La originalidad y
reconocimiento de sus
obras los une, casi un
siglo los separa. Entre
uno y otro surgieron
films como Patoruzito,
Manuelita o Metegol, que
ya forman parte de
nuestra memoria
colectiva, muchos más
merecen conocerse, como
la extraordinaria obra
de Luís Bras.
y
asimismo presenta en sociedad dos dibujos que Walt Disney
regaló en su paso por la Argentina y que se integraron hace
escasos meses al patrimonio de esta institución.
Haciendo un poco de
historia
El primer largometraje
animado del mundo fue
argentino, se llamó El
apóstol (1917), y si
bien casi nada
se
conserva de
los
trabajos de su
autor,
Quirino Cristiani,
en apenas unos cortos
realizados para el
noticiero Film Revista
Valle y el film
"El
mono relojero"
de 1938, puede verse
todo
su talento.
La labor de Cristiani
con la animación y la
sátira política permitió
a través del tiempo que
otros dibujantes como
Ramón Columba, Landrú y
Siulnas también
utilizaran la animación
cinematográfica para
satirizar la realidad.
Otro hito olvidado es la
productora de animación
CINEPA que en los años
cuarenta se concentró en
la realización y
distribución de
documentales en paso
reducido (16mm), para
escuelas, instituciones
y hogares.
En 1942 el estreno del
cortometraje
"Upa
en apuros"
junto con uno de los
mayores films del cine
argentino,
"La
guerra gaucha",
de Artistas Argentinos
Asociados, marcó un
punto de inflexión.
Pero indudablemente
Manuel García Ferré,
conquistó a grandes y
chicos de varias
generaciones. Sus
creaciones forman parte
de la cultura popular.
La televisión fue el
marco para que Anteojito
y Antifaz pasaran de la
publicidad a una revista
capaz de competir con
Billiken y después a
varios largometrajes. El
primero de ellos,
"Las
aventuras de Hijitus",
fue un éxito con su
creatividad fresca y
personajes queribles.
Todos sus films
convocaron al público
infantil como nadie lo
había hecho y sólo
muchos años después,
Manuelita, a partir de
la canción de María
Elena Walsh, fue un
éxito de magnitud
comparable...
Con el
paso de los años y el
avance de la tecnología
llegamos al
desarrollo
del
cine de animación
mainstream: Dibu,
Mercano el Marciano, y
la producción de dos o
tres largos por año.
El boom de los primeros
años del siglo XXI tuvo
un punto culminante con
Metegol. Argentina tuvo
al menos dos
realizadores de cine
animado experimental que
lograron obras
trascendentes: Luís Bras
y Víctor Iturralde. De
distintos modos ambos
continuaron la tradición
inaugurada por el
canadiense Norman
McLaren a quien
conocieron. El cine de
Bras, realizado
mayormente en 16mm y
super 8mm resulta un
ejemplo notable de arte
puro, abstracto y
efímero.
El presente ve a muchos
realizadores, creando
ilusión de movimiento de
muchas maneras. Y a
talentos argentinos
requeridos desde
distintas partes del
mundo. Juan Pablo
Zaramella
es uno
de ellos. Sorprende
con su variedad de
técnicas, que van desde
la pixelation de
Luminaris a los muñecos
de Viaje a Marte y el
diseño de videogames.
Hay muchas formas de
hacer dibujos animados:
Stop motion, 3D,
2D, plastilina, arena,
etc. y
todas tienen esa forma
especial de atraer
nuestra atención. La
animación nació para
quedarse, para crecer,
para evolucionar...,
para sorprendernos y
atraparnos.
Costo de la entrada
La
entrada general tiene un
valor de $30.
Los miércoles
la
entrada es libre u
gratuita.
Los menores
de 12 años, jubilados y
estudiantes con
acreditación, personas
con discapacidad más un
acompañante
y los
colegios públicos
tienen acceso
gratis todos los días.
Datos del Museo
del Cine “Pablo C.
Ducrós Hicken”
Dirección:
Caffarena 51.
email:
museodelcineprensa@yahoo.com
Carlos Davis
Fuente:
Prensa Gerencia Operativa
Museos -
Dirección General de
Patrimonio, Museos y Casco
Histórico -
Subsecretaría de
Gestión Cultural Ministerio
de Cultura Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Buenos
Aires