ENTREGARON LOS PREMIOS DEL CONCURSO "BUZONES
PORTEÑOS"
Preservando los buzones porteños
06/11/2018
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El domingo 28 de octubre se entregaron los premios y
distinciones del concurso
fotográfico "Encontrando Buzones en la Ciudad" organizado por la
Dirección General Patrimonio porteño. El objetivo
del concurso fue el de realizar un inventario de los
buzones existentes en nuestra ciudad, promoviendo a
su vez su protección y preservación. Estos objetos,
extremadamente
comunes en otro tiempo, hoy están amenazados con la
"extinción". Este efecto se debe al poco uso que
hacen los vecinos del correo postal, y a la
comercialización ilegal que llevan a cabo los que
especulan con este objeto patrimonial muy requerido.
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La Gerencia de Patrimonio dependiente de la
Dirección General Patrimonio, Museos y Casco
Histórico de la Ciudad de Buenos Aires,
organizó un concurso
fotográfico abierto a todo el público convocando a
recorrer la Ciudad y a descubrir el rico patrimonio
tangible e intangible que encierran los buzones del
Correo Argentino. |
De los mas de 1000 buzones que tuvo Buenos Aires
hacia 1930, hoy quedan menos de 200, de los cuales
una gran parte están vandalizados.
Para poder
hacer un relevamiento se tuvo una idea sencilla pero
eficaz: invitar a los vecinos a que participen de un
concurso fotográfico en el cual la temática,
obviamente, eran los buzones. Las fotos debian
titularse simplemente con la ubicación del buzón.
"Si
conocés o descubrís algún buzón en tu barrio o
durante algún paseo tomá una fotografía o una selfie.
La propuesta es conformar entre todos un inventario
de buzones existentes".
La
fecha límite de recepción de las obras fue el día 30
de agosto de 2018. Los
premios, consistentes en publicaciones de la Dirección
General Patrimonio, Museos y Casco Histórico, fueron
entregados el domingo 28 de octubre en la "Casa del
Virrey".
Se
otorgarán los siguientes premios:
Premio
Mejor fotografía:
José María Pérez
- Balcarce 301 -
Premio
Mayor Cantidad de fotos por autor:
Mariano Juarez - 73 fotografías -
1º
Mención:
Silvana Flocco - Callao entre Bartolomé Mitre y
Perón.
2°
Mención:
Verónica Viviana Gutrejde - Chile y Balcarce.
3°
Mención:
Dolores Montaño Bartolomé - Mitre y Libertad.
4°
Mención:
Betina
Ferrari - Defensa y Carlos Calvo
5°
Mención:
Paula
Zoltowski - Scalabrini Ortiz y Aguirre
Tanto
las fotos seleccionadas como las no seleccionadas
pasarán a integrar el banco de imágenes de la
Dirección General Patrimonio, Museos y Casco
Histórico y podrán ser utilizadas en las actividades
y proyectos de promoción cultural, tales como
reproducción, impresión, publicación, exposición y
toda otra difusión que las instituciones consideren
pertinente, mencionándose oportunamente el nombre
del autor y título de la obra, sin que esto suponga
retribución y/o compensación económica alguna.
Algunos datos sobre los Buzones Porteños
Según datos de Correo Argentino hoy quedan en la ciudad menos de 120
buzones del millar que supo tener Buenos Aires.
Accidentes de tránsito, renovación de veredas, mal
estado, vandalismo y robos para posterior venta en
sitios on line han sido algunas de las causas que
dejaron a la ciudad casi sin buzones.
Haciendo un poco de historia, fue Gervasio
Antonio de Posadas, nieto del primer Director
Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata
y segundo funcionario a cargo de la Dirección
General de Correos, Postas y Caminos, quien en 1858
colocó los primeros seis buzones en Buenos Aires:
eran de madera y estaban emplazados en las plazas
Lorea, Miserere, Monserrat (que hoy no existe), Del
Parque (actual Lavalle), Del Temple (actual
Suipacha) y Paseo de Julio (actual avenida Leandro
N. Alem). Más tarde fueron reemplazados por modelos
metálicos y recién a fines del siglo XIX comenzaron
a fabricarse en nuestro país, con el característico
"sombrerito" de estilo inglés y pintados de rojo.
Consideramos que hay una razón que va más allá de
lo meramente histórico y se adentra en el territorio
de la identidad colectiva, porque los buzones son un
hito. Nos ponen en contacto con la pregunta de algún
niño y el poder contarle que durante mucho tiempo se
escribían cartas, en papel. Son una marca de
identidad que nos remite a ese intercambio epistolar
y lo importante es poder ir caminando y verlos en la
esquina, como todos los referentes patrimoniales que
vemos en nuestros recorridos diarios. Su presencia
no molesta y, en lugar de tener una pieza en un
museo, podemos tenerla en su contexto e incluso
utilizarlos. Porque antes de que la vida fuera un
todo globalizado y que cada habitante pudiera
comunicarse en simultáneo con cualquier rincón del
mundo, las cartas eran los medios más preciados para
recibir noticias y dar abrazos, y los buzones, los
pacientes depositarios de sueños, desazones y
esperanzas...
Carlos Davis
Fuente:
Prensa
Dirección General Patrimonio, Museos y Casco Histórico - Notas
de archivo propio