2 de Abril - Día de
la concientización sobre el Autismo
Concientizándonos sobre Autismo
11/04/2021
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La Lic. Verónica Maggio, Directora de la Diplomatura en
Trastornos del Lenguaje Infantil desde una perspectiva
Neurolingüística, de la Facultad de Ciencias Biomédicas de
la Universidad Austral, brinda en este artículo detalles de
la definición de este trastorno, su incidencia y espectro de
diagnósticos, y recuerda la importancia de la deteccion y
tratamiento tempranos, como las herramientas más valiosas
para la evolución favorable de los pacientes. Prestar
atención a la comunicación favorece la detección temprana,
por eso, resulta fundamental difundir entre la población
algunas de las características de las enfermedades del
espectro autista en la semana de la concientización sobre
Autismo
|
El Trastorno
del Espectro Autista (TEA) se define como la dificultad
persistente en el desarrollo del proceso de socialización
(interacción social y comunicación social), junto con un
patrón restringido de conductas e intereses, dentro de lo
cual se incluyen restricciones sensoriales (manual de
enfermedades mentales) |
Según la CDC
(Central de Control de Enfermedades de EE.UU., 2016), este
cuadro se da en 1 de cada 54 niños, con una prevalencia
cuatro veces mayor en varones que en nenas.
Los síntomas pueden
detectarse desde los 18 meses de vida, aproximadamente, mostrando
una enorme variedad de posibilidades sintomatológicas determinadas
por el nivel intelectual, el nivel de actividad, la mayor o menor
tendencia al aislamiento, la frecuencia de intereses restringidos,
las dificultades del procesamiento sensorial y la presencia o no de
lenguaje.
El área de la
comunicación, es una de las más sensibles tanto para el diagnóstico
como para el tratamiento. Según Rhea Paul (2016) es posible
identificar tres niveles de comunicación en niños con TEA: por un
lado, los niños que se encuentran en la etapa Prelingüistica, en
donde está ausente la iniciativa comunicativa, estos niños no saben
hablar, señalar ni hacerse entender (son sus padres quienes tratan
de “adivinar” que necesitan). Luego, un segundo nivel, el de
Lenguaje temprano, en donde hay intención comunicativa, palabras y
algunas frases sencillas intercaladas con ecolalias (repetición de
palabras y frases escuchadas de manera inmediata o diferida como la
repetición de las publicidades de la televisión o partes de
películas) y jerga (uso de palabras sin sentido).
El tercer nivel de
comunicación en TEA es el correspondiente al de Lenguaje Avanzado,
en donde el niño sabe armar frases, logra hablar de modo fluido pero
con defectos en la forma de vincularse socialmente a través del
lenguaje. Entre los síntomas típicos de este nivel aparecen: hablar
sólo de los temas de su interés, usar entonación neutra, no saber
iniciar conversaciones ni sostenerlas, o la falta de comprensión de
chistes y mentiras.
Si bien la mayoría de
los síntomas descriptos corresponden a aspectos ligados a la
expresión del lenguaje, las mayores dificultades de los niños con
TEA radican en la comprensión del lenguaje y en su uso social.
Según el experto
español Juan Martos (2018), el 68% de los niños con TEA desarrollan
lenguaje alcanzando al nivel Avanzado, el 11% son mínimamente
verbales, esto es que pueden aprender algunas palabras y frases
aprendidas para cubrir alguna necesidad, mientras que el 21%
restante son no verbales y deben comunicarse a lo largo de toda la
vida con medios alternativos de comunicación.
En todos los casos, la
intervención temprana es el recurso de mayor valor de cara a la
evolución posterior de quienes viven con esta condición.
Lic. Verónica Maggio
Directora de la
Diplomatura en Trastornos del Lenguaje Infantil desde una
perspectiva Neurolingüística de la Facultad de Ciencias Biomédicas
de la Universidad Austral. |