UN INVENTO
ARGENTINO NACIDO EN FLORESTA
A 87 años
del primer colectivo
24/09/2015
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En el día de hoy se cumple el aniversario 87
del viaje inaugural del primer colectivo argentino. El
trayecto se inició en la esquina de Lacarra y Rivadavia y
terminó en el barrio de Caballito, costó para los usuarios
el equivalente a la quinta parte de un viaje en taxi, y tuvo
su razón de ser en una crisis laboral del gremio de los
autos de alquiler. Varios taxistas se reunían en una bar
existente en la esquina mencionada comentando su "malaria"
hasta que uno de ellos tuvo la brillante idea de ofrecer
viajes compartidos, es decir, pasar del alquiler individual
al arrendamiento colectivo de los taxímetros.
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El año 1928 fue un año de
crisis mundial, el dinero
escaseaba, la gente no
tomaba taxis en Buenos
Aires, y ante la escasez de
clientela un grupo de
taxistas fue a ver a Don
Diego Abad de Santillán
(1897-1983), historiador y
luchador entonces director
del diario "La Protesta"
para buscar una solución al
problema que los acuciaba. |
En esos años el trabajo de los taxistas era poco pues les
había quitado clientela el ómnibus, tal como el taxímetro se
la quitó por entonces a los coches de plaza o "mateos".
A Don Diego se le
ocurrió que transformaran los autos en un pequeño ómnibus,
llevando varios pasajeros por un itinerario fijado a un
precio reducido por pasajero. Así nació el colectivo
porteño también llamado Taxi Colectivo, Taxi Bus o Micro
Bus, con recorridos fijos con los autos, levantando
pasajeros en paradas y a un precio unitario.
El primer recorrido
establecido el 24 de Septiembre unía las calles Lacarra y
Rivadavia con Plaza Primera Junta con una escala intermedia
en Plaza Flores. La tarifa del Colectivo era un poco más
alta que la del Ómnibus pero mucho más barata que la del
Taxi. El servicio se componía de 40 coches que podían llevar
hasta 5 pasajeros y la frecuencia era de 4 minutos.
Los colectivos operaban
por número de línea el cual era elegido libremente tomando
por lo general el de la línea de Tranvía u Ómnibus con la
que competían.
De acuerdo al artículo
publicado al respecto en 1954 por la Revista El Hogar se
extraen los siguientes párrafos que amplían el tema:
"Los coches en los
lugares de parada establecidos se alineaban por riguroso
orden de llegada, obedeciendo las órdenes de un inspector, y
el público iba ocupándolos según el turno de colocación,
saliendo los coches con intervalos de medio a un minuto"
"Hubo como en todas las
cosas muchos reacios al principio, pero cuando se dieron
cuenta de la facilidad con que se llegaba a las zonas más
apartadas de la ciudad por un precio tan económico, hasta
los más chúcaros se decidieron a hacerlo. Buenos Aires que
por entonces tenía una población de 2 100 000 habitantes
estaba necesitando ya nuevos medios de transporte. El
tranvía no era suficiente, y los taxímetros no estaban al
alcance de cualquier bolsillo. El colectivo que fue un
invento exclusivamente argentino, reguló, el término medio
en la economía del pueblo, y como el éxito coronó con creces
la iniciativa, fueron muchos los que se aprestaron a
organizar servicios análogos, aumentando las líneas en todos
los barrios de acuerdo a las necesidades de la población"
Placa colocada
en la esquina de las calles Lacarra y Rivadavia al cumplirse
el 50º aniversario del primer viaje en colectivo.
"A medida que los
servicios iban regularizándose fueron ampliadas las
iniciativas, como la de colocar letreros con el recorrido
sobre los parabrisas, o banderas argentinas como distintivo
en el capot de los coches, lo que resultaba de lo más
pintoresco"
"La rapidez del
colectivo era más aceptada por el público, y eso lógicamente
hizo mermar el volumen de los pasajeros en los tranvías. Con
todo, las protestas hechas por la compaña de Tranways Anglo
Argentina se dejaron oír airadamente, por considerar que la
aparición de los colectivos hacía una competencia desleal a
la empresa"
"Al progreso era
imposible ponerle vallas, pues además de la celeridad con
que se viajaba y el descongestionamiento del tránsito
logrado, ligando velozmente los puntos más apartados del
centro, ello representaba la ocupación de más de 12000
obreros y la simplificación de casi toda la actividad
comercial de la ciudad"
Cuando el espacio para
5/7 pasajeros resultó insuficiente, comenzaron a modificar y
ampliar los coches llevándolas a 10. En la década del 30 los
ómnibus tenían entre 17 y 36 asientos diferenciándose de los
colectivos de 10 asientos. Además estos últimos no estaban
autorizados a llevar pasajeros de pié.
Con el correr de los
años comenzaron a carrozarse chasis de camiones y los
colectivos se fueron haciendo más grandes y de mayor
capacidad hasta transformarse en ómnibus.
Este medio de
transporte, el "auto-colectivo" que con el transcurrir de
los años se transformó en los actuales ómnibus, ha tenido
una importancia relevante en el desarrollo económico y de
transporte de la Ciudad de Buenos Aires, al recordar sus
orígenes destacamos nuestra historia ciudadana para las
generaciones recientes.
Fuente: CEDOM