Consejos en el Día
Nacional de Lucha contra la Obesidad
Lucha contra
la obesidad
26/10/2020
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El
consumo excesivo de alimentos ultraprocesados perjudica la
alimentación saludable y aumenta el riesgo de desarrollar
enfermedades crónicas no transmisibles. En este Día Nacional
de la Lucha contra la obesidad (tercer miércoles de
octubre), vale recordar que los alimentos ultraprocesados
ganan cada vez más espacio en la mesa de las familias
latinoamericanas. La OPS (Organización Panamericana de la
Salud) alerta sobre el preocupante avance de este tipo de
alimento en la dieta y sus efectos en la salud, e insta a
los países a regular el mercado para revertir la tendencia.
Los alimentos ultraprocesados son aquellos que han sufrido
grandes transformaciones respecto a su estado natural.
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A través de
los siglos el hombre fue acostumbrándose a variar la
apariencia y presentación de los alimentos que consume.
Difícilmente hoy encontremos platos compuestos por alimentos
sin procesar. Este cambio cultural ha devenido en la
aparición de nuevas y atractivas presentaciones que no son
buenas para nuestra salud. |
Para entrar en tema
primero deberíamos definir que entendemos por alimentos
procesados: son aquellos que han sufrido transformaciones
respecto a su estado inicial, y según cuanto hayan sido
manipulados por la industria, se clasifican en 3 grupos:
Alimento sin
procesar o mínimamente procesados: casi sin cambios
industrializados, su procesamiento prolonga la vida útil del
alimento o mejora su sabor. Se incluyen frutas frescas,
secas o congeladas; verduras, granos y leguminosas; frutos
secos y semillas; carnes, pescados y mariscos; huevos y
leche.
Ingredientes
culinarios procesados: sustancias extraídas y
purificadas por la industria como las grasas, aceites, sal y
azúcares. No suelen consumirse solas y se utilizan para
elaborar otros platos.
Alimentos
procesados y ultraprocesados: los alimentos procesados
se elaboran al agregar grasas, aceites, azúcares, sal y
otros ingredientes a los alimentos mínimamente procesados
para hacerlos más duraderos y, por lo general, más sabrosos.
En este grupo hay panes y quesos simples; pescados, mariscos
y carnes saladas y curadas; y frutas, leguminosas y verduras
en salmuera, almíbar o aceite. Según la manera en que se
preparen y se usen en las comidas, estos alimentos pueden
contribuir a una alimentación saludable. Los alimentos
ultraprocesados son formulaciones industriales elaboradas a
partir de sustancias derivadas de los alimentos o
sintetizadas de otras fuentes orgánicas. La mayoría de estos
productos contienen pocos alimentos enteros, o ninguno.
Vienen listos para consumirse, recalentar o reconstituir y
requieren poca o ninguna preparación culinaria.
Muchos de
los ingredientes utilizados en los alimentos ultraprocesados
son aditivos: aglutinantes, cohesionantes, colorantes,
edulcorantes, emulsificantes, espesantes, espumantes,
estabilizadores, aromatizantes, saborizantes, conservantes y
solventes. A menudo, se les da mayor volumen con aire o agua
y se les pueden agregar micronutrientes sintéticos para
“fortificarlos”. Algunos ejemplos son: papas fritas de
paquete, snacks dulces o salados, helados, chocolates y
caramelos, productos panificados y panes industriales,
galletitas, cereales endulzados para desayuno, bebidas
gaseosas o energizantes, bebidas azucaradas a base de leche,
formitas de papa u otros vegetales, bocadillos de pollo
congelados, pizzas y empanadas congeladas.
Los alimentos
ultraprocesados, están nutricionalmente desequilibrados.
Tienen un elevado contenido en azúcares libres, grasa total,
grasas saturadas y sodio, y un bajo contenido en proteína,
fibra alimentaria, minerales y vitaminas, en comparación con
los productos, platos y comidas sin procesar o mínimamente
procesados. Estos alimentos, representan un riesgo para la
salud humana por distintas razones. Tienen una calidad
nutricional muy mala y, por lo general, son extremadamente
sabrosos, casi adictivos; imitan los alimentos naturales y
se los ve erróneamente como saludables; fomentan el consumo
de snacks; se anuncian y comercializan de manera agresiva en
medios de comunicación; y son cultural, social, económica y
ambientalmente destructivos.
A su vez, esta
clasificación reconoce los factores sociales, políticos y
económicos que influyen en los sistemas alimentarios y las
implicancias que tienen en la promoción de la salud como
factor clave en relación al aumento mundial de la obesidad y
de las enfermedades crónicas no transmisibles.
Es fundamental reducir
los alimentos ultraprocesados en nuestra dieta y optar por
cocinar y comer en casa. Esa es la mejor manera de
garantizar buenos nutrientes en la alimentación y así
proteger al cuerpo de enfermedades propias de los malos
hábitos derivados de un estilo de vida poco saludable.
Carlos Davis
Fuente:
Prensa
Ministerio de Salud GCABA