Política ambiental y responsabilidad social
“Esta iniciativa es una respuesta a una demanda de los
vecinos que hasta hace poco no sabían dónde descartar sus
pilas. Las pilas están formadas por compuestos muy tóxicos
que son peligrosos para la salud y el ambiente, por eso es
necesario una gestión adecuada”, afirmó Eduardo Macchiavelli,
ministro de la cartera.
A mediados del 2018, la Legislatura porteña
aprobó el
proyecto de Ley para la Gestión Integral de Pilas en Desuso.
Esta ley establece la Responsabilidad Extendida del
Productor, es decir que la persona que produzca, importe,
distribuya y/o comercialice pilas será responsable de su
gestión al final de su vida útil.
En noviembre de 2018 se firmó un convenio que establece
la recolección de pilas en los Puntos Verdes Móviles y la
elaboración de un diagnóstico por las empresas productoras e
importadores de pilas. Luego, las empresas deberán presentar
sus planes de recolección y tratamiento. Además, de
presentar un Plan de Gestión Ambiental de Pilas en Desuso,
las empresas productoras e importadoras de pilas deben
financiar e implementar el mismo, acreditando la
trazabilidad de la gestión y difundiendo el programa.
Efectos ambientales
En la actualidad existe una extensa diversidad de pilas
eléctricas que varían de acuerdo a sus compuestos activos,
forma, tamaño, voltaje, capacidad y duración, pero todas
representan un riesgo potencial al finalizar su uso.
Una vez desechadas, las pilas pueden perder su capa
protectora de metal, ya sea por corrosión interna de sus
elementos o por acción climática, causando el derrame de
metales pesados que pueden lixiviarse a través del suelo y
alcanzar cursos de agua subterránea y acuíferos con un alto
impacto a los recursos naturales y a la salud.
Los metales pesados que contienen las pilas como el
cadmio, plomo y mercurio son tóxicos aún en concentraciones
bajas y tienen tendencia a acumularse en los seres vivos.
Otros compuestos como los ácidos, álcalis, sales y
metales como el níquel, litio, zinc, manganeso, hacen que
resulten riesgosas para la salud y el ambiente frente a una
inadecuada gestión de las mismas.
Daños a la salud
Los principales componentes
de las pilas son mercurio,
cadmio, níquel y manganeso.
La exposición a estos
químicos puede provocar
Cáncer. Estudios médicos han
demostrado que el consumo
constante de alimentos
contaminados con mercurio
puede provocar cambios de
personalidad, pérdida de
visión, memoria, sordera o
problemas en los riñones y
pulmones; en mujeres
embarazadas, el mercurio
puede acumularse en la
placenta y provocar daño en
el cerebro y en los tejidos
de los neonatos, quienes son
especialmente sensibles a
esta sustancia.
Por otra
parte, respirar cadmio
produce lesiones en los
pulmones y cuando se ingiere
generalmente se acumula en
los riñones. El efecto
adverso más común de
exposición al níquel en
seres humanos es una
reacción alérgica. Entre 10
y 15 por ciento de la
población es sensible a él.
Algunas personas que son
sensibles a este metal
sufren ataques de asma luego
de periodos de exposición.
La exposición a niveles de
manganeso muy altos durante
largo tiempo ocasiona
perturbaciones mentales y
emocionales, y provoca
movimientos lentos y faltos
de coordinación.
Datos de contexto
Consumo promedio anual; 12 pilas per cápita en la
ciudad de Buenos Aires. En CABA se consumen anualmente 19
millones de pilas. Esto es equivalente a 500 toneladas año.
Se estima un consumo promedio anual de 12 pilas por
persona económicamente activa.
El 69% de las pilas recolectadas en la Ciudad
corresponden al tipo categorizado como primarias.
Las pilas botón representan un 1,69% respecto del total
de pilas primarias.
Las pilas recargables tipo AA y AAA representan el
6,28% respecto del total de pilas y baterías clasificadas.
El porcentaje promedio de pilas y baterías agotadas que
componen los RSU de la Ciudad de Buenos Aires es del 0,0123%
del total, representando 323 kg/día, lo que equivale a 117
toneladas anuales de pilas y baterías desechadas.
El país importa 200 millones de pilas de uso común al
año.
El 40% son pilas primarias y el 60% incluyen las
recargables, principalmente las baterías utilizadas en
telefonía celular, computadoras portátiles, cámaras
fotográficas y de video.
Existen más de 40 importadores de pilas en los que se
encuentran Energizer, Newsan (importador de Duracell) y
Rayovac. Estas tres empresas constituyen el 90% del mercado
de pilas alcalinas.
Las empresas que importan pilas de litio son Energizer,
Visuar SA (Sony) y Weinger SRL.
Consejos finales
No acumular masivamente
pilas y baterías por un
tiempo prolongado. Los
metales que contienen las
pilas resultan inactivos
dentro de la misma carcaza,
pero si se producen derrames
y mezclas de metales, pueden
resultar peligrosas.
No
hacer campañas de
recolección en escuelas. Las
pilas y baterías no deben
ser manipuladas por niños.
No desechar pilas y baterías
en los sitios destinados
para recolección de aparatos
eléctricos y electrónicos en
desuso.
Carlos Davis