DEFENSORÍA DEL
PUEBLO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Entregaron el
premio "Oliveira 2017"
28/12/2017
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Lita Boitano, presidenta de la organización "Familiares de
Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas", y Gustavo
Carrara,
flamante "Obispo auxiliar de la Ciudad de Buenos Aires",
recibieron el "Premio Alicia Oliveira 2017" (galardón
entregado por la Defensoría porteña) de manos del Defensor del Pueblo
Alejandro Amor y de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo,
Estela de Carlotto. El premio reconoce la labor de aquellas
personas que luchan de manera diaria e incansable por los
derechos de todas los habitantes, sin distinción de raza,
credo, edad o condición social.
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La secretaria general y titular del Consejo para la
Vigilancia, Promoción y Protección de los Derechos Humanos
de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Silvina Penella,
recordó en sus palabras de apertura la conmemoración del
69º aniversario del Día Internacional de los Derechos
Humanos,
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Penella aseguró que “este
premio nos encuentra celebrándolos. Se trata de un premio
que reconoce el rol de los y las defensores y defensoras de
los derechos humanos”.
Además, destacó la decisión política de Alejandro Amor de
instituir este premio: “Como Defensoría nuestra misión
constitucional también es reconocer y distinguir a quienes
día a día luchan por los derechos de todas las personas.
Visibilizar las inequidades e injusticias no es un rol
sencillo”.
Recordó también a Alicia Oliveira, primera Defensora del Pueblo
de la Ciudad, a quien definió como “una voz que se alzó con
compromiso en tiempos de democracia y en Dictadura. El
premio lleva su nombre como forma de reconocimiento a su
inmensa trayectoria”.
Por último, dedicó unas palabras a los galardonados.
Definió a Lita Boitano como “una enorme luchadora de los
derechos humanos, que desde hace 41 años viene aportando a
la recuperación de la memoria”; y sobre el padre Carrara
sostuvo que “es uno de esos sacerdotes que vive y comparte
el día a día con quienes más lo necesitan". El premio
pretende ser también un reconocimiento a todo ese grupo de
curas que hicieron una opción por los pobres y trabajan en
las villas”.
A continuación, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo,
Estela de Carlotto, resaltó la importancia de “poner en
evidencia las acciones reconocidas. Estos premios son un
aliciente, una forma concreta de demostrar cariño y amor, y
alientan a seguir caminando”.
Sobre los homenajeados, aseguró que “merecen mucho este
reconocimiento. Hoy es un día para sonreír y caminar con
esperanzas porque todo lo que hay para cambiar depende de
nosotros. En esos años donde ya nos pesa lo vivido, esta
caricia hace mucho bien”.
Por su parte, el Defensor del Pueblo Alejandro Amor
revindicó la entrega conjunta: “Así como al año pasado la
decisión fue darle el reconocimiento a Estela, este año
había que profundizar esta línea porque la realidad nos
obliga a reafirmar nuestro compromiso. Hoy el compromiso por
la Memoria, la Verdad y la Justicia tiene que ser más fuerte
en cada uno de nosotros para que no hay nunca más un
desaparecido”.
Indicó asimismo que “en la Argentina que nos toca vivir,
según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, hay más
13 millones de pobres. Ese no es un dato estadístico, es una
llaga abierta que tenemos la obligación de comenzar a
cerrar. Las cuentas fiscales del Estado no cierran, si no
cierran las cuentas sociales. Los problemas no están en los
números, los sufren las personas. Se trata de seres humanos
a los que el Estado abandonó, y es nuestra responsabilidad
hacernos cargo. Porque donde el Estado está ausente, se
genera un para-Estado, que muchas veces está ligado a
organizaciones delictivas”.
Sobre el trabajo del padre Carrara y otros curas
villeros, señaló que “es un compromiso de vida, están
presentes donde el Estado no está. Llevan a cabo una tarea
silenciosa y extraordinaria en los lugares de mayor
conflictividad”.
“Para los defensores y defensoras de los derechos
humanos, el compromiso es hacerse cargo de los más
vulnerables. A todos nos toca defender de distintas maneras
a esas personas, luchando contra la Sociedad del Descarte,
redoblando nuestro compromiso con la Verdad, la Memoria y la
Justicia, y con la construcción de una sociedad más justa.
Nos somos el cargo que tenemos, sino militantes de la vida”,
concluyó Amor.
En sus palabras de agradecimiento, Lita Botano,
presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por
Razones Políticas, llamó a que “no nos peleemos entre
nosotros, sigamos juntos a pesar de las diferencias. Le pido
a la generación que tiene la edad de nuestros hijos que no
dejen de seguir luchando, para que los más jóvenes no tengan
miedo”.
Por último, Gustavo Carrara aseguró que “recibo el premio
en nombre de una acción comunitaria. Hoy me toca aparecer a
mí, pero el premio es para una comunidad que se organizó
para ponerse al servicio de los más desprotegidos, y que con
pequeños gestos y gran amor hace algo para tratar de vivir
mejor”.
Sobre el Premio Alicia Oliveira
En 2016, el Defensor del Pueblo porteño Alejandro Amor
lanzó en el ámbito del Consejo de Derechos Humanos de la
institución el premio “Alicia Oliveira” en honor a la
doctora Alicia Beatriz Oliveira, quien en 1998 fue la
primera Defensora del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires y como reconocimiento a su lucha y sus aportes en la
promoción y tutela de los derechos humanos.
La distinción tiene como fin homenajear a personas que
-como ella- dedicaron su vida a esta causa y cuyos méritos
en la promoción y/o protección de los derechos humanos
representan un aporte ineludible para el desarrollo de un
estado de derecho.
Incansables, imprescindibles, irremplazables. Los caminos
recorridos por Boitano y Carrara dan cuenta de su férrea
militancia por los derechos de los más necesitados, y
constituyen la mejor evidencia de que esa antinomia entre
derechos humanos “del pasado” y “del presente” es falsa,
porque el trabajo emprendido por ambos no distingue de
épocas, atraviesa el tiempo y constituye un aporte
ineludible en la lucha por un mundo más justo y digno. Por
eso este homenaje y nuestro agradecimiento constante por
todo lo que nos dieron y, seguramente, continuarán dándonos
en su tarea cotidiana.
Carlos Davis
Fuente:
Prensa Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires