Sus
virtudes y hazañas fueron famosas y frecuentes sus encuentros con
otros payadores, en esa lucha verbal del contrapunto. Ezeiza se
enfrentó con José Betinotti, en 1902, en un circo que funcionaba
en Venezuela y Maza, en el barrio de Boedo. La justa terminó
convirtiendo a Betinotti, que se iniciaba entonces en el arte
popular, en discípulo de Gabino. Con anterioridad, en 1891, había
sostenido con Nemesio Trejo una payada que resultó memorable.
La contienda
duró tres noches. Gabino Ezeiza tenía, al decir de Rodolfo
Senet “una aptitud estupenda, increíble, para hacer versos.
Los improvisaba, así, en el momento, y como tenía un oído
perfecto para la medida, la cadencia y la rima, le salían
sonoros”.
Recuerda Senet
que allá por 1900, estando él por Dolores, llegó Gabino a
dar un recital de canto y guitarra. “Le propuse presentarle,
ya que no existía contrincante, cuando empezara a
improvisar, diversas imágenes en una pantalla de teatro, con
el sistema de proyecciones luminosas para que él, que las
vería junto al público, las describiera cantando. Gabino,
sin averiguar los motivos que les serían expuestos, aceptó y
el éxito alcanzado fue de tal magnitud que su actuación,
programada para dos horas, duró el doble”.
Uno de sus contrapuntos más famosos lo sostuvo en Paysandú (Uruguay,
año 1884) con el mentado cantor oriental Juan de Nava al que rodeaba una aureola de prestigio, conquistada en muchos entreveros difíciles de los que supo salir airoso.
Ese encuentro fue presenciado por uno de los auditorios más numerosos que se recuerdan y ante el estado adverso hacia él del público oriental, improvisó allí la que sería la célebre canción "Heroico Paysandú".
Fotografía gentileza d
el
Sr. Eduardo Quinteros. Fue obtenida
el 8 de Julio de 1916 (poco tiempo
antes de la muerte de Gabino
acaecida el 12 de octubre) en
Justiniano Posse provincia de
Córdoba. A la izquierda de Gabino
aparece Salvador Quinteros, primer
agricultor criollo de la zona, y a
su derecha la Sra. Juana Paredes de
Quinteros, nacida en 1816 en Villa
de Soto, Pcia de Córdoba .
Tanto Gardel como Razzano lo conocieron en los comités políticos de principios de siglo, como a casi todos los payadores de aquel tiempo, y ese conocimiento se hizo trato amigo en la rueda del popular "Café de los Angelitos".
A su muerte el dúo en su homenaje cantó "Heroico Paysandú" que años después llevó al disco. Gabino, como todos los juglares del pueblo, murió pobre, en su vieja casa
de Floresta, el 12 de octubre de 1916, cuando orillaba los 59 años.
Carlos Davis
Fuente:
Prensa Museos de la Ciudad -
Prensa Museo de Arte Popular
José Hernández - Notas de archivo propio