora surrealista Alice Rahon y "Paisaje
cubano" (1943) de Mario Carreño, figura de la vanguardia cubana
junto a Lam, dos artistas que reimaginaron las innovaciones
pictóricas modernas para representar la cultura de su propia
tierra.
"Es muy difícil que
aparezcan en el mercado este tipo de obras superlativas y cuando
lo hacen, intento comprarlas porque pueden pasar cincuenta años
hasta volver a verlas", explica en un comunicado Costantini, que
sostiene una política consistente de coleccionismo desde hace
cincuenta años.
"Con foco en el arte
moderno latinoamericano, mi objetivo siempre fue reunir las
mejores piezas del mejor período de los artistas centrales de la
región", sintetiza. Las obras surgen de una búsqueda y estudio
sistemático, y de múltiples procedencias: subastas, galerías,
colecciones privadas y de los propios artistas y sus familiares.
Luego de esa operación,
llegaron otras que también engrosarán el patrimonio artístico
del fundador del Malba, esta vez centradas en la modernidad
brasileña: la pintura "Urso" (1925) de Vicente do Rego Monteiro
y la escultura "Tocadora de banjo" (1925), de Victor Brecheret.
Ambos artistas participaron en la Semana de Arte Moderno,
realizada en el Teatro Municipal de São Paulo en febrero de
1922. De formas sintéticas, Urso de Rego Monteiro muestra tanto
el “estado de espíritu nacional” como el impulso hacia el "arte
nuevo".
También de Brasil se
destacan entre las últimas adquisiciones piezas de Rubens
Gerchman, "Elevador social" (1966), y de Antonio Dias, "Maquete
para o meu espelho" 1964) y tres obras del poeta concreto
Augusto de Campos: "Ojo por ojo", "SS" y "El anti-ruido" creadas
en 1964 y parte de la serie de los popcretos (1964-65).
También Alejandro Otero es
otra de las figuras que se suma a la Colección Costantini con
dos obras de su serie "Coloritmos", realizada entre 1955 y 1966,
en tanto que completa el grupo de estas adquisiciones, piezas de
Alipio Jaramillo, Carlos Mérida, Rafael Barradas
(con la obra "Café" -1918-
que formará parte de la exposición "Hombre flecha" a inaugurarse
el 21 de septiembre en Malba), además de
los argentinos Aída Carballo, "El eros cultural" (1980), y
Facundo de Zuviría con su icónica "Siesta argentina"
(2001-2003), que también es parte de la Colección de MoMA.
La mayoría de estas
adquisiciones estaban en colecciones privadas, fuera del
circuito y no se exhibían públicamente desde hace más de 30
años. Sin embargo, a partir de esta incorporación se abre la
posibilidad de exhibir estas obras en Buenos Aires y de
concretar préstamos a otras instituciones internacionales.
Esta activa política de
coleccionismo por parte de Costantini está alineada a un
proyecto de inversión social como el Malba, que a la fecha
demandó un presupuesto de más de U$S 300 millones, un compromiso
a largo plazo que transformó la vida cultural de Buenos Aires y
el próximo 21 de septiembre celebra sus 20 años.