KALINEC NO 
					TENDRÁ  SALIDAS TRANSITORIAS
					
					Confirmado, 
					el represor no sale
					
					02/03/2020
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					Eduardo Kalinec, un 
					represor 
					condenado por delitos de lesa humanidad (circuito ABO) había 
					obtenido el permiso de realizar 
					"salidas transitorias" para 
					"mejorar los lazos familiares" con sus allegados. La medida 
					fue apelada por 
					la Fiscalía y las querellas y suspendida por el propio juez 
					que la había otorgado (Dr. Enrique Méndez Signorini). Ahora 
					la Cámara de Casación anuló el primer fallo argumentando que 
					"otorgar salidas transitorias a un criminal de lesa 
					humanidad podría comprometer la responsabilidad 
					internacional del Estado Argentino, por constituir un 
					incumplimiento a la obligación de sancionar crímenes contra 
					la humanidad". 
                  
                    
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					La Sala IV de 
					la Cámara Federal de Casación Penal integrada por los jueces 
					Mariano Borinsky, Javier Carbajo y Gustavo Hornos, anuló en 
					un fallo unánime la resolución que le concedió las salidas 
					transitorias al genocida en noviembre pasado, con el 
					fundamento de "fortalecer lazos familiares". La hija del 
					represor fue clave en la anulación del permiso. | 
                  
					
											
					
					El ex 
					Comisario Eduardo Kalinec, de 67 años, recibió en 2010 una condena a 
					prisión perpetua por secuestros, torturas y homicidios 
					cometidos en los centros clandestinos de detención de 
					Atlético, Banco y Olimpo, que dependían del Primer Cuerpo de 
					Ejército que estaba al mando de Guillermo Suárez Mason.  
					
					Eduardo Kalinec es el padre de Analía Kalinec, referente 
					de la agrupación Historias Desobedientes, un colectivo que 
					reúne a hijos de represores condenados por delitos de lesa 
					humanidad que repudian el rol que cumplieron sus padres 
					durante los años del terrorismo de Estado, según publicó 
					Télam.  
					
					Por su parte, desde los espacios de Memoria de los 
					Derechos Humanos Atlético, Banco y Olimpo repudiaron esta 
					decisión de la justicia y reclamaron el cumplimiento de 
					prisión efectiva para todos los condenados por crímenes 
					contra la humanidad.
					
					Fue con el 
					argumento de "mejorar los lazos familiares" del sentenciado, 
					que Kalinec obtuvo el beneficio de las salidas transitorias desde su 
					lugar de detención en el penal de Ezeiza por parte del juez 
					Enrique Méndez Signorini que integra el Tribunal Oral 
					Federal Número 7.
					
					Esa decisión 
					fue rechazada por Analía Kalinec, hija del condenado y 
					referente del colectivo "Historias Desobedientes", que reúne 
					hijos de represores que repudian la actuación de sus padres 
					durante el terrorismo de estado desatado por el régimen 
					militar, recordó Télam. 
					
					Analía 
					denunció que su padre quiere desheredarla debido a sus 
					actividades en "Historias Desobedientes", e incluso le 
					inició un juicio civil por considerarla como indigna. 
					
					
					El ex 
					comisario reconoció que había realizado "investigaciones 
					referidas a hechos atribuidos" a la guerrilla del Ejército 
					Revolucionario del Pueblo (ERP) y que hizo el curso de 
					inteligencia en la Escuela de Informaciones, que en 1978 
					había estado destinado al Departamento Asuntos Subversivos, 
					aunque negó haber cometido delitos de lesa humanidad.
					
					
					Doctor K
					
					
					Eduardo Emilio 
					Kalinec fue condenado a prisión perpetua en 2010 por 
					secuestros, torturas y homicidios cometidos en los centros 
					clandestinos Atlético, Banco y Olimpo. Se trata de tres 
					sitios que funcionaron bajo la órbita de Carlos Guillermo 
					Suárez Mason, jefe del Primer Cuerpo del Ejército. Operaron 
					como un solo centro que mudó su sede sucesivamente pero 
					mantuvo los mismos represores, víctimas y hasta los mismos 
					muebles. 
					
					Cuando fue 
					citado a declarar, Kalinec reconoció que había trabajado 
					“activamente en investigaciones referidas a hechos 
					atribuidos al ERP”, que hizo el curso de inteligencia en la 
					Escuela de Informaciones, que en 1978 había estado destinado 
					al Departamento Asuntos Subversivos y estuvo afectado al 
					dispositivo del Mundial de Fútbol, en “prevención de 
					atentados”. Pero negó haber participado en delitos de lesa 
					humanidad. 
					
					Los 
					sobrevivientes del Atlético, Banco y Olimpo relataron la 
					parte de la historia negada por el represor. Mario Villani 
					contó que el Dr K era “bastante temido dentro” de los 
					centros clandestinos y que, aunque no tenía contacto 
					frecuente con los detenidos, cuando lo tenía su actitud era 
					dura. 
					
					Daniel Aldo 
					Merialdo afirmó que era un personaje muy cruel. Ana María 
					Careaga declaró que cada vez que la encontraba en la 
					antesala del baño, le gritaba y le pegaba patadas. Y que una 
					vez le reprochó el no haber dicho que estaba embarazada. 
					“¿Querés que te abra de piernas y te haga abortar?”, 
					vociferó. Miguel Angel D’Agostino aseguró que en la sala de 
					torturas del Atlético, en la que estuvo cinco días sometido 
					a la picana, estaba el Dr. K. 
					
					Jorge Braiza 
					contó que vio a Kalinec en un “traslado” de un grupo de 
					víctimas, es decir, en el momento previo a un vuelo de la 
					muerte. Fue en los primeros días de diciembre de 1978. En el 
					patio de El Olimpo, el Doctor K informó a algunas personas 
					que habían sido reunidas allí, que iban a ser llevadas a 
					unas granjas en el Chaco y que debían ser inyectadas para 
					prevenir el mal de Chagas. Obviamente la historia demostró 
					que las inyecciones servían para sedar a las víctimas y 
					arrojarlos sin problemas desde los aviones al río.
					
					Historias 
					desobedientes
					
					Analía Kalinec 
					leyó estos testimonios en 2008, tres años después de recibir 
					el llamado de su madre en el que le anunciaba que su padre 
					había sido detenido. Tres años después de periódicas visitas 
					a la cárcel de Marcos Paz y al Cuerpo de Policía Montada, en 
					Palermo...
					
					“Es un 
					gobierno de zurdos revanchistas”, decía él. Ella lo 
					visitaba, pero necesitaba saber qué había pasado. Necesitaba 
					entender. Y cuando entendió, supo que debía desobedecer.
					
					Primero habló 
					con su padre, lo confrontó con los hechos, que él no negó 
					sino que intentó justificar. Entonces, con la certeza de que 
					lo que había leído en la causa judicial era cierto, puesto 
					que él mismo lo había admitido, le escribió una carta, que 
					él nunca contestó. Así fue como ella rompió el pacto de 
					silencio y comenzó a hablar. 
					
					Analía fue 
					una de las primeras integrantes del colectivo de "Historias 
					Desobedientes", grupo que reúne a familiares de genocidas 
					que, lejos de justificar la conducta de sus parientes, 
					entienden que una sociedad armónica se construye con 
					memoria, verdad y justicia.
					
					Analía Kalinec 
					fue clave para que le anularan las salidas a su padre. En 
					una audiencia ante Casación aseguró: “si mi padre pudiera me 
					enviaría a un centro clandestino de detención ilegal y me 
					aplicaría la tortura, como hizo con todas sus víctimas. 
					Pienso que en realidad, él es un cobarde. Es un hipócrita, 
					que pretende tener los derechos legales que les negó a sus 
					víctimas. Mi padre no se arrepiente de haber cometido los 
					delitos por los cuales resultó condenado. Me inició acciones 
					legales para declararme como indigna e impedirme heredar de 
					mi madre”.
					
					
                  					
                  					
                  					Carlos Davis
					
					Fuente: 
					Telam - Página 12 - La Gaceta - La Izquierda Diario - Notas de archivo propio