EDUCACIÓN
PÚBLICA DE CALIDAD PARA CHICOS CON PROBLEMAS DE AUDICIÓN
Los chicos
del Rocca visitaron el Congreso
18/06/2019
- Los
Alumnos de la escuela para sordos del Hospital Rocca
visitaron el Congreso de la Nación. Allí fueron recibidos
por guías y
participaron de un recorrido por los salones emblemáticos
del palacio legislativo. El establecimiento forma parte del sistema educativo del
Gobierno porteño e imparte los mismos contenidos que la
escuela común, pero utiliza metodologías pedagógicas
adecuadas a las necesidades de los chicos con trastornos de
la audición. La escuela del Hospital Rocca es la única que
trabaja el lenguaje
oral en niños con trastornos auditivos, esto les permite
insertarse en el sistema educativo secundario común y luego
en el
terciario.
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En el marco de las habituales visitas guiadas que se
realizan al Congreso de la Nación, una treintena de alumnos de la Escuela de sordos
del hospital de Rehabilitación Manuel Rocca (dependiente del
Ministerio de Salud porteño) recorrieron el Congreso
Naciomal acompañados por sus maestras y por el subdirector
del establecimiento. |
La visita guiada, para los chicos hipoacúsicos de entre 7
y 15 años, estuvo dirigida por Analía Rodas, interprete del
equipo interdisciplinario del Programa de Formación e
Inserción Profesional para Personas con Discapacidad,
acompañada por Alejandro Makotrinsky, asesor técnico sordo,
ambos pertenecientes al área de Bienestar Laboral y
Capacitación de la Dirección de Recursos Humanos de la
Cámara de Diputados de la Nación.
El recorrido por el Palacio del Congreso comenzó en el
Salón de los Pasos Perdidos, situado en Diputados,
trasladándose luego al recinto de sesiones de la Cámara
baja. Posteriormente, los alumnos visitaron el Salón Eva
Perón y el recinto de sesiones, ambos del Senado de la
Nación.
La Escuela de Sordos que funciona dentro del Hospital de
Rehabilitación Manuel Rocca (Av. Segurola 1949), es la única que trabaja el lenguaje
oral en niños con trastornos auditivos y les permite
insertarse en el sistema educativo secundario y terciario
común.
El establecimiento forma parte del sistema educativo del
Gobierno porteño e imparte los mismos contenidos que la
escuela común pero utiliza metodologías pedagógicas
adecuadas a las necesidades de los chicos con trastornos de
la audición.
Tiene la particularidad de ser la única en la Ciudad con
perfil oralista. Es decir, que allí los chicos aprenden a
través del lenguaje oral y logran hablar, dejando al sistema
de señas, de uso habitual en estos casos, sólo como un
complemento.
La Escuela de Sordos brinda atención temprana y educación
de nivel inicial y primaria en dos turnos: por la mañana de
8 a 12 hs, horario en el que se les sirve el desayuno, y por la
tarde, de 13 a 17 hs, momento en que se les da la merienda.
Ambas comidas son supervisadas por nutricionistas.
Al jardín especial asisten niños con trastornos y
retrasos tanto en la adquisición del lenguaje como a nivel
madurativo. Y a la Escuela de Sordos van niños hipoacúsicos
y sin audición.
La Escuela de Sordos busca formar integralmente a los
niños, con metodologías pedagógicas adecuadas a sus
necesidades educativas especiales.
El establecimiento cuenta además con el Servicio de
Pedagogía Asistencial, que brinda atención integral al niño
discapacitado, a través de un equipo interdisciplinario con
evaluación permanente del paciente - alumno.
“En particular trabajamos todo lo que necesitan para
suplantar lo que les falta de la audición; eso significa que
nos enfocamos en su resto auditivo”, explica Mariana
Biscione, la directora de la escuela. “Nosotras, las
maestras, nos ocupamos de que entiendan que este es un lugar
donde pueden ser felices y el resultado nos da mucha
alegría”.
También hay talleres de apoyo para alumnos que ya están
integrados a la escuela común. En ellos, se trabajan los
contenidos de la currícula escolar haciendo foco en aspectos
del lenguaje: morfología, fonoaudiología, sintaxis y todo lo
necesario para el desarrollo del habla.
El establecimiento tiene 172 alumnos y un promedio de 6
de ellos por clase. El trabajo es muy personalizado. Fabiana
Castellari, psicopedagoga del lugar, explica que "se hace un
seguimiento de los chicos”.
Pero no sólo ellos reciben atención. Sus padres y
familiares son integrados al proceso educativo terapéutico.
Reciben orientación, apoyo y adiestramiento del resto
auditivo para continuar con el proceso en casa.
Carlos Davis
Fuente:
Prensa Ministerio de Salud del GCABA