UN HITO
ARQUITECTÓNICO Y GASTRONÓMICO PORTEÑO
La "Confitería del Molino"
es del Congreso
28/02/2018
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La emblemática y tradicional confitería El Molino pasó a ser
propiedad del Congreso de la Nación. La decisión fue tomada
por el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda y
volcada en la Resolución 18-E/2018 que se publicó en el
Boletín Oficial. La norma repasa la historia de la confitería,
sus problemas y sus vicisitudes y le da al Parlamento la
titularidad sobre el inmueble que ahora deberá readecuarlo y
ponerlo nuevamente en funcionamiento con fondos que deberá
proveer el Estado nacional. El Molino, ubicado en la esquina
de Callao y Rivadavia, frente al Congreso Nacional, está
cerrado y abandonado desde 1997 y el 9 de julio del año
pasado cumplió 100 años de vida.
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En 2014,
la presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, anunció
su expropiación para que el edificio pase a manos del
Congreso, organismo que tendrá a su cargo la concesión
de la confitería, además de crear un museo que contenga
elementos originales del bar por el que pasaron cientos
de políticos y artistas argentinos.
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En los considerandos de
la nueva resolución, la norma recuerda que por el artículo
1° de la Ley N° 27.009 se declaró de utilidad pública, y
sujeto a expropiación, por su valor histórico y cultural el
inmueble de la "Confitería del Molino", ubicado en Av.
Rivadavia 1801/07/15 esquina Av. Callao 10/20/28/30/32 de la
Ciudad de Buenos Aires. Y se agrega que el artículo 2° de la
misma ley se autorizó al Poder Ejecutivo Nacional a adquirir
dicho inmueble a un precio que no exceda lo establecido por
el Tribunal de Tasaciones de la Nación.
En este sentido, el 18 de
febrero de 2016 se designó al Ministerio del Interior, Obras
Públicas y Vivienda para que expropiara El Molino luego de
que el Tribunal de Tasaciones estimara el valor a pagar a
sus dueños.
En ese momento, El Molino
era propiedad de un condominio que compartían en partes
iguales Argital SA y Rocabren SA. El 27 de diciembre de
2016, el Gobierno y ambas sociedades suscribieron un acuerdo
de avenimiento de la confitería El Molino por una suma de
$181,7 millones, valor que había dispuesto el Tribunal de
Tasaciones de la Nación. Tres días después el Gobierno
transfirió los fondos a ambas empresas y se le informó a la
por entonces Comisión Administradora del "Edificio El
Molino", para que tomara posesión del inmueble, con las
formalidades que considere pertinentes en cumplimiento de
las disposiciones legales vigentes.
Ahora, la Resolución
publicada en el Boletín Oficial cumple con lo dispuesto por
el artículo 2° del Decreto 376 del 18 de febrero de 2016,
que instruía al Ministerio del Interior a que, cumplido el
procedimiento expropiatorio, transfiera de forma definitiva
y sin cargo El Molino al Congreso de la Nación.
En cuanto al destino del
inmueble, la Resolución recuerda que el artículo 5 de la Ley
N° 27.009 establece que el subsuelo y la planta baja deberán
ser concesionados para su utilización como confitería,
restaurante, local de elaboración de productos de panadería,
pastelería o cualquier otro uso afín a dichas actividades.
El resto del edificio deberá consagrarse a un museo dedicado
a la Historia de la "Confitería El Molino" y el rol que tuvo
en el crecimiento y consolidación de la democracia
argentina. También a un centro cultural a denominarse "De
las Aspas", dedicado a difundir y exhibir la obra de
artistas jóvenes argentinos que no haya sido expuesta
públicamente en ningún medio.
El artículo 7 de la misma
ley obliga al Poder Ejecutivo Nacional a contemplar en la
partida del Presupuesto Nacional los recursos necesarios
para dar cumplimiento a los destinos establecidos para El
Molino, incluyendo los gastos de reparación y puesta en
valor del edificio. La resolución obliga además al Estado
nacional a cuantificar el monto necesario para llevar a cabo
la remodelación y puesta en valor de la confitería "a los
efectos de las adecuaciones presupuestarias
correspondientes". Además, da intervención a la Agencia de
Administración de Bienes del Estado (AABE).
Haciendo un poco
de historia
Inaugurada en
1917, la Confitería fue el sitio de encuentro de la sociedad
porteña de aquella época. Personalidades como Eva Perón,
Lisandro de la Torre, Alfredo Palacios, Carlos Gardel y
Leopoldo Lugones degustaron sus famosos merengues y panettones de castañas, en medio de un
ambiente revestido con mármoles italianos.
La historia de la
Confitería del Molino se remonta a 1821, cuando el
inmigrante italiano Constantino Rossi abrió la “Confitería
del Centro” en la esquina de Rivadavia y Rodríguez Peña.
Poco después el local fue rebautizado como “Confitería del
Molino”, en homenaje al primer molino harinero instalado en
la ciudad de Buenos Aires en el mismo barrio.
Con motivo de la
construcción de la Plaza Congreso, la Confitería del Molino
se trasladó el 28 de febrero de 1905 a su actual ubicación,
en la esquina de las avenidas Rivadavia y Callao donde se
levantaba una vivienda de dos pisos con negocio en la planta
baja perteneciente a Cayetano Brenna que, posteriormente,
encargó la construcción de la actual sede de la confitería,
inaugurada en 1917.
El nuevo edificio
fue proyectado y construido por el joven arquitecto
italiano Francisco Tereso Gianotti, incluye también los
3 subsuelos donde se producía y fabricaba la propia
pastelería. El trabajo, pese a la complejidad, se
resolvió en menos de un año. El conjunto reunía una gran
diversidad de materiales: cerámicas, vitraux, mosaicos
de colores, composiciones en mármol y esculturas de
bronce, traidos de Italia. La réplica de las aspas de un
molino harinero, realizada en hierro, completaba
simbólicamente la fuerza constante y dinámica que
impulsaba la época. La obra, que fue aludida por el
propio autor como expresión de su “modernismo
gianottiano”, se transformó en un hito de la
arquitectura porteña gracias a su peculiaridad.
Después de acoger
durante 137 años a los porteños, la Confitería del Molino
cerró sus puertas el 23 de febrero de 1997. Esta confitería
fue incluida en una lista considerada por la UNESCO para ser
declarada patrimonio Art Nouveau internacional. La Nueva
Confitería del Molino fue declarada Monumento Histórico
Nacional el 24 de octubre de 1997, a través del decreto
1110/97 del Poder Ejecutivo, mientras que el Gobierno de la
Ciudad lo incorporó al Catálogo de Edificios de Valor
Patrimonial, Área de Protección Histórica, con un grado de
protección estructural desde 1992, a través de la ordenanza
45.572.
Carlos Davis
Fuente:
La voz de la Tercera Edad - Notas de archivo propio