POR SU ACTUACIÓN
EN AUTOMOTORES ORLETTI
Rafecas elevó
a juicio la causa Enciso
16/11/2014
- César
Alejandro "Pino" Enciso, ex agente de la Secretaría de
Inteligencia del Estado (SIDE),
deberá afrontar un juicio oral por los delitos de privación
ilegítima de la libertad y tormentos llevados a cabo en el
Centro Clandestino de Detención
conocido como “Automotores Orletti”. La medida fue dispuesta
por el juez Rafecas en el marco de la megacausa del Primer
Cuerpo del Ejército. Enciso fue detenido en Brasil el 30 de noviembre del 2010,
y luego de tres años de gestiones fue extraditado. Enciso
también era pretendido por la
justicia italiana quien lo acusa de
"masacre,
secuestro y homicidio calificado de ciudadanos italianos".
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Enciso, nacido en 1950,
identificado también en los
procesos judiciales como
Horacio Andrés Ríos Pino,
fue arrestado en Río de
Janeiro el 30 de noviembre
del 2010, ocho días después de
que el Supremo Tribunal
Federal dictara en su contra
una orden de detención
provisional con fines de
extradición ante una
solicitud del Gobierno
italiano. |
Sin embargo el
Supremo Tribunal Federal de Brasil concedió la extradición
de Enciso a pedido del juez federal Daniel Rafecas, por delitos de lesa
humanidad cometidos durante la última dictadura en el centro
clandestino de detención "Automotores Orletti".
Enciso y el
juicio oral
En el marco de
la megacausa del Primer Cuerpo del Ejército, se dio conocer
que el Juez Federal Daniel Rafecas elevó a juicio oral y
público al ex agente de la Secretaría de Inteligencia del
Estado César Alejandro Enciso, alias “Pino” por delitos de
lesa humanidad cometidos durante la última dictadura
vinculados con el centro clandestino de detención y tortura
“Automotores Orletti”.
Enciso fue
extraditado desde el Brasil por el Supremo Tribunal Federal
de ese país a pedido del Juez Rafecas y trasladado por una
comisión policial que arribó a Buenos Aires hace un año. Fue
procesado en diciembre de 2013 y actualmente se encuentra
detenido en la cárcel federal de Marcos Paz.
El Juez había
requerido al prófugo (tras haber viajado a Uruguay en 2011 a
entrevistar a víctimas del citado CCDT), para juzgarlo por
secuestros y torturas de unas 40 víctimas, delitos
calificados como de lesa humanidad y, por lo tanto,
imprescriptibles.
No obstante,
la decisión de la Suprema Corte brasileña, que no reconoce
el principio de imprescriptibilidad de los delitos de lesa
humanidad que rige en materia internacional, sólo permitió
el juzgamiento de Enciso por los secuestros de cuatro de
esas víctimas, Gerardo Franciso Gatti, Julio César
Rodríguez, Manuela Santucho y Cristina Navajas, en la medida
de que actualmente se encuentran desaparecidas y se
considera que el delito “se sigue cometiendo”.
Por ello, el
juicio oral que propicia la decisión del Juez Rafecas se
referirá a esos cuatro casos que la Justicia Brasilera
autorizó para los juicios a realizarse contra Enciso en
nuestro país.
El acusado
Enciso, yerno del General Otto Carlos Paladino, por ese
entonces Secretario de Inteligencia de la SIDE, habría
actuado en “Orletti” bajo el apodo de “Pino” junto con otros
agentes de inteligencia, de la Triple A y del ejército
uruguayo. Fue mencionado y reconocido en fotografías por
víctimas uruguayas que estuvieron en cautiverio en el CCDT.
Como es
sabido, “Orletti” funcionó entre mayo y noviembre de 1976
como un centro clandestino de la SIDE bajo el liderazgo de
Aníbal Gordon, en un inmueble del barrio de Floresta de la
Capital y fue una de las sedes donde tuvo lugar el plan
represivo implementado por las dictaduras del cono sur,
conocido como “Plan Cóndor”.
La
investigación ha probado los hechos secuestros, torturas y
homicidios que damnificaron a casi 70 víctimas entre las que
se encuentran Marcelo Ariel Gelman, hijo del escritor
argentino Juan Gelman y los diplomáticos cubanos Crescencio
Galeñena Hernández y Jesús Cejas Arias cuyos restos fueron
hallados en junio de 2012 y abril de 2013 respectivamente en
tambores metálicos de 200 litros rellenos con cal y cemento
en una tosquera de la localidad de San Fernando, siendo esta
macabra modalidad de asesinato y desaparición una de las
características distintivas de este centro clandestino.
Enciso se suma
a una decena de represores que fueron elevados a juicio oral
y público por los hechos vinculados al centro clandestino de
detención y tortura “Orletti” por el Juez Rafecas, como
Eduardo Ruffo, ex Agente Civil de Inteligencia de la
Secretaría de Inteligencia del Estado; Raúl Guglielminetti,
ex agente civil de inteligencia del Batallón 601 del
Ejército Argentino; Honorio Martínez Ruiz, ex agente de la
Secretaría de Inteligencia del Estado; el General de
División –también retirado- del Ejército Argentino Eduardo
Cabanillas, el Coronel retirado –fallecido- Rubén Visuara, y
el Comodoro retirado –fallecido- de la Fuerza Aérea Néstor
Guillamondegui; Miguel Ángel Furci, ex agente de
inteligencia de la SIDE; Rolando Nerone y Oscar Gutiérrez y
José Néstor Ferrer, los dos primeros del Departamento de
Asuntos Extranjeros y el tercero de la Dirección General de
Inteligencia, ambas dependientes de la Superintendencia de
Seguridad Federal de la Policía Federal Argentina.
Carlos Davis
Fuente:
Centro de Información Judicial - Noticias de archivo propio