sería el
más antiguo de la zona.
Hallazgo arqueológico
en Belgrano
22/08/2017
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El
equipo
de arqueología urbana que depende de la Gerencia de
Patrimonio, realizó un gran hallazgo en las
Barrancas de Belgrano: encontró restos de utensilios
y alimentos
en un pozo donde funcionó, en el siglo
XVIII, un oratorio de los monjes franciscanos. El
hallazgo se produjo cuando se realizaban trabajos de
puesta en valor del paseo público. Al encontrar los
primeros restos se dio intervención al grupo de
expertos, el cual realizó trabajos de índole
arqueológico en las intersecciones de las calles La
Pampa y Arribeños, lugar en que se ubicaron durante
gran parte del siglo 18 la Capilla de los
Franciscanos u Oratorio de la Calera.
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En el predio funcionó,
entre 1825 y 1834, la Iglesia parroquial de
Santos Lugares, y entre 1856 y 1874 (fecha
de la inauguración de su actual edificio),
la Iglesia de la Inmaculada Concepción de
Belgrano. La orden franciscana tenía a su
cargo la extracción de piedras de cal de
conchillas y arena utilizadas en albañilería
y revoques. |
Uno de los
primeros hallazgos, fue una estructura de ladrillos
que corresponde a un antiguo pozo de perímetro oval,
cercano al talud sobre la calle La Pampa, allí se
encontró un conjunto muy amplio, diverso y bien
conservado de materiales culturales, producto del
descarte de objetos utilizados cotidianamente en el
pasado.
La gran mayoría
de los objetos recuperados hasta el momento
correspondería a fines del siglo XVIII y principios
del XIX. Una moneda española acuñada en Potosí en
1797 confirmaría las dataciones.
Entre los
materiales recolectados se destacan piezas de
vajilla de loza inglesa, mayólica española y
francesa, porcelana oriental, ollas y demás
recipientes de terracota de producción europea y
regional, botones de hueso, vasos de vidrio soplado
con decoraciones grabadas, botellas de bebidas
alcohólicas, frascos, cuentas de vidrio, una botija
española de uso mercantil, restos óseos producto de
la dieta humana (peces, aves y mamíferos
domésticos), entre otros varios.
Tomados en su
conjunto, estos materiales nos hablan sobre la
existencia de materiales pertenecientes a habitantes
con alto poder adquisitivo de la sociedad virreinal
y colonial porteña. Por la información recabada se
puede decir que las familias pudientes les donaban
vajilla y otras pertenencias de uso diario a los
monjes.
Hasta el
momento, las excavaciones en el pozo alcanzaron una
profundidad de 1,70 m, aunque considerando que esta
clase de estructuras puede alcanzar los 8 m, es de
esperarse que a medida que avancen las tareas de
campo, los hallazgos se multipliquen.
A pesar de su
rica historia, Belgrano no cuenta con demasiados
antecedentes arqueológicos, y con ninguno tan
antiguo como este, por ello estos descubrimientos
suman una gran cantidad de información respecto del
momento fundacional del barrio y la vida cotidiana
de quienes de alguna manera impulsaron su desarrollo
urbano.
Se espera que
en poco tiempo más continúen las exploraciones en
las cercanías del pozo en busca de otras estructuras
de la época, lo cual permitirá conocer en mayor
profundidad la vida que llevaban a cabo los
habitantes de esta zona del territorio en épocas
pasadas.
Carlos Davis
Fuente:
Prensa
Dirección
de Patrimonio de la CABA