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					Una obra del 
					Teatro San Martín en "cultura en casa" 
					
					Titiriteros de "El Gran Circo" 
					
					18/08/2020
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					El Ministerio de Cultura 
					porteño, a través del Complejo Teatral de 
					Buenos Aires, ofrece desde las plataformas
					
					Cultura 
					en Casa y la
					
					web 
					del Complejo Teatral de Buenos Aires, "El 
					gran circo" 
					de Ariel Bufano, por el Grupo de Titiriteros del 
					Teatro San Martín dirigidos por Adelaida Mangani, versión estrenada 
					durante la temporada 2013 en la sala Martín Coronado, y que 
					forma parte del archivo histórico del Teatro San Martín. La obra 
					tiene la particularidad de cautivar tanto al público adulto 
					como al de los más pequeños y es 
					interpretada de manera magistral por el Grupo de Titiriteros del San 
					Martín, acompañados por una escenografía e iluminación que 
					están a la altura de la obra y de los intérpretes. 
                    
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					El 
					elenco de "El 
					gran circo" está integrado por Victoriano Alonso, Ariadna Bufano, Myrna Cabrera, Eleonora Dafcik, Valeria Galíndez, 
					Silvia Galván, Lara Liebenthal, Celeste López, Mabel Marrone, 
					Lucila Mastrini, Johanna Mizrahi, Fernando Morando, Carlos 
					Peláez, Mariano Pichetto, Esteban Quintana, Cristóbal 
					Varela. |  
					La selección musical es de Adelaida Mangani, el 
					diseño de títeres, escenografía y vestuario de Maydée Arigós, 
					y el diseño de iluminación de Lito Pastrán y Miguel Morales. 
					Sobre la obra 
					Verdadero clásico del Grupo de Titiriteros y uno de los 
					espectáculos más convocantes en la historia del teatro 
					argentino, El gran circo (estrenado en 1983) fue pensado por 
					su creador, Ariel Bufano, como un homenaje a los orígenes 
					del teatro nacional y a sus pioneros, los hermanos Podestá. 
					Conducido por Don Maese Trujamán de los Caminos, presentador 
					de los diferentes números, por la pista de "El gran circo" 
					desfilan el Payaso Totó y su perrita Violeta, Jack 
					Doscientos Kilos, el Domador y sus Leones Amaestrados, el 
					Mago Merlino, las Tres Avestruces Gigantes y el pequeño 
					hombre-bala Goleto, entre muchos otros personajes y 
					destrezas circenses para las cuales los titiriteros utilizan 
					títeres de todos los tamaños y una gran diversidad de 
					técnicas de manipulación.  
					Además sorprender y emocionar a 
					varias generaciones de espectadores durante casi cuatro 
					décadas, El gran circo de Ariel Bufano ha transitado los 
					escenarios más destacados del mundo: Festival Internacional 
					de Campinas, Brasil; Festival de Teatro de las Naciones de 
					Nancy, Francia; Alabame Hall de Munich, Alemania; Teatro 
					Lara de Madrid, España; Festival de las Américas de 
					Montreal, Canadá; y Secretaría de Bellas Artes de Puerto 
					Rico. Como insinuó algún crítico, puede que la 
					inquebrantable vigencia de este raro, hermoso y 
					desconcertante espectáculo radique en que sintetiza todos 
					los posibles e imaginarios circos de la infancia. 
					Sobre 
					Ariel Bufano 
					Oriundo de San Rafael, provincia de Mendoza, Ariel Bufano 
					nació en 1931. A los nueve años ya fabricaba sus propios 
					títeres y a los diecisiete se enroló como discípulo de uno 
					de los más prestigiosos titiriteros argentinos: Javier 
					Villafañe.   
					Con él aprendió la esencia de esta disciplina artística y 
					recorrió la provincia de Buenos Aires, fundamentalmente los 
					barrios de la periferia.   
					Debutó profesionalmente en 1957, presentando dos obras de 
					su maestro Javier Villafañe: La calle de los fantasmas y El 
					burlador burlado, y otra de su propia autoría, El encuentro. 
					En los comienzos, su repertorio estaba integrado básicamente 
					por obras de Villafañe, pero luego fue incorporando obras 
					propias en un proceso creativo que se extendió a crear 
					títeres, armar escenografías, vestuarios y todo lo 
					concerniente al montaje del espectáculo titiritero.   
					Ariel Bufano introdujo en sus posteriores y frecuentes 
					giras por el interior del país, que inicialmente realizaba 
					con un retablo desarmable y una valija de títeres, toda una 
					serie de elementos técnicos y artísticos que resultaron 
					innovadores en el teatro de títeres profesional.   
					Por los años 50 creó el Teatro Rodante de Marionetas 
					junto al dramaturgo Sergio De Cecco, con quien montó un 
					proyecto muy ambicioso: con muñecos de más de un metro de 
					altura recorrió la Capital Federal y el Gran Buenos Aires 
					presentando una versión completa de Romeo y Julieta de 
					William Shakespeare, junto con una obra del propio De Cecco 
					titulada ¡Abajo Polichinela!.   
					Al poco tiempo comenzó a desarrollar una extensa labor 
					docente en el Instituto Vocacional de Arte (ex Labardén), 
					como profesor y vicedirector.   
					En 1977 asumió el cargo de director del Grupo de 
					Titiriteros del Teatro San Martín, convirtiéndose en uno de 
					los primeros titiriteros profesionales en trabajar para un 
					teatro estable.   
					Paralelamente, fue miembro del Instituto Interamericano 
					de la Marioneta (UNIMA) con sede en Charlesville, Francia.
					
					 
					Al frente del Grupo de Titiriteros estrenó algunos de los 
					más recordados espectáculos de la compañía como Carrusel 
					Titiritero, La Bella y la Bestia, El gran circo criollo, 
					Pequeño varieté, Amor de Don Perlimplín con Belisa en su 
					jardín y La historia de Guillermo Tell con su hijo 
					Gualterio, entre muchos otros.   
					Asimismo realizó junto al Grupo giras internacionales que 
					incluyeron varias ciudades de Francia, Alemania Federal, 
					España, Uruguay, Puerto Rico y Canadá.   
					A lo largo de su carrera obtuvo gran cantidad de premios 
					por su labor, entre los que se destacan el Premio UNESCO, el 
					Primer Premio en el III Festival de Espectáculos Infantiles 
					de Necochea y el Premio de la Revista Panorama al mejor 
					espectáculo teatral por su puesta de Los caprichos del 
					invierno de Liliana Daelli.   
					Falleció en 1992, aunque sus invenciones titiriteras 
					continúan llevando la magia por los escenarios del mundo. 
					
					
					Carlos Davis 
					Fuente: 
					
					Agencia TELAM 
					- Alternativa Teatral |