LA Escuela N° 3
DE 18 “Monte Castro” PASADA POR AGUA
Con el agua
al cuello
04/10/2019
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El grito repetido
por el presidente Macri, el famoso "no se inunda más...", no
alcanzó a hacerse extensivo a las escuelas porteñas. Estos
establecimientos (hoy bajo la responsabilidad de Horacio Larreta) siguen teniendo la misma desatención y precariedad
que cuando Macri manejaba los destinos de la ciudad. Lo
concreto es que varias escuelas porteñas sufrieron
filtraciones de envergadura
durante la lluvia que tuvimos esta semana. En nuestro barrio
la peor parte se la llevó la Escuela N° 3 DE 18 “Monte
Castro”, ubicada en Álvarez Jonte 4651. Auténticas
"cataratas" caian desde los techos en varios sectores,
afectando al mobiliario y a la seguridad de los alumnos y
docentes.
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Lo peor del
caso es que la ciudad malgasta los recursos que posee en
obras de mantenimiento costosísimas que muchas veces (como
en este caso) traen mas daño que soluciones. Es decir que se
contrata un trabajo (en este caso la impermeabilización de
terrazas y azoteas), pero no se controla la calidad de la
obra. |
Lo concreto es que a
nuestra Escuela N° 3 DE 18 “Monte Castro”, ubicada en
Álvarez Jonte 4651, se le inundaron varias aulas por la
última tormenta. Lo paradójico e indignante es que el
Gobierno de la Ciudad pagó casi $ 12 millones por una obra
que en vez de solucionar agravó un problema. No hace falta
investigar para arribar a esta conclusión, tan sólo leer el
cartel de obra que aún está colgado del frente de la
institución.
La comunera del Frente
de Todos en la Comuna 10, Cynthia Salama, contó a los
colegas de "Nueva Ciudad" que “esta es una escuela
emblemática en la comuna, tiene más de 80 años. Luego del
receso escolar de invierno había tenido lluvias y los
pluviales tapados. Infraestructura Escolar dijo que estaba
todo bien, que habían sido una hojas que habían tapado y que
no iba a volver a pasar. Hace tres años hubo una obra de
impermiabilización en los techos, ahora estamos buscando a
quien firmó la finalización de esa obra. Se perdió todo en
el aula de 1°B y la sala de docentes, los chicos perdieron
todos los trabajitos que habían hecho”.
“Hoy estuvimos con
la inspectora de Infraestructura y con la gente de
la empresa Sehos que son quienes tienen a cargo la obra y
mantenimiento de la escuela, y luego en una reunión con
el supervisor del distrito, la directora y la presidenta de
la cooperadora, los padres querían suspender las clases por
obvias razones porque tienen miedo de que haya riesgo
eléctrico en las paredes de otras aulas. Los techos de esta
escuela son de bovedilla, ese edificio no debería ser más
escuela, es más Larreta había prometido mudarla a una de las
nuevas escuelas que no construyó, e iban a transformar el
edificio en una biblioteca, que con este estado edilicio se
hubiese perdido todo el material, hoy seguía lloviendo
adentro sin parar”, continúo Salama.
“Llegamos a un acuerdo: las clases de primer grado van a
estar suspendidas, la escuela es pequeña, la directora va a
tener que reubicar todo el funcionamiento de la institución
para tener a los chicos de primero en las aulas, muchos
padres decidieron no enviar a los chicos por un tiempo y la
empresa se comprometió a ejecutar una nueva partida
presupuestaria, que se les asignó hace poquito y que si esto
no sucedía no nos hubiésemos enterado, en hacer primero una
obra de contingencia y ver después si es necesaria una obra
de mayor envergadura. Lo cierto es que todo esto es prueba y
error y que nuestros pibes siguen en peligro dentro de
las escuelas públicas”, exlicó la comunera.
“La directora quería suspender las clases, pero la
supervisión no la acompañó. Llamaron a Defensa Civil desde
la escuela, pero no quisieron venir a certificar que ahí no
hubiera riesgo para los chicos”, finalizó Salama.
Los videos de la
vergüenza
Para visualizar los
videos deberemos clickear sobre cada una de las imágenes
Video 1
Video 2
Sacando algunas
conclusiones
Para ir cerrando la
crónica podríamos decir que no está mal que se arreglen
veredas (aunque la mayoría no estén rotas), o que se pongan
maceteros gigantes (en tamaño y precio) en distintos puntos
de la ciudad, lo que si está muy mal es que se desatienda de
manera perversa a nuestras escuelas, despilfarrando los
escasos fondos destinados al mantenimiento en obras
costosísimas que son mal realizas y peor supervisadas por
quienes tendrían que cuidar nuestro interés: la seguridad de
nuestros alumnos y docentes y la inversión de nuestros
recursos.
Carlos Davis
Fuente:
Cynthia Salama
- Nueva Ciudad