MICROS EN LUGAR
DE ÁRBOLES
Aparcando en
el Corralón
de Floresta
25/08/2014
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El Corralón de
Floresta, oficialmente destinado a convertirse en una Plaza
Cultural, es usado como estacionamiento por los micros que
transportan a los participantes de los conocidos tours de
compras. Que el Centro Comercial de la calle Avellaneda (y
alrededores) se haya convertido en un fenómeno incontrolable
no es una novedad. Que los micros estacionen donde quieren y
que los pasajeros desarrollen su vida en las veredas de
nuestro barrio (generando basura y molestias) tampoco nos
causa sorpresa. El condimento extra es que ahora los micros
parecen haber tomado el Corralón como playa de
estacionamiento. En una ciudad donde el espacio verde se
encuentra en retroceso la novedad preocupa (y mucho) a los
vecinos.
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El
Corralón era el galpón donde se guardaban los carros y
caballos que servían para recolectar los residuos de la
zona. El lugar devino luego en un gran garaje donde
quedaban estacionados los "camiones recolectores". Para
los vecinos es el sitio emblemático que acompañó las
distintas etapas históricas por las que atravesó el
barrio.
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En 2008,
gracias a la energía de los vecinos, parte de la manzana del
Corralón fue destinada a la construcción de un nuevo
edificio para la escuela media Dr. Larroque. En otra
fracción de la manzana se erigió la Plaza de la Victoria,
lugar donde se encuentra la escultura homenaje en recuerdo
de Maxi, Cristian y Adrián, los pibes muertos en la
recordada "Masacre de Floresta". En el resto de predio se
desarrollan actualmente actividades culturales de todo tipo,
reuniones sociales y hasta un laboratorio de arqueología
urbana de la UBA. En este contexto, la manzana recibió en el
año 2000 el rango de Urbanización Verde. La idea siempre fue
la de tener un gran espacio abierto, y con este norte
vecinos y gobierno consensuaron (año 2006) la creación de
una Plaza Cultural, caso único de proyecto construido entre
el público y el Ejecutivo.
Sin embargo, y
ante el problema generado por los micros que llegan a diario
hasta el Centro Comercial Avellaneda, algún funcionario
decidió brindar una solución casera: abrir el Corralón para
convertirlo en un "parking" de lujo, pero ilegal.
En medio de
una campaña electoral que comienza a desarrollarse, la gente
del PRO decidió lanzar una idea "conveniente": llenar a
Buenos Aires de plazas y llegar al millón de árboles.
Difícilmente pueda ser
esto cierto cuando en una situación sencilla, domestica, se
habilita un parking donde debiera haberse construido, hace
tiempo, una plaza cultural.
Carlos Davis
Fuente:
Página 12 - Notas de archivo propio