Floresta: nombre dado por Ordenanza N° 26.607 B.M. 14.288
PARA OPTIMIZAR
SU FUNCIONAMIENTO
Limpian el
aliviador del Maldonado
06/06/2016
- La tradición
rescata el recuerdo: cuando llovía fuerte sobre la ciudad y
los arroyos aumentaban su caudal, los vecinos aprovechaban
para deshacerse de su basura y trastos viejos. El agua
barría con todo y el río terminaba digiriendo los
deshechos... En la actualidad los porteños recrean este
gesto aunque de manera inconciente: cada botella plástica
que es tragada por una de las "bocas de tormenta" que se
encuentran en las adyacencias de la Av. Juan B. Justo es
transportada por el Maldonado o alguno de sus canales
aliviadores hasta el río. Por suerte este material (no
biodegradable) queda atrapado en unos filtros que deben ser
limpiados. Doscientas toneladas de desperdicios fueron
retirados...
Ocho días de
trabajo intenso demandó la limpieza de los filtros
existentes en el aliviador del Maldonado. Este auténtico
enrejado evita el volcado en el Río de la Plata de la basura
que arrastra el Maldonado. Las botellas plásticas están en
primer lugar dentro de la basura removida, aunque hubo
también escombros de demolición.
Las bolsas de polietileno,
cajas de cigarrillos,
aerosoles y restos de
muebles emergieron en el
gigantesco túnel del canal
aliviador del arroyo
Maldonado durante los ocho
días que duró su limpieza,
una tarea que se efectuó por
primera vez en la obra
hidráulica más importante de
la Ciudad de los últimos 90
años.
"Vamos a ver lo que nos
encontramos", dijo el ministro de ambiente y Espacio Público
de la Ciudad, Eduardo Macchiavelli, antes de descender los
35 metros que hay desde la superficie hasta la entrada del
canal, situado más abajo del lecho del Río de la Plata en la
zona de Costanera Norte.
Durante los ocho días
que demoró la limpieza se extrajeron en la desembocadura del
canal largó una cantidad aún no cuantificada de basura. Una
vez en la superficie los operarios separaban la basura
reciclable (botellas de plástico y tapas de gaseosa, entre
otras) de los sedimentos y el barro. "Más abajo del lecho
del río se vive una experiencia única", dijo Carla,
instructora de buzos y encargada de la dirección del
operativo a la agencia Télam, mientras se sujetaba con
arneses y equipos especiales antes de inciar el descenso
que, con las precauciones del caso, demora entre cuatro y
cinco minutos.
El túnel recolecta toda
el agua de los sumideros de los barrios de de Versalles,
Liniers, Villa Luro, Vélez Sársfield, Floresta, Villa Santa
Rita, Villa Mitre, Caballito, Villa Crespo hasta Palermo.
"Esta es una mega obra
que encaró la Ciudad y estamos aprendiendo para saber
cuántas veces hay que vaciarlo, si cada tres años, cada dos
o una vez al año para que el agua fluya como tiene que fluir
y garantizar que no se tape", dijo el vicejefe de Gobierno
porteño.
A medida que se vaciaba
el túnel y se sacaba a la superficie los sedimentos,
quedaban al descubierto el estado general del túnel, el cual
se limpió con agua a alta presión, al tiempo que en la
operación, de la que participaron unas 100 personas, incluyó
la revisión de la estructura, juntas y grietas.