DISTINTOS
ESPACIOS QUE RECUERDAN A LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA
Nombres para
la memoria
17/10/2017
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Tradicionalmente
el nombre de nuestras calles y espacios públicos luce la
denominación de un prócer, de una batalla, de una provincia
o país, o de una personalidad que de alguna manera se haya
destacado o cobrado relevancia. El Homenaje de imposición
del nombre era reservado, pues, a un grupo relativamente
selecto. En la actualidad existe, sin embargo, una nueva
tendencia que busca preservar el nombre de aquellas personas
que hayan sido víctima, o de distintas formas de violencia
(de género, desaparición forzada por parte de un estado
represor), o de la negligencia de un estado ausente en su
rol de contralor o fiscalizador privilegiado.
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Si bien no
hubo muchas cambios de nombre en calles, si se designó
con esta nueva consideración a plazoletas y estaciones
de subte. La tendencia actual es la de dar a la
nomenclatura urbana el nombre de víctimas de violencia
de género, personas desaparecidas durante la última
dictadura y otros que murieron por negligencia estatal.
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"La
nomenclatura urbana es el reflejo de un clima de época, que
no resulta ajeno a la realidad sociopolítica coyuntural. No
es extraño que una sociedad que atravesó una etapa
institucional dictatorial rinda homenaje a las víctimas del
gobierno de facto. Más acá en el tiempo, una de las
principales preocupaciones de los ciudadanos es la
inseguridad (en todas sus manifestaciones, la delictual y la
institucional); la nomenclatura también es el reflejo de
ello", explicó Daniel Paredes, subgerente de investigaciones
de la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco
Histórico de CABA.
Para el
licenciado Pedro Damián Orden, secretario general de la
Asociación de Sociólogos de la República Argentina, la
evolución de la nomenclatura en nuestro país está muy
asociada a la capacidad de los argentinos de construir una
historia colectiva en la que las atrocidades no pasen
inadvertidas.
Un poco
de historia
Los primeros
nombres aparecieron en 1734. La nomenclatura de ese entonces
surgió de las iglesias, los santos, nombres que referían a
los edificios públicos como el Cabildo o la Catedral, y
aquellos accidentes geográficos ubicados cerca de la calle
por denominar; por ejemplo, El Jagüel. En un segundo
momento, se reprodujeron los nombres vinculados a hombres de
la política y el Ejército.
En 1893,
cuando se sumaron a la ciudad los barrios de Flores y
Belgrano, se incluyó a literatos y hombres de estudio,
sabios extranjeros, la nomenclatura geográfica y ciudades
importantes, entre otros.
Los últimos en
ser incluidos fueron los artistas y personajes ilustrados de
la Argentina, y más recientemente, figuras populares y las
víctimas de violencia.
Algunos
nombres
Gastón Riva,
murió en de un disparo efectuado por la policía, en
diciembre de 2001. Una calle del barrio de Flores lleva su
nombre.
Lucila
Yaconis, fue asesinada por un hombre que intentó
violarla. Una plazoleta en Núñez, cercana al lugar del hecho
recuerda su nombre; en el mismo barrio una calle conmemora a
Miguel B. Sánchez, Atleta y desaparecido.
Una plazoleta
en Chacarita, recuerda a Ernesto Urfeig, desaparecido
en el año 1977. El parque Ezequiel Demonty, en Nueva
Pompeya, lleva el nombre de quien fuera asesinado y arrojado
al Riachuelo por la policía en 2002; en este barrio también
se encuentra el espacio verde denominado Máximo Mena,
en homenaje al obrero del sindicato de mecánicos de Córdoba
asesinado por la policía en 1969.
En julio de
2007, por ley 2366 sancionada por la Legislatura porteña,
las veredas y las terrazas paralelas a los arcos del
viaducto ferroviario que atraviesa la plaza Andrés Guacurari
Artigas, llevan el nombre Marcela Iglesias, que murió
a los 6 años de edad aplastada por una estatua que estaba en
exposición en el Paseo de la Infanta.
El jueves 21
de marzo de 1013 se sancionó
el cambio de denominación de la estación de
subte situada en la intersección de
las avenidas Entre Ríos y San Juan. A partir de esta medida,
la estación "Entre Ríos" de la Línea E de Subterráneos,
lleve el nombre "Rodolfo Walsh",
periodista y escritor,
asesinado en dicha esquina por fuerza
represivas el 25 de marzo de 1977.
En 1893 una
ordenanza estableció la necesidad de esperar 10 años tras la
muerte de una persona para que se pudiera llevar su nombre
dentro de la nomenclatura. Esta decisión fue ratificada por
la ley 865 en 2002.
En nuestro barrio la
plazoleta ubicada en Medina y Cajaravilla lleva el nombre de
las Hermanas Alice Domon y Leonie Duquet, en homenaje
a las religiosas francesas desaparecidas durante la
dictadura militar argentina.
Carlos Davis
Fuente:
Prensa Ministerio de Ambiente y Espacio Público
CABA . Ministerio de Patrimonio CABA