El objeto en su materialidad
trascendió su momento
histórico y es soporte de un
mensaje. No hay una única
historia en los objetos, no
hay una única dimensión en
los objetos. Por eso, se
pretende entender al objeto,
entender por repetición en
este caso. Entender al
objeto en su dimensión vital
como proveedor de identidad,
no como vehículo de
nostalgia.
Entender su dimensión
dinámica y variable en el
tiempo variable según su
receptor que coloca al Museo
fuera de su concepto
tradicional estrictamente
histórico. Entender la
colección no como algo
escenográfico sino como un
testimonio, es decir,
entender al objeto en su
dimensión social.
El Museo de la Ciudad
Las
colecciones que integran el Museo son numerosas. Existen más
de sesenta mil piezas entre fotografías, filetes,
publicidades, juguetes, alcancías, postales, estufas, radios
y fonógrafos, bacinillas, envases, azulejos, baldosas y todo
lo relacionado con la comida, las escuelas, la salud y la
belleza, entre otros temas.
En lo que se refiere a la historia edilicia de Buenos Aires, el Museo cuenta con colecciones de rejas, puertas, ornamentaciones de frentes e interiores y una amplia documentación fotográfica.
Hay una amplia colección de más de 8.000 fotografías de la ciudad y sus habitantes y alrededor de 35.000 negativos que integraron colecciones de reconocidos fotógrafos. Muchos de estos objetos fueron donados por los vecinos de la Ciudad, partícipes activos de la propuesta del Museo que contribuyen así a contar la historia de Buenos Aires.
Además el Museo posee una biblioteca especializada en temas de la ciudad, sus barrios, costumbres y arquitectura. Entre sus actividades está la organización de la tradicional Feria de San Pedro Telmo en la Plaza Dorrego y de las Ferias de las Artes en la Plazoleta San Francisco, que funcionan todo el año, además de ferias especiales como la de la Ropa o la de los Libros.
La idea que impulsa al museo es la de compartir con los visitantes la memoria de la ciudad, con alegría y autenticidad, reencontrándose con el pasado cotidiano de nuestros padres y abuelos. No hay tema menor cuando la intención es mostrar la vida y costumbres de la gente, de allí la vigencia del Museo que ha intentado desde el primer momento demostrar que el patrimonio no es solemne y que la nostalgia, si bien no es mala, debe ser controlada para que no se convierta en la anemia de la memoria.
La sede del museo
La sede del Museo de la Ciudad
está constituida por un conjunto de edificios de valor histórico - patrimonial.
Están ubicados en el sector fundacional de la Ciudad de Buenos Aires vecino a la
Plaza de Mayo en el barrio de Catedral al Sur.
Ellos son la casa de Juan Bautista Elorriaga y la casa de María Josefa Ezcurra, construidos hacia 1812 y 1830 respectivamente.
También se cuenta con el solar ubicado en Defensa y Alsina, construido alrededor de 1895,
que mantiene sus características originales. En la planta baja de esta casa se encuentra la Farmacia de la Estrella que conserva su mobiliario y característica desde principios de este siglo. Aunque todo el equipamiento pertenece al Museo de la Ciudad el local mantiene su función de farmacia y droguería.
En resumen, un reservorio de identidad, una fuente de recuerdos, un lugar donde Buenos Aires nos cuenta su historia con lujo de detalles y sin apuros...