Otra manera de
ser, sentir, pensar y estar en el mundo
Día del
Síndrome de Asperger
18/02/2020
- Desde
2007, cada 18 de febrero se celebra el Día Internacional del
Síndrome de Asperger, en conmemoración a la fecha de
nacimiento de Hans Asperger (1906-1980), el psiquiatra
austríaco que describió el cuadro. El objetivo es dar
visibilidad y promover la acción política y social para la
reivindicación del ejercicio de los derechos de las personas
con Síndrome de Asperger y sus familias. Afecta
mayoritariamente a los varones, en las mujeres el
diagnóstico suele darse de manera más tardía, debido a la
forma particular de presentación. Las personas con Síndrome
de Asperger pueden tener un grado de inteligencia normal, o
incluso superior.
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El Síndrome de
Asperger es una variante del neurodesarrollo caracterizada
por una dificultad de grado variable para comprender
el propio mundo emocional y el de los otros. Se lo asocia
a personas con pensamientos inflexibles, comportamientos
repetitivos y un repertorio restringido de atracciones y
focos de intereses. |
Pueden tener además
islotes de habilidad que los distingan de otras personas de
su edad. Estas características, que podrían ser
interpretadas como rasgos de personalidad en algunos
individuos, comprometen significativamente el desempeño
social de la persona y su autonomía.
El tratamiento se
realiza a la medida de las necesidades de cada paciente,
cuando la severidad de los desafíos compromete su
funcionamiento a nivel social y afecta la vida diaria del
niño, adolescente o adulto y su familia.
En las clasificaciones
actuales, el Síndrome de Asperger está incluido dentro de
los Trastornos del Espectro Autista. Puede asociarse a otras
comorbilidades psiquiátricas como: Trastornos de Ansiedad y
Depresión entre las más frecuentes.
Señales de alerta de
Síndrome de Asperger:
Dificultades
para la interacción social y relaciones sociales limitadas.
Desean
relacionarse, pero no saben cómo hacerlo.
Suelen tener
intereses y actividades restringidas, rígidas, sistemáticas
y repetitivas.
Tienen intereses
muy concretos sobre los que acumulan mucha información y
dedican mucho tiempo, y convierten estos en el tema
principal de sus conversaciones.
Les cuesta
adaptarse a los cambios, las situaciones novedosas o poco
previsibles.
Pueden ser
extremadamente sensibles a algunos estímulos del ambiente:
ruidos, luces, olores, sabores.
Algunas personas
con SA muestran retraso motor y torpeza en sus movimientos.
Son muy
literales: no suelen comprender los chistes o dobles
sentidos.
No suelen mirar
a los ojos cuando hablan y realizan pocos gestos con el
rostro.
Les cuesta
comprender expresiones faciales y gestos de los demás.
Tienen
dificultad para comprender las reglas sociales: esperar
turno, saludar, dar las gracias, guardar distancia al
conversar.
Algunas personas
con SA hablan mucho, en un tono alto y peculiar, y usan un
lenguaje extremadamente formal y con un extenso vocabulario,
que puede parecer pedante.
La importancia
de reconocer tempranamente las señales de alerta en el
desarrollo es que permite dar rápidamente los apoyos
necesarios para que mejore el desempeño y la autonomía.