Novelan el
cautiverio de originarios fueguinos en zoológicos europeos
Crónicas de la
barbarie
15/10/2020
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“Extraordinaria exposición viviente de los indios
salvajes del Fin del Mundo”, tal el nombre del texto
publicado por Ediciones Aukin, ficcionaliza un caso verídico
del cautiverio de un grupo de la etnia kawésqar, con la
muerte de siete de los once indios trasladados a Europa con
la excusa de mostrarles otro modo de vida. “El relato es una
ficción elaborada con una sucesión de circunstancias
imaginarias,
pero basadas en hechos reales descriptos en crónicas de la
época por el investigador chileno Christian Báez Allende”,
explica Carlos Espinosa, autor del flamante libro que
investiga el cautiverio y muerte de un grupo de originarios.
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Personas
pertenecientes a etnias originarias americanas fueron
llevados a Europa a fines del siglo XIX. Secuestrados o engañados con el objetivo, muchas veces
comercial, “de mostrarlos en zoológicos humanos donde
exponían a los que llamaron los salvajes del Fin del Mundo”,
afirma Carlos Espinosa, autor del libro. |
“Extraordinaria exposición viviente de los indios
salvajes del Fin del Mundo”, tal el nombre del texto
publicado por Ediciones Aukin, ficcionaliza un caso verídico
del cautiverio de un grupo de la etnia kawésqar, con la
muerte de siete de los once indios trasladados a Europa con
la excusa de mostrarles otro modo de vida.
“El relato es una ficción elaborada con una sucesión de
circunstancias imaginarias, pero basadas en hechos reales
descriptos en crónicas de la época por el investigador
chileno Christian Báez Allende”, explica Espinosa a Télam.
El trabajo de este investigador, doctorado en Historia
por la Pontificia Universidad Católica de Chile, está
reflejado en sus obras “Zoológicos humanos, fotografías de
fueguinos y mapuche en el Jardín d’Acclimatation de París,
siglo XIX” (en coautoría con Peter Mason); “Cautivos
fueguinos y patagones en zoológicos humanos”; y su tesis de
doctorado “Más allá de las imágenes. Fotografías de
fueguinos y patagones en contextos de exhibición,
1878-1898”.
Los nombres de los protagonistas indígenas utilizados por
Espinosa son imaginarios. Sin embargo, son reales los
personajes del empresario circense alemán Carl Hagenbeck, un
traficante de vidas humanas que organizó numerosas muestras
de personas cautivas en ciudades europeas y que supo
trascender como fundador del zoológico de Hamburgo que hasta
hoy lleva su nombre.
Hagenbeck está considerado como el precursor de este tipo
de "puestas" sustentadas en la idea de la supremacía europea
e introdujo exhibiciones (in) humanas convirtiéndose, de
este modo, en un promotor del racismo científico que
diseminó la idea de pueblos atrasados y otros civilizados.
Es así que se crearon museos y parques o circos
itinerantes en los que, en lugar de exponer jarrones u obras
de arte, presentaban seres humanos procedentes de pueblos o
etnias consideradas inferiores.
Familias de origen africano, esquimales, personas
asiáticas y del Fin del Mundo fueguino, fueron exhibidos
como animales en condiciones infrahumanas.
Desde fines del siglo XIX se popularizaron “los
zoológicos humanos”, especialmente en Francia, Bélgica y
Alemania, donde se exhibieron (de modo itinerante y con
fines comerciales) a familias enteras como un anticipo
horroroso de lo que sobrevendría, pocos años más tarde, con
la multiplicidad de los genocidios y holocaustos del siglo XX.
Espinosa destaca a Télam que el propósito de su libro “es
ilustrar sobre esta trágica historia de sometimiento y
crueldad contra un grupo de indios fueguinos del sur del
territorio americano”.
Y agrega que esta historia de cautiverio culminó “con la
muerte de siete de las once personas llevadas por la fuerza
a Europa, no fue el único”.
“Este tipo de barbarie fue muy común en las últimas
décadas del siglo XIX, impulsadas con fines comerciales o
evangelizadores, para mostrar en el Viejo Mundo a personas
presentadas como especímenes curiosos o criaturas salvajes
recuperadas para la civilización en el marco del pensamiento
positivista de las clases dominantes”, asegura.
La finalidad del libro “es mantener en la memoria social
el sufrimiento del pueblo kawésqar y de todas las
comunidades originarias violentadas por hombres blancos que
se decían civilizados”, concluye Espinosa.
El libro al alcance
de todos
Su obra puede leerse on line, de forma gratuita, desde el
link
https://es.calameo.com/books/0063817343b5faa5a8840 , y
si el lector quisiera bajarlo del sistema o imprimirlo debe
solicitar una clave al correo
aukinediciones@gmail.com .
Carlos Davis
Fuente:
Telam