REFLEXIONES DE UNA LUCHA VECINAL QUE LLEVA AÑOS
La Asamblea de
Floresta y el Corralón
14/04/2019
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La
comunidad de Floresta celebra la inauguración de la plaza
cultural y reclama el sostenimiento
de un espacio de memoria en la antigua casona
histórica. La Plaza Cultural del Corralón se concretó
gracias a la lucha incansable del barrio. Pasaron más de 10
años para que el gobierno dé cumplimiento al acuerdo
celebrado con los
vecinos en el año 2006 para transformar el antiguo Corralón
Municipal en un espacio público, comunitario, de memoria,
recreativo, educativo y cultural en el marco de una plaza. Ahora,
la Plaza está habilitada, pero el
trabajo, la lucha, no ha concluido.
Por dicho motivo la Asamblea de Floresta emitió esta nota.
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Cuando el predio fue
recuperado por los vecinos
en el año 2005, la Asamblea
de Floresta y otros actores
barriales, trabajaron con
equipos técnicos del
gobierno en la definición de
un proyecto participativo de
plaza. Se consensuó un
proyecto original que
proponía una
unidad de integración
y participación comunitaria. |
Este
proyecto
priorizaba
su contenido histórico, desde lo
simbólico y material y no sólo como un espacio verde
exclusivo para expansión.
Durante los
años de incumplimiento por parte del gobierno los vecinos y
la Asamblea no se quedaron quietos y fueron transformando el
espacio sobre los contenidos de educación, memoria, cultura
y participación ciudadana.
¿Qué
lograron los vecinos en estos años en el predio del
corralón?
En el año 2004
se inaugura el monumento “Los chicos de Floresta - Sucesos
2001” emplazado en la esquina de Gaona y Gualeguychú en
memoria de los fusilados Maxi, Cristian
y Adrián producto de un concurso escultórico organizado por
la Asamblea y familiares.
A través del
Presupuesto Participativo se consiguió aprobar la
construcción de una escuela media que se inaugura en el año
2008 y donde se trasladó el
Colegio 18 D.E. 18 "Dr. Alberto
Larroque".
También se
trabajó en la construcción de la memoria histórica y
simbólica de este espacio con la participación de
antropólogos y arqueólogos. Se logró la sanción de la Ley N°
4261 de Sitio Histórico y en el año 2016 se inauguró una
muestra permanente de Memoria en la Casona Histórica que se
desmontó mientras trascurría la obra de la plaza.
¿Qué
reclaman los vecinos hoy?
La plaza que
se inauguró el
sábado alberga esa antigua casona histórica que fue
restaurada para destinarse como Espacio de Memoria. Esa
propuesta la impulsó la Asamblea de Floresta en conjunto con
la Cooperativa de Arqueólogos de la UBA - Arqueocoop, y fue
refrendada en un acta firmada por funcionarios del gobierno
de la ciudad, legisladores, comuneros y vecinos en agosto
del año 2016.
La
preocupación de los vecinos resulta de la negativa de las
autoridades para dar información sobre las áreas de gobierno
que serán las responsables del predio y por el desconcierto
que les provocó la instalación del Programa Adultos 2000
para que funcione como sede en la casona.
Aunque el
barrio celebra la concreción de la plaza por la que tanto
luchó no va a renunciar a defender el destino de la casona
como espacio de memoria para sostener la herencia histórica
barrial que integra hoy el patrimonio de la ciudad.
¿Qué
significados encierra este espacio público conocido como
corralón de floresta?
En las
primeras décadas del siglo XX el barrio es un lugar
tranquilo, con calles de tierra atravesado por el arroyo
Maldonado. A medida que se hace más residencial, el
saneamiento ambiental es un problema que la municipalidad de
Buenos Aires soluciona con la adquisición del predio en
1911.
El Corralón
Municipal de Villas alberga las chatas que sirven para
recolectar la basura y los carros que usan los barrenderos.
A partir de los años 40 con el aumento de la población el
Corralón es motivo de la organización de los vecinos que
reclaman su traslado y la transformación del predio en un
espacio verde.
En 1925
comienza la renovación del material rodante. Las últimas
chatas son retiradas en 1968. Los camiones recolectores
anaranjados, de marca Dodge comienzan a circular por las
calles del barrio en los años 60.
En los años 70
varios jóvenes militantes de la Juventud Peronista comienzan
a trabajar en el Corralón promoviendo la organización
sindical. Se les suma el sacerdote barrendero Mauricio
Silva, que aunque no responde a ninguna estructura
partidaria, es parte de esa lucha por el logro de las
reivindicaciones obreras.
Pero se
produce el golpe de estado del 76 y esos militantes
políticos y sociales pagan un alto precio. Ya no hay lugar
para la participación popular, y mucho menos para la
organización de los trabajadores. Son perseguidos. Sus
casas son allanadas. Su Unidad Básica destruida. Algunos
logran sobrevivir y pueden salir del país. Se exilian en
Brasil, Holanda, Suecia. Otros corren una suerte más
trágica:
Los primeros
días de mayo del 77 Néstor Sammartino es secuestrado de su
domicilio junto con su esposa y a Julio Goitía lo llevan del
Corralón en su horario de trabajo. El 14 de junio del mismo
año mientras barre las calles del barrio secuestran al padre
Silva. Los tres permanecen desaparecidos. Deberán pasar años
para que sus historias sean recuperadas.
En agosto del
77 se crea la sociedad CEAMSE, en el que la ex municipalidad
delega el servicio de limpieza. En el 79 se sanciona el
estatuto de dicha sociedad y se le recomienda la
tercerización. Desde entonces se incorpora al sistema el
sector privado a partir de la tercerización del servicio de
recolección domiciliaria y limpieza de calles. A partir de
los 80, los servicios de recolección y limpieza urbana son
realizados, en forma exclusiva, por la empresa MANLIBA SA,
una sociedad integrada por SOCMA (Sociedad Macri), GRUMASA
(Grupo Macri SA) y acciones de Francisco Macri. Hacia fines
de los 90 los camiones continúan estacionando en el
Corralón. Pero por la avenida y las calles laterales
reaparecen los carros tirados por caballos. Los cartoneros
pasan a formar parte del paisaje del barrio, de la ciudad.
También comienza a resurgir la participación popular.
Retomando el
antiguo reclamo surgido en la década del 40, algunos grupos
vecinales, organizan varios cortes en la Av. Gaona. Logran
que en el año 2000 la manzana pase a estar zonificada como
Urbanización Parque.
La Asamblea
Barrial de Floresta, surge en 2001, en un contexto de crisis
política y social con altos niveles de desempleo, pobreza y
endeudamiento. El estallido social fue respondido con
represión y hubo un saldo trágico de muertos, y la sucesión
de varios presidentes en pocos días. En el barrio el policía
Juan de Dios Velaztiqui asesina a Maxi Tasca, Cristian Gómez
y Adrián Matassa el 29 de dicienbre de 2001. La búsqueda de
justicia por ese hecho y de una mejora de la situación
general mantuvo organizados a los vecinos del barrio y al
antiguo corralón como refugio de memoria.