CUIDANDO NUESTRA SALUD
Previniendo el
Cáncer de Piel
24/11/2019
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Del 19
al 22 de noviembre se lleva a cabo la 26° Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel. Todos los años la Sociedad Argentina de Dermatología
(SAD) realiza esta campaña con el fin de concientizar y
educar a la población sobre los cuidados para la prevención
del cáncer cutáneo. Este año se celebra esta semana bajo el
lema “El sol sin protección daña”. La especialista Ana De Pablo,
profesora adjunta de Dermatología y subjefa de Dermatología
del Hospital Universitario Austral, brinda en esta nota una
serie de recomendaciones para la prevención.
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El cáncer de
piel es la forma de cáncer más frecuente en el ser humano (1
de cada 3 pacientes afectados por esta enfermedad lo
padece). Su principal causa es el daño acumulado a través de
los años por exposición a radiación ultravioleta (RUV), que
se produce tanto durante exposiciones al sol natural como en
camas solares. |
El cáncer de piel se da más frecuentemente en personas
mayores de 40 años, pero puede darse en cualquier persona.
Los que están en mayor riesgo son aquellos que tienen una
piel muy clara (siempre se enrojecen y casi nunca o nunca se
broncean, rubios y pelirrojos, personas de ojos claros); que
han tenido episodios de quemaduras solares; con muchos
lunares; que se exponen a camas solares y que tuvieron,
ellos o sus familiares, cáncer de piel.
¿Cuáles son las señales de alarma a las que deberíamos
estar atentos?
Las pautas de alarma en un adulto son:
Una lesión nueva, una lesión que se modifica o cambia su
forma (ejemplo: era plana y se sobre eleva), tamaño o color;
se lastima espontáneamente; sangra o pica. Una “lastimadura”
que no cicatriza (aparece una pequeña herida, sin trauma
previo, que no se cura).
Ante un enrojecimiento de la piel,
¿qué se recomienda hacer?
Es importante entender que se debe evitar el
enrojecimiento de la piel ante la exposición solar. Se sabe
que este antecedente aumenta la posibilidad de desarrollar
algún tipo de cáncer de piel, y por ende se deben tomar las
medidas de prevención, siguiendo esta jerarquía:
Sombra corta: se recomienda no estar expuesto entre las
10-11 y las 16, cuando la sombra es corta porque la RUV
incide casi perpendicularmente sobre la superficie de la
Tierra.
Sombra portátil: utilizar sombrero de ala ancha,
ropa, sombrilla o carpa, adecuándola según el horario del
día.
Protector solar: utilizar protectores de amplio
espectro (deben proteger contra RUV B y A, FPS 30 o más) en
adecuada cantidad, en toda la piel expuesta que no pueda ser
cubierta por las medidas anteriores; aplicar 30 minutos
antes de la exposición y reaplicar cada 2-3 horas (en base
al tiempo de exposición, actividad, sudoración).
¿El sol
puede producir daño ocular?
Los daños que se producen en la piel también pueden
producirse en los ojos (queratitis, pterigión, entre otros).
Por ello, es importante protegerlos siempre con anteojos que
tengan filtros para RUV recomendados por el oftalmólogo.
¿Cada cuánto debemos hacernos los chequeos de lunares y
manchas?
Es aconsejable hacer una consulta con el dermatólogo para
conocer si se está en el grupo de riesgo, el tipo de
lesiones que uno tiene y su importancia. El especialista
podrá asesorar acerca de la necesidad y frecuencia de los
controles de la piel. En general, se recomienda un control
anual preventivo.
¿Cómo podemos prevenir manchas?
Las manchas y arrugas que aparecen en la piel expuesta
(cara, escote, dorso de manos) se debe a la acumulación del
daño (por sol o cama solar) a lo largo del tiempo. La única
forma de prevenirlas es concientizarse acerca de las medidas
de cuidado.
En otoño, invierno o días nublados, ¿con cuánta
frecuencia debemos aplicar protector solar?
Debemos cuidar nuestra piel a lo largo de todo el año,
aquellas superficies que estén expuestas y cuando sepamos
que dicha exposición puede ser prolongada, aún en época
invernal. Recordemos que la RUV atraviesa las nubes y que
debemos protegernos incluso en días nublados. El daño de la
RUV es acumulativo.
Carlos Davis
Fuente:
Prensa
Sociedad Argentina de Dermatología